Aerogeneradores frenados por falta de dólares a pesar que podrían combatir la crisis energética
Las fuentes renovables pasaron de generar el 2,5% del total de demanda de electricidad, en 2018, al 14% en febrero último; pero, por las restricciones al acceso de divisas, hay equipos e insumos parados y hasta servicios programados frenados.
Las energías renovables crecieron a pasos agigantados dentro de la matriz energética del país y en apenas cuatro años pasaron de generar el 2,5% del total de demanda de electricidad, en 2018, al 14% en febrero pasado. Así, superaron incluso a la energía nuclear (7%), que tiene más de 40 años de presencia en la Argentina. Sin embargo, una gran paradoja afecta al sector: por las restricciones al acceso de divisas, hay equipos e insumos de aerogeneradores parados y hasta servicios programados frenados. Todo eso restringe el funcionamiento de la energía eólica y hacen perder millones de dólares al país por la necesidad de ser reemplazado por energía térmica. La problemática toma más relevancia en el contexto de crisis energética producida por la falta de gas.
La Cámara Eólica Argentina (CEA) incluso le envió una carta al presidente del Banco Central, Miguel Pesce, el 11 de marzo pasado, advirtiéndole sobre esta situación que frena la expansión del sector, con copia al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, al secretario de Energía, Darío Martínez, y a la titular de la AFIP, Mercedes Marcó de Pont.
La cantidad de destinatarios muestra las barreras burocráticas por la cual una empresa debe pasar para poder importar, ya que cada ventanilla impone una restricción con las condiciones cambiarias que exigen y la imposición del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI) y de la Capacidad Económica Financiera (CEF). Por eso, el mayor cuestionamiento recae sobre Desarrollo Productivo.
El problema principal no solo pasa por la restricción a la importación de equipos nuevos que no se fabrican en la Argentina, sino por la imposibilidad de ingresar al país insumos clave de repuesto. Eso hace que haya molinos frenados desde hace seis meses. En el sector calculan que hay al menos 50 aerogeneradores completamente parados, sin producir electricidad.
Por ejemplo, en la Aduana están frenados desde el 12 de noviembre pasado repuestos para un aerogenerador con potencia instalada de 3,6 MW. El valor de los insumos es de US$15.000, pero el valor de la energía perdida desde entonces es de US$385.000 (se dejó de generar 5512 KW/h), si se toma en cuenta que el valor promedio del sistema es de US$70 por MW/h.
“Las pérdidas por venta de energía superan en 20 veces el costo de importar la pieza, y esto considerando este tiempo de retraso adicional que no era habitual”, se quejó un empresario del sector. Y agregó: “Hay muchos más casos como estos y no podemos seguir importando partes aumentando la deuda con el exterior, si luego no la pueden cobrar. Por lo tanto, los impactos se multiplican y luego se precisan más dólares para importar combustibles y generar energía térmica. Este ratio de pérdida de ingresos por falta de insumos puede irse a 30 o 50 veces superior tranquilamente”.
Además de los insumos, la industria de energía eólica señala que tiene también problemas con los proveedores de servicios del exterior, que no están disponibles en la Argentina. “Tenemos servicios con facturas adeudadas hace seis o siete meses. No podemos pagarles porque no tenemos acceso a los dólares. Algunos servicios incluyen estudios específicos de aerogeneradores, como radiografías de palas. Como no se pueden hacer, tenemos que dejarlos fuera de servicio por las dudas”, explicaron.
En cuanto a los servicios, las empresas indican que también tienen complicaciones con las empresas navieras, que exigen pagar a término. Como el Banco Central restringió esa posibilidad, las navieras prefieren ir a otros mercados y a las compañías les cuesta conseguir quien traiga la mercadería.
En el país hay aproximadamente 800 molinos con capacidad instalada de 3000 MW. Actualmente, se cree que hay alrededor 50 aerogeneradores con problemas de este tipo, que pueden estar parados desde hace tres o incluso seis meses.
“Esto es lo ridículo de la Argentina. Se están parando importaciones que producen energía equivalente a 20 veces más lo que cuesta el insumo que se restringe. Esto después hay que reemplazarlo por combustibles más caros. No hay ningún funcionario que tenga esa mirada integral de lo que ocurre o nadie hace estas cuentas”, comentaron en otra de las empresas del sector.
El sector eólico importa más del 60% de bienes e insumos. Para que el Banco Central les otorgue los dólares, tienen que tener aprobadas las SIMI por parte de Desarrollo Productivo. Pero para ello, deben cumplir con la capacidad económica financiera (CEF) de la AFIP. El problema es que, cuando salieron las licitaciones Renovar, en el estatuto de las empresas debía figurar “energías renovables”. Como son todas empresas de muchos años de vida, ninguna tenía “renovables” en su estatuto y la mayoría prefirió crear subsidiarias para presentarse a las licitaciones antes que modificarlo.
“Esas subsidiadas se constituyeron con un capital de US$20.000 o US$10.000, porque ni siquiera se sabía si íbamos a ganar las licitaciones, con todo lo que implica tener una subsidiaria inactiva. Con esta nueva resolución, las empresas se presentan y dicen que tienen que abrir su carta de crédito por US$50 o US$100 millones, pero esos vehículos creados no tienen el patrimonio para llegar a ese monto, no da el CEF y, por lo tanto, hay productos frenados”, se indignó otro de los empresarios que accedió a hablar bajo la condición de mantener en reserva su nombre.
Fuente: La Nación