Ajuste: como parte de la fuerte reducción del gasto del Estado, en enero no se devengaron transferencias a la energía
Son datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) al analizar los números de gasto del primer mes del año; analiza los pagos devengados en el mes
El Ministerio de Economía adelantó la semana pasada que las cuentas públicas nacionales en enero van a ser positivas; es decir, mostrarán que los ingresos fueron superiores a los gastos, incluso cuando se toma en cuenta el pago de intereses de la deuda (superávit financiero, en la jerga de los economistas). El titular del Palacio de Hacienda, Luis Caputo, lo enfatizó recientemente en algunas entrevistas, pare reforzar que el Gobierno mantiene su compromiso con el “déficit cero”, aun sin la aprobación de la ley ómnibus.
“En enero estamos en equilibrio financiero. Nosotros nos fuimos a la meta fuerte. Fuimos al déficit financiero. Hoy en enero, ya sin ley, estamos en déficit cero. Estamos cumpliendo ya hoy sin ley”, dijo Caputo la semana pasada.
Para lograr ese equilibrio, el Gobierno se apoyó en los ingresos extraordinarios que generó la devaluación del tipo de cambio de diciembre en la recaudación por los impuestos al comercio exterior. Por el lado del gasto, pisó fuerte las transferencias a prestaciones sociales, que cayeron casi 33%, a provincias (-53%) y a obra pública (-76%). También hubo recortes en gastos en personal (-18%) y en cuestiones administrativas (-61%).
Las transferencias devengadas a la energía, por su parte, se redujeron a cero. Las empresas generadoras de electricidad señalan que en el primer mes del año, el Gobierno no realizó ningún pago y que esta semana vencen las facturas de febrero.
En el sector advierten por un escenario que podría generar tensión en el corto plazo. “Se incrementó la mora. Economía tiene pisadas las transferencias. Hay reuniones sobre esto con la Secretaría de Energía.
En el sector energético, los contratos de compra de gas y de electricidad están fijados en dólares al tipo de cambio oficial. En diciembre, luego del salto de $350 a $800 del valor del dólar, el gasto de subsidios a la energía aumentó, pero ese efecto se comenzará a percibir a partir de marzo, ya que el Gobierno paga a 60 días (en principio era a 45 días, pero en los últimos años los plazos se fueron extendiendo).
En 2023, los subsidios energéticos le demandaron al Tesoro US$9683 millones, según cálculos de la consultora Economía & Energía. El monto, que representó un 1,5% del PBI, significó una caída interanual del 22% (US$2661 millones).
“La reducción de los precios internacionales de los productos energéticos, la mejora en las condiciones hídricas, la segmentación tarifaria iniciada a mediados de 2022 y, en menor medida, el aumento en la capacidad de transporte de gas natural desde la cuenca neuquina posibilitaron la disminución de los subsidios a la energía durante el pasado año”, dijo la consultora.
Para este año, el Gobierno dispuso una fuerte suba de precios a la electricidad para los usuarios de ingresos altos, comercios e industrias desde este mes, pero todavía no informó los aumentos para el gas, que estarían vigentes desde marzo.
También se espera la implementación de la canasta básica energética, que sería la nueva forma de segmentar los subsidios. El plan de la Secretaría de Energía es implementar este nuevo modelo a partir de mayo.
Sofía Diamante
LA NACION