CFT hará zarpar desde París el primer buque de carga impulsado por hidrógeno
El buque, propiedad del armador francés Compagnie Fluvial de Transport comenzará a transportar mercancías a lo largo del río Sena desde París a finales de este año. La demanda a nivel global de tecnologías menos contaminantes en el transporte por vías navegables interiores está aumentando, en camino de reducir las emisiones del transporte y demostrar las características superiores de las pilas de combustible de hidrógeno en aplicaciones basadas en agua.
El proyecto Flagships recibió 5,9 millones de dólares en financiación en 2018 del programa de investigación e innovación de la Unión Europea, en el marco de la Empresa Común de Pilas de Combustible e Hidrógeno (FCH JU), para desplegar dos buques de hidrógeno en Francia. y Noruega.
Buques insignia, quiere demostrar cómo los buques ecológicos propulsados por hidrógeno pueden descarbonizar los ríos urbanos, convirtiendo las innovaciones tecnológicas en operaciones comerciales y haciendo de los buques interiores de cero emisiones una realidad en toda Europa. El hidrógeno está a la vanguardia liderando la nueva ola de energías sostenibles y para reducir las emisiones de carbono, pero es caro de producir, consume mucha energía y tiene subproductos de carbono como dificultades principales.
El hidrógeno gris de gas natural o carbón constituye el 98 por ciento del hidrógeno que se produce actualmente y emite 830 millones de toneladas de CO2 por año, el 2 por ciento del total de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Es una alternativa ecológica pero más cara es el hidrógeno verde, como se usa en el contenedor CFT. Se produce por electrólisis, una corriente eléctrica que atraviesa el agua, y la energía eólica, solar o hidroeléctrica proporciona la electricidad necesaria. La UE depende de la energía del hidrógeno para lograr su objetivo de cero emisiones netas para 2050, particularmente en el área del transporte, que actualmente representa alrededor del 30 por ciento de las emisiones totales de CO2 del sector.
El hidrógeno verde será ideal para el transporte marítimo y la industria del cemento, pero no para la electricidad, ni para calentar viviendas y edificios no domésticos ni para los coches donde los vehículos eléctricos siempre serán mejores y más rentables. Aunque, según los grupos de investigación, el hidrógeno verde pronto bajará de precio y será más barato que el gas natural en muchas áreas.