Buscan que sea obligatoria la instalación de paneles solares en nuevas edificaciones
Un proyecto presentado a la intendencia propone el uso de esta energía para cubrir la totalidad de los gastos eléctricos comunes en edificios y solventar la demanda de agua caliente en un 50% como mínimo.
Una iniciativa presentada a la Intendencia propone que las obras particulares y públicas que se desarrollen a futuro cuenten con sistemas sustentables de generación de energía, tanto para el suministro eléctrico como para el calentamiento del agua corriente. El proyecto insta a que las nuevas edificaciones incorporen paneles solares para estas dos cuestiones, algo que beneficiaría en términos económicos y de abastecimiento a las viviendas que cuenten con estos sistemas, ya que se cubrirían todos los gastos centrales eléctricos en edificios y por lo menos la mitad del agua utilizada se calentaría con energía solar. La iniciativa cuenta con el aval de diversos sectores, entre ellos el Ministerio de Ambiente provincial y la Empresa Provincial de la Energía (EPE), y colegios de profesionales.
La esencia del proyecto, elaborado en conjunto por el Taller Ecologista, la Municipalidad y el Observatorio de Energía y Sustentabilidad de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), apunta principalmente a que el sector privado sume en las nuevas construcciones sistemas sustentables como los paneles solares para el abastecimiento energético. El beneficio directo es disminuir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI). Según datos de la EPE, en Rosario hay 164 usuarios generadores de energía a partir del uso de paneles solares.
La iniciativa propone que la aplicación sea obligatoria para “edificaciones nuevas, ampliaciones o modificaciones, tanto públicas como privadas” en casas, oficinas, salones comerciales, clínicas, sanatorios, hospitales, geriátricos, supermercados, cines, edificios educativos y deportivos, cocheras, depósitos, hoteles y teatros, entre otros usos. Quedarían fuera de la normativa los edificios y monumentos con diversos grados de protección patrimonial, edificios usados para actividades religiosas, construcciones provisorias con un plazo previsto de utilización igual o menor a dos años e instalaciones industriales.
“Esta ordenanza, en su tipo, es única en Argentina por exigir la obligatoriedad de uso de energía en nuevas construcciones en las ciudades”, expresó a La Capital Ignacio Arraña, miembro del Taller Ecologista, la ONG que elaboró el proyecto durante casi dos años (comenzaron en julio de 2021, cuando se cumplieron diez años de la ordenanza 8.784, que estableció la obligatoriedad para incorporar en edificios públicos sistemas de captación de energía solar para la producción de agua caliente).
Sobre ello, indicó: “Venimos escribiendo, debatiendo e invitando a actores de la academia y del sector privado. Visitamos edificios de la ciudad que tienen energía solar para saber cuál es la mirada de las constructoras. Tiene mucho consenso, de la EPE, de diferentes colegios, profesionales y universidades”.
Abordar las cuestiones técnicas de la ordenanza fue “complejo”, según explicó Arraña, ya que tuvieron que pensar tanto en los desarrolladores, que son quienes deberán implementarlo en caso de que la iniciativa avance, y en el municipio, que será el encargado de fiscalizar. “Es una ordenanza solar que no sólo recae en lo térmico, sino también en lo fotovoltaico. Fueron los desarrolladores quienes nos sugirieron esto. Hicimos miles de análisis”, agregó.
Grandes ahorros
Sobre estas dos opciones, Arraña explicó que los sistemas fotovoltaicos son paneles solares que transforman el sol en energía eléctrica y que la idea es que esos paneles “inyecten” esa energía en el medidor de gastos centrales de los nuevos edificios. Así, el ahorro sería común para todos los habitantes: “Hicimos muchas simulaciones con edificios que ya existen y estos sistemas cubrirían el 100% y más de la demanda de energía de los gastos centrales”.
Por su parte, el abastecimiento solar térmico refiere a calentar el agua del edificio a partir del mismo sistema aunque con otra manera de distribuir el servicio. “La idea es que se caliente el agua y se distribuya a los departamentos. Hay edificios en la ciudad que ya cuentan con este sistema”, indicó, para sumar que los termotanques solares, utilizados en lugares donde no llega la red de gas natural ni el tendido eléctrico, “ahorran entre un 60 y un 70 por ciento de energía”.
Exigencias para instalación de equipos
Uno de los artículos del proyecto menciona los requerimientos y divide los mismos en dos grandes grupos: edificaciones de entre 50 y 300 metros cuadrados, y superficies que superen los 300 metros cuadrados. Para cada grupo corresponderá la instalación de equipos que alcancen una determinada potencia.
Al respecto, Arraña detalló que las exigencias son diferentes para el uso fotovoltaico y para el uso térmico. Sobre el primer grupo, dijo que “si atamos la potencia a los metros cuadrados construidos, estamos validando que grandes inmuebles van a tener capacidad de invertir en un sistema fotovoltaico más grande. No es el 100% de los casos, pero la mayoría cumplen la relación de a mayor superficie, mayor consumo”. A su vez, sobre la parte térmica explicó: “Se calculan los colectores solares en función de los litros de agua que consume, por ejemplo, un edificio”.
Para llegar a este indicador, tomando a los edificios, Arraña comentó que usan como referencia la cantidad de dormitorios que pueden tener para saber cuántas personas pueden llegar a habitar la estructura. El proyecto indica que, como mínimo, una nueva edificación deberá cubrir el 50% de la demanda de energía para el calentamiento del agua con el sistema de paneles solares.
Informes anuales de evaluación
La iniciativa contempla promover la capacitación y fabricación de paneles solares para los sistemas solares térmicos y fotovoltaicos. Además, la idea es que la Intendencia elabore un registro público de fabricantes, instaladores y vendedores de estos sistemas.
Por su parte, el municipio deberá contar con un registro de las instalaciones que se hagan. “El mismo deberá ser de acceso público e integrarse al sistema de información climática local, incluyendo un mapeo de instalaciones”, afirma el texto del proyecto. En tanto, se hará un informe anual con los resultados de la evaluación integral del funcionamiento de la ordenanza.
Fuente: La Capital