En la fase final, Mendoza está llevando una mejora significativa en la seguridad y confiabilidad del suministro eléctrico, lo que hace que es la obra energética más importante en décadas.

El proyecto crucial para Mendoza, la Línea de Alta Tensión Cruz de Piedra, fue ideado hace más de cuatro décadas, y finalmente se está materializando con una inversión de US$20,67 millones.

Enfocada en combatir el crecimiento de la demanda eléctrica, esta iniciativa fue mencionada por el gobernador Alfredo Cornejo en su discurso durante la Asamblea Legislativa. Se está en marcha desde hace 20 meses y se cumplió estrictamente con los plazos establecidos.

El proyecto tendido eléctrico, que conectará el Gran Mendoza y Cruz de Piedra, es un logro trascendental en la infraestructura energética mendocina. El 92% de su ejecución se superó en febrero, y se anticipa su inauguración en los próximos meses, posiblemente entre junio y julio. Financiada por el Fondo Fiduciario del Plan de Infraestructura Eléctrica de Alta Tensión de Zonas Aisladas y en Desarrollo (FOPIATZAD), esta línea no sólo casi duplicará la capacidad del sistema eléctrico provincial, sino que también brindará una respuesta más efectiva ante picos de electricidad. demanda y fallas en el sistema de generación en Mendoza y provincias vecinas.

Durante una visita al sitio de construcción en febrero, la ministra de Energía y Medio Ambiente, Jimena Latorre, explicó que esta línea de transporte no sólo garantizaría la seguridad energética de Mendoza sino que también beneficiaría a otras provincias como San Juan. Además, permitirá evacuar la energía eléctrica generada en «hidroeléctricas del Sur, como Agua del Toro, a través de 22 kilómetros de líneas de alta tensión».

La línea de Alta Tensión Cruz de Piedra – Gran Mendoza fue planificada hace cuatro décadas y, con el respaldo de la Empresa Mendocina de Energía (EMESA), responde al imperativo de fortalecer la red eléctrica ante el crecimiento poblacional y la demanda energética en constante aumento.

Esto permitirá al gobierno satisfacer la creciente demanda durante los meses de verano e invierno «y aumentar la seguridad, calidad y confiabilidad de un sistema que corre el riesgo de colapsar por algún tiempo», dijeron.

Más allá de su influencia en la seguridad y confiabilidad del suministro eléctrico, la obra destaca por su énfasis en la sostenibilidad ambiental. Distribuyendo energía limpia con cero generación de CO2, contribuirás significativamente a la reducción de la huella ambiental de la región.

La línea eléctrica ha sido erigida con torres de acero de entre 40 y 45 metros de altura y un sistema de doble cadena en «V», lo que ha reducido el ancho de la franja de servidumbre a 52 metros y minimizado la afectación a los propietarios. de los terrenos por donde transcurre la línea.