La empresa busca aumentar la capacidad de producción de litio a 40.000 toneladas anuales a principios de 2023.

La chilena SQM, se trata de la segunda productora de litio del mundo y prevé invertir la mencionada suma como afirmó el martes el jefe de su directorio.

La demanda global de litio está aumentando en todo el mundo debido a su uso en baterías para vehículos eléctricos. En medio de esa demanda, la filial de Rosatom ingresó a fines de 2021 a un proyecto de litio en Argentina.

Se espera que el tamaño del mercado mundial de baterías de iones de litio alcance los USD 278 270 millones para 2030 y se expanda a una CAGR del 18,9 % entre 2022 y 2030, según el último informe de Precedence Research.

La compañía espera completar su programa original para aumentar la capacidad de producción de carbonato de litio a 180.000 toneladas métricas por año, mientras trabaja para alcanzar las 210.000 toneladas a principios del año entrante.

“Durante 2021, nuestro plan de inversiones alcanzó los $472 millones y recientemente el directorio aprobó una inversión de $900 millones para 2022”, dijo el presidente saliente del directorio, Alberto Salas, en una asamblea de accionistas.

Además, la compañía planea aumentar la capacidad de producción de hidróxido de litio a 40.000 toneladas anuales a principios del próximo año.

El material y su producción son fundamentales para las baterías y es impulsada por el cambio a los vehículos eléctricos y el mayor uso de baterías eléctricas.

La industria chilena del litio está dominada por SQM y Albemarle, que tienen importantes proyectos en el salar de Atacama, donde las empresas utilizan piscinas de salmuera para extraer litio de debajo de la superficie.