La Argentina es el país con más proyectos en curso de explotación de litio, de acuerdo con un relevamiento de la consultora de Comercio Exterior B&B conocido hoy.

El informe señaló que actualmente las operaciones activas en curso son Fénix, de la empresa Livent, en la provincia de Catamarca; y Salar de Olaroz, de la empresa Allkem, en Jujuy; y están en proceso de expandir su capacidad instalada invirtiendo 300 y 285 millones de dólares, respectivamente.

En tanto, la empresa Jiangxi Ganfeng Lithium está avanzando la construcción de la planta de Cauchari-Olaroz, a través de la inversión de 565 millones de dólares y podría aportar 40.000 toneladas adicionales de carbonato de litio equivalente (LCE) al año.

También, se destacan los proyectos de inversión del emprendimiento de Eramen, Millennial Lithium, Rincón, Galaxy Resources y Liex-ZijingMining en Catamarca.

En lo que respecta a la industria automotriz se destaca el rol que tendrán las terminales globales en el incremento de la demanda, al mencionar a grandes corporaciones como Volkswagen, Daimler, Toyota, GM que avanzan con sus desarrollo de modelos de movilidad eléctrica, como también el desarrollo de Tesla creada en el 2003.

En el mundo, la producción de litio se triplicó entre 2015 y 2021 impulsando el precio internacional de 7.353 dólares en al 2020 a 28.500 dólares en 2021, para estar actualmente en 43.000 dólares.

En el mundo el 74% del litio se utilizó para la fabricación de baterías eléctricas.

La producción de litio está concentrada en 4 países, Australia con el 55%, Chile con el 26%, China con el 14% y Argentina con una participación del 6,4%.

En lo que refiere al recurso, el Triángulo de Litio compuesto por Bolivia, Chile y Argentina, se encuentra la mayor reserva global, seguida por Estados Unidos y Australia.

En tanto, en Chile el Litio está declarado de interés nacional desde 1979 y existen restricciones a su explotación, es por ello, que muchos proyectos de inversiones nuevos se volcaron en Argentina en donde todavía no hay regulaciones restrictivas.

Fuente: Impulso Baires