China, Argentina y las energías renovables: su lugar en la agenda bilateral
El candidato electo creó un Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático a través del cual prometió proteger el Amazonas, disminuyendo la deforestación y el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Deberá llevar adelante este cambio de perspectiva ambiental en una gestión marcada por los disturbios y la polarización ideológica.
Si bien se trata del país que más contaminación genera en el mundo, la República Popular China ha demostrado una reiterada preocupación por la problemática ambiental y un importante compromiso en la materia tanto a nivel interno como internacional –aspecto que va acorde a sus pretensiones hegemónicas-. Ello se hace visible, por ejemplo, en sus diferentes legislaciones que penalizan las prácticas contaminantes y fomentan una mayor concientización, en la implementación de estrategias destinadas a fomentar el uso de energías renovables, a desarrollar una “infraestructura verde” y a promover una “transformación verde” de la economía –entre otras-, o en la explicitación de objetivos a futuro, tales como alcanzar la neutralidad de carbono y un porcentaje de uso de energías renovables del 80% para el año 2060.
Argentina mantiene con China una relación de gran cercanía, gozando ambos países del estatus de “socios estratégicos”. En febrero de 2022, con motivo del 50º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, el presidente Alberto Fernández viajó a Pekín para encontrarse con su contraparte Xi Jinping. En dicho marco, Argentina y China sellaron su amistad mediante la adhesión de aquélla a la Iniciativa de la Franja y la Ruta –lo cual tiende al aumento de las inversiones chinas en infraestructura en el país-, la suscripción de numerosos acuerdos de cooperación en diferentes áreas de cuestiones y el compromiso mutuo de continuar profundizando la relación bilateral, tal como se explicitó en la Declaración Conjunta surgida del encuentro.
La temática ambiental fue una de las áreas abarcadas en los acuerdos, inclusive versando uno de ellos enteramente sobre las energías renovables. La Declaración Conjunta, por su parte, hizo mención de la necesidad de “cooperar en desarrollo verde”, de fomentar una “cooperación económica que contribuya al desarrollo sostenible” y de la importancia de implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Tomando en consideración la creciente presencia de las inversiones chinas en el país –y en el mundo-, el importante rol del país asiático en las energías renovables –encontrándose a la vanguardia en la materia- y los empeños mutuos para avanzar en la transición verde, nos preguntamos, a los efectos del presente artículo: ¿De qué manera se desarrolló la cooperación en energías renovables entre China y Argentina a lo largo de 2022? ¿Qué hechos demuestran la efectiva concreción de los deseos expresados en la Declaración Conjunta del mes de febrero?
Las iniciativas más habituales constan de inversiones realizadas por empresas chinas para la puesta en marcha de proyectos energéticos en diferentes provincias y otorgamientos de financiamiento para avanzar en otros ya iniciados, aunque también se vislumbran otras modalidades de cooperación.
En materia de energía hidráulica, por ejemplo, las autoridades de Catamarca y Tucumán firmaron en el mes de febrero un memorando con la empresa PowerChina para la realización del complejo hidroeléctrico “Potrero del Clavillo – El Naranjal”, situado en ambas provincias. Otro acontecimiento más reciente, en el mes de diciembre, fue el depósito de un monto de 212 millones de dólares por parte de bancos chinos que financian la construcción de las represas hidroeléctricas Gobernador Jorge Cepernic y Presidente Néstor Kirchner en la provincia de Santa Cruz, para avanzar en su concreción. La construcción de las represas, que contarán con una potencia de 1310 megavatios (MW) y permitirán una generación anual de unos 5000 gigavatios (GW)/hs., está a cargo de la compañía China Gezhouba Group Corporation y de las argentinas Eling Energía S.A. e Hidrocuyo, y ha sufrido reiteradas paralizaciones desde su inicio en 2015, principalmente debido a cuestiones de financiamiento.
En cuanto a la energía solar, en 2022 también comenzó la construcción, a cargo de Ganfeng Lithuim, del proyecto de litio “Mariana” en el salar de Llullaillaco (Salta). Con miras a abastecerse de un 100% de energía renovable, la empresa complementa la obra con la construcción simultánea de un parque solar fotovoltaico de 150 MW, sobre un área de 100 hectáreas. Por otro lado, en octubre, la Secretaría de Energía de Jujuy firmó con PowerChina y Shanghai Electric Power Construction un contrato evaluado en 160 millones de dólares para ampliar la capacidad de producción del Parque Solar Caucharí de 300 MW a 500 MW.
China también ha contribuido durante 2022 a la generación de energía eólica en Argentina. En los meses de octubre y noviembre, por ejemplo, ingresaron por el puerto de Santa Fe materiales provistos por la empresa CITIC Pacific Special Steel Holdings, destinados a la empresa santafesina Haizea Sica para la construcción de torres eólicas en la provincia.
Más allá de las interacciones de índole económica, la cooperación académica es otro eje de la relación bilateral al que las partes otorgan gran importancia, habiéndose impulsado numerosas iniciativas conjuntas en materia de investigación, educación, desarrollo e innovación –lo cual tiene que ver, asimismo, con el objetivo expreso de China de consolidarse como potencia tecnológica para el año 2035-. En este sentido, entre los diferentes centros de investigación puestos en marcha entre ambos países durante 2022, destacamos el recientemente inaugurado Centro de Desarrollo y Cooperación de Biogás China-Argentina, establecido en Sichuan por el Instituto de Investigación de Biogás del Ministerio de Agricultura de China conjuntamente con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina. Dicha inauguración tuvo lugar en el mes de diciembre, en el marco de la 10ª Exposición Internacional de Alta Tecnología de la Ciudad de Ciencia y Tecnología de China en Mianyang.
En definitiva, China ha logrado convertirse en un socio importante en el ámbito de las energías renovables que puede ayudar a la transición energética de Argentina, con acciones concretas producidas a tal efecto durante 2022. Sin embargo, es necesario también tener en cuenta que siguen produciéndose grandes inversiones en combustibles fósiles (petróleo, por ejemplo) y, sobre todo, en litio, cuya extracción es perjudicial para el ambiente, produciendo polución del agua y degradación del suelo.
Fuente: La Capital