A pesar del déficit energético, las cooperativas eléctricas estuvieron a la altura de las circunstancias
Durante este verano quedó más en evidencia el déficit energético y la gente no pudo tener un servicio eléctrico de calidad. Un servicio que deben brindar las distribuidoras como las empresas estatales, privadas o cooperativas eléctricas, pero que año tras año se va deteriorando.
Esto se debe a que no se realizan las inversiones que se necesitan en el Mercado Mayorista Eléctrico para generar energía en nuestro país. Y en esto repercute el factor que es el tarifario, que no está acorde a lo que debe ser y ese desfasaje lleva a que las distribuidoras no puedan realizar las inversiones y se produzcan los cortes, que afectan principalmente a la gente, a su salud, pero también a la economía. Cuando la calidad del servicio está deteriorada porque los cables no están en condiciones, por más voluntad que uno ponga, es muy difícil poner en funcionamiento al sistema eléctrico.
En el país hay distintas realidades. En el interior se puede observar que hay distribuidoras, como son las cooperativas que un 98 por ciento hicieron las inversiones necesarias para que en cada pueblo donde brindamos energía podamos estar a la altura de las circunstancias. Y esto es a pesar de no tener el dinero para hacer las inversiones, pero así y todo, las cooperativas se han endeudado con tal de brindar el servicio eléctrico. Nosotros, al ser representantes de nuestros asociados, estamos en un cara a cara que cuando ocurre un corte y la gente sabe quiénes somos, dónde vivimos y eso nos da un plus a la hora de brindar servicios.
Cooperativas eléctricas
En el último corte, cuando se cayó en servicio eléctrico a nivel nacional, o cuando hay problemas climáticos que producen fallas, rápidamente salimos a responder, optimizamos el tiempo para poner en funcionamiento el servicio eléctrico.
El problema mayor se ve en las empresas grandes, que por distintas circunstancias y porque el Estado no tiene una política firme de control de las inversiones. Pero si el Estado decide hacer solo política con el tema tarifario, a la larga eso trae problemas, que son la no inversión y la falla del servicio. Si no se toma a la energía como una política de Estado, cada vez vamos a ir a una situación más difícil. No hay que improvisar, hay que tratar de ver cómo en este contexto de la economía nos enfocamos en el sistema energético para salir adelante.
La idea de la expropiación de Edesur, donde ser juegan muchos intereses, deja en evidencia la rareza de que el Estado quita una subvención que antes había dado y lo haga porque el mismo Estado no pudo controlar, creo que eso da cuenta que con la expropiación no se va a solucionar. Y si se la da a otro grupo empresario, creo que lo primero que pondrían en la mesa es la actualización tarifaria, porque nadie querría agarrar la empresa con esas tarifas.
Por último, un mensaje a los usuarios: sabemos que la economía del bolsillo no alcanza, y eso hizo que la gente tome medidas para cuidar la energía. Hay que ir por un país con usuarios con conciencia por el cuidado de la energía, pero no que la gente cuide la energía solo para no gastar, como pasa ahora.
Los desafíos están en tomar conciencia de que así no se puede seguir, que de todos los sectores, tanto la generación, transporte y distribución de energía son importantes para que esto funcione. Sobre todo en la distribución, donde ya no se puede fallar.