Advierten un freno en los ingresos al sistema interconectado
Un informe sectorial afirma que la potencia instalada no presentará novedades relevantes en el corto plazo, y prevé un saldo de 398 MW, el peor registro anual desde 2014.
En los últimos seis meses la capacidad de generación del Sistema Argentino de Interconexión (SADI) se mantuvo prácticamente sin cambios (- 1 MW) producto de la ausencia de ingresos relevantes y la natural salida de operación de máquinas del parque térmico, por obsolescencia y por ecuación económica. El dato no es referencia de la mayor o menor generación de un tipo de tecnología -sea térmica, hidráulica, nuclear o renovables entre las de mayor peso en la matriz- que puede darse por cuestiones técnicas o estacionales, sino que da cuenta de que la capacidad disponible en el país se estancó por el momento.
Y este panorama puede resultar en particular preocupante teniendo en cuenta que el sistema argentino no cuenta con un respaldo adecuado ante la eventual salida imprevista de alguno de los componentes generadores, por lo que se afirma en la industria que se trabaja al límite tal como se vivió en el verano con la exigencia de la demanda en momentos en que la generación hidroeléctrica atravesaba un período de fuerte bajante en las principales cuencas.
Así se desprende del informe de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales, que resaltó que “la potencia instalada no presentará novedades relevantes en el corto plazo” y que estos “problemas asociados a la generación irán en aumento sin un cambio de rumbo en los próximos dos años”. En la primera mitad del año, la capacidad de generación se mantuvo prácticamente sin cambios (- 1 MW), ya que a diferencia de oportunidades anteriores, ya no se detectan demoras relevantes en la ejecución de los proyectos en marcha.
El magro desempeño esperado para el 2022 está relacionado con un volumen de ingresos previstos solo suficiente para compensar las bajas por el cumplimiento de la vida útil de las máquinas. Este año concluiría con ingresos al SADI por 398 MW (sin contar las bajas) y sería el peor registro anual desde 2014, cuando se registró un aumento neto de 28MW.
De acuerdo a los últimos datos oficiales disponibles, en mayo de 2022 la demanda total de energía eléctrica fue 6,8% superior a la del mismo mes del año anterior, lo que se alcanzó por un incremento de los clientes industriales / gran comercial de 6,3% interanual, la demanda comercial subió 7,2% en el mismo período, y la residencial aumentó 6,8%. explicado principalmente por factores climáticos y estacionales.
La demanda total de electricidad creció 2,6% interanual en los primeros cinco meses de 2022 impulsado por el consumo interno (+4,7% interanual en el período), ya que las exportaciones se desplomaron (-97,3% interanual) por la mejora en los niveles de agua de los embalses en el sur de Brasil.
En cuanto a la generación de electricidad, la misma moderó su crecimiento junto con el consumo interno. En la misma dirección jugó el repunte de la producción eléctrica en Brasil, ya que se dejó de exportar en primera instancia, y luego se comenzaron a importar los excedentes de la generación de sus represas.
Las fuentes renovables lideraron la mejora productiva acompañadas por la fuente nuclear (a pesar de que Atucha II está en parada técnica desde marzo) y la recuperación de la generación hidráulica. El aumento del caudal de agua en los ríos Uruguay (Salto Grande) y Paraná (Yacyretá) permitió una recomposición del segmento, mientras que las represas de la cuenca del Comahue mostraron un retroceso.
Si bien hay algunos proyectos de ampliación de capacidad de generación térmica mediante el cierre de ciclos combinados (el caso de la central de Ezeiza de Albanesi, o de Ensenada Barragán de Pampa Energía e YPF), el ingreso más dinámico aún se registra en el caso de las renovables, pero ya a un ritmo menor de los últimos años con varios ingresos previstos para 2023.
La generación a través de energías renovables definidas en la Ley 27.191 muestra un aumento anual en las categorías biogás 42,5%, biomasa 30,4%, eólica 28,4% y solar 52,3%, aunque el impulso está dado por estas últimas dos debido a la representación que tienen en el total.
Fuente: Mejor Energía