CNEA y CONUAR profundizan su colaboración para impulsar proyectos de base tecnológica
El gerente general de la empresa que fabrica los combustibles nucleares, Rodolfo Kramer, fue recibido por Karina Pierpauli, gerenta del Área Investigación, Desarrollo e Innovación de la CNEA, en el Centro Atómico Bariloche, donde conoció detalles de los principales proyectos de investigación en marcha.
El gerente general de CONUAR, ingeniero Rodolfo Kramer, se reunió en el Centro Atómico Bariloche con la ingeniera Karina Pierpauli, a cargo de la Gerencia de Área Investigación, Desarrollo e Innovación de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), para conocer diferentes proyectos en marcha en el organismo y analizar ampliar las colaboraciones entre ambas instituciones.
CONUAR es una empresa público-privada integrada por el grupo Pérez Companc y la CNEA que tiene su sede en el Centro Atómico Ezeiza. Fue creada en 1982 para fabricar el combustible para los reactores de potencia y actualmente provee a las centrales nucleares de Embalse, Atucha y Atucha II. Además, manufactura componentes y tubos especiales que se exportan a distintos países.
“La CNEA y CONUAR vienen colaborando desde hace muchísimos años –destacó Pierpauli-. Somos parte del mismo sistema nuclear argentino y siempre hemos tenido una relación virtuosa. Creo que hoy es nuestra responsabilidad aprovechar el nuevo impulso de la energía nuclear en el mundo y, ante esta oportunidad, todas las instituciones y empresas del sector en la Argentina se complementen para consolidar e incrementar nuestro posicionamiento internacional. En eso estamos trabajando”.
Kramer, egresado del Instituto Sabato, una de las tres instituciones de formación de RRHH de la CNEA, coincidió: “Hay una oportunidad única a nivel mundial para el desarrollo de la energía nuclear y la Argentina está muy bien posicionada. Si hacemos las cosas bien y nos integramos como país podemos ser un jugador diferencial en el mercado y alcanzar y sostener una posición privilegiada que muy pocos tienen, basada en el conocimiento, en la gente y en una experiencia de años trabajando en esta área”.
Durante su visita al Centro Atómico Bariloche, Kramer escuchó presentaciones sobre distintos proyectos que se desarrollan en la Gerencia de Área de Investigación, Desarrollo e Innovación. El recorrido empezó en las instalaciones de la Gerencia Centro de Investigación Laboratorio Argentino Haces de Neutrones y continuó por las instalaciones de la Gerencia de Investigación Aplicada; la de Física y las del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología.
“Uno de los aspectos que más se valoran de la CNEA es la pasión con la que se trabaja y se desarrollan proyectos”, observó Kramer. “Por ejemplo, creo que todo lo que tiene que ver con el hidrógeno tiene mucho futuro. Todos los proyectos que hemos visto en esta visita son potenciales negocios”, estimó.
Por su parte, Pierpauli subrayó: “Una característica distintiva de la CNEA es que puede abordar los nuevos desafíos tecnológicos desde la ciencia básica, como el estudio de las propiedades de los materiales; su caracterización con nuevas tecnologías; como la utilización de técnicas neutrónicas hasta el desarrollo de nuevas aplicaciones y productos tecnológicos con potencial de comercialización. Contamos con la infraestructura y el capital humano para hacer investigación, desarrollo e innovación”.
La gerenta del Área explicó que ese es el camino que se está recorriendo, que implica analizar qué proyectos se pueden impulsar y establecer una estrategia de posicionamiento internacional.
Kramer agregó que se busca aprovechar la experiencia de trabajo conjunta de tantos años, entre CNEA y CONUAR, para que cada institución aporte sus puntos fuertes y ambas trabajen en conjunto “ante esta gran oportunidad que está sorprendiendo a todos, tanto en la parte nuclear como en la del hidrógeno y las nuevas energías”.
“La CNEA siempre ha estado enfocada en proveer soluciones científico-tecnológicas para dar respuesta a los desafíos o las necesidades del país”, dijo Pierpauli. “Ha sido pionera en energía nuclear, pero también en los sectores satelital, de la transición energética como el desarrollo de paneles solares, entre muchos otros. El organismo es una gran fuente de ideas, tecnología y nuevos productos impulsando el desarrollo de empresas de base tecnológica. Empresas como CONUAR, INVAP, FAE y Dioxitek son un ejemplo de ellos. Tenemos que seguir en ese camino y potenciarlo cada vez más”, concluyó.