Cómo optimizar la captura de energía con plantas fotovoltaicas en altura
Las nuevas tecnologías en paneles solares aprovechan la luz reflejada en la nieve y la mayor potencia de los rayos ultravioletas a miles de metros sobre el nivel del mar.
En un mundo en el que la tecnología avanza cada día a pasos agigantados, para unir en un mismo camino la necesidad de generación de energía de nuevas fuentes con el cuidado responsable del medio ambiente, Suiza se posiciona hoy a la vanguardia de los nuevos desarrollos en materia de energía solar.
Entre las últimas tendencias se encuentran la instalación de plantas fotovoltaicas a miles de metros sobre el nivel del mar en los Alpes suizos y la disposición de paneles solares flotantes en lagos del mismo cordón montañoso, que buscan mejorar la captura de los rayos solares, valiéndose de cómo impactan los factores climáticos y geográficos en la región.
Hace algunas semanas se conoció que Suiza ha comenzado la construcción de la mayor planta de energía fotovoltaica en altura, a unos 2.500 metros sobre el nivel del mar. Con una inversión de 5,5 millones de francos suizos (USD 6 millones) la planta de 2,2 megawatt, localizada en la presa del lago Muttsee, en el centro la Confederación Suiza, proyecta producir suficiente electricidad para abastecer a través de 5.000 unidades solares a unos 740 hogares. La construcción está a cargo de la compañía energética Axpo, que ya cerró un contrato para la venta de energía eléctrica por 20 años a la cadena de supermercados Denner.
Pero lo más relevante es por qué se eligió esa localización para construir la planta. Según informan los técnicos, se está construyendo a una altura tan elevada con el fin de evitar la niebla y las nubes bajas que se acumulan en esa región. Por ello, se prevé generar más electricidad que las plantas fotovoltaicas emplazadas a menor altura, incluso en invierno.
Esto se enmarca en el compromiso asumido en 2019 por Suiza, de intentar reducir a cero sus emisiones de carbono para 2050 y, así, lograr la meta comprometida bajo el Acuerdo Climático de París.
Pero no es la única experiencia que hay en ese sentido. Cerca de la frontera entre Suiza e Italia, sobre el Lac des Toules, un lago artificial utilizado para la generación hidroeléctrica, a finales de 2019 la compañía Romande Energie construyó la mayor planta fotovoltaica flotante.
A partir de una inversión de 2,3 millones de francos suizos (USD 2,6 millones), más que una planta equivalente en tierra firme pero, sin dudas, una inversión de poca magnitud y accesible inclusive para pequeñas localidades, el proyecto genera unos 800.000 kilovatios hora (KWh) al año, suficiente para abastecer de energía eléctrica a 220 hogares.
La planta contiene 1.400 paneles solares de doble cara, colocados sobre 36 estructuras flotantes de aluminio y plástico de polietileno, ancladas al fondo del lago pero con la capacidad de mantenerse en la superficie aun cuando en épocas invernales se forma una capa de nieve de hasta 60 cm de ancho sobre el espejo de agua.
Los impulsores destacan que los paneles de dos caras permiten tomar la energía solar y además la que genera la luz reflejada desde la superficie del agua, lo que mejora el rendimiento de la planta, que puede generar hasta un 50% más que una similar en el valle.
Por otro lado, al estar emplazada a 1.810 metros de altura sobre el nivel del mar, la atmósfera es más delgada, por lo que los rayos solares son más intensos, sumado al hecho de que a bajas temperaturas los paneles solares son más efectivos, explican los expertos, e incluso pueden usar la luz reflejada en la nieve (efecto albedo).
En este caso la clave es ver la inclinación con la que se instalan los paneles solares para captar la radiación solar, reflejada en la montaña cubierta de nieve. Así lo determinaron estudios realizados por el Instituto WSL para el Estudio de la Nieve y las Avalanchas y la Escuela Politécnica Federal de Lausana, ambos en Suiza.
Si bien esta tecnología aún no se aplica en el país, el futuro es prometedor. No sólo por la similitud de la geografía en el sur del país, en especial en localidades cordilleranas, sino porque las inversiones que se requieren son elevadas, pero no prohibitivas.
Ya en 2017 el Comité para el Desarrollo Sustentable, dependiente del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, mantuvo contactos con el Ejército Argentino en la zona de Pino Hachado (Neuquén) para analizar posibles sitios de instalación de paneles solares, con el fin de calefaccionar y dar electricidad a refugios de montaña.
Fuente: 0223