Córdoba produce el 60% de la energía no convencional del país
El último informe de la Nación marca que la participación de la provincia en la generación distribuida es mayoritaria. Sergio Mansur, secretario de Energías Renovables de Córdoba, explica las razones de esa realidad
La provincia de Córdoba está liderando, por lejos, la producción de energías renovables no convencionales. Es lo que se llama “generación distribuida”, un conglomerado integrado por aquellos usuarios que se convierten en productores de energía y que envían el excedente al sistema interconectado nacional.
De la capacidad instalada total que hay en el país, el 60% corresponde a Córdoba. De los 11.062 kW que produce la totalidad del sistema, aporta 6.632 la provincia. El dato surge del último informe que publicó el gobierno nacional.
Sergio Mansur es secretario de Biocombustibles y Energías Renovables de la Provincia y detalló por qué Córdoba ha tenido un impulso tan fuerte en la generación distribuida.
– ¿Qué factores hacen que Córdoba aporte el 60 por ciento de la energía renovable a nivel nacional?
– Desde hace tres años en Córdoba contamos con una ley, que está reglamentada de extremo a extremo, que promociona o faculta a los usuarios que son consumidores de energía para que puedan ser sus propios productores de energía para el autoconsumo. Esto se conoce como la ley de generación distribuida, que viene a romper el viejo paradigma de que la producción de energía está centralizada en un punto y que después a través de las redes llega a los distintos puntos del país. Acá de lo que se trata es de que la generación para el autoconsumo sea generada en el mismo lugar donde está el que va a consumir esa energía.
– ¿El excedente se aporta al sistema nacional?
– Correcto. La ley lo que hace es promover el autoconsumo y si hay excedentes aportarlos, que ocurre siempre porque no siempre podemos autoconsumir toda la energía que se está generando. Como los sistemas de generación están conectados a la red pública ese exceso de energía empieza a ser compartido con la red pública y es remunerado al mismo valor que el mercado eléctrico tiene como tarifa para la energía.
La ley provincial promueve el autoconsumo de energía y, si hay excedentes, colocarlos en el sistema nacional.
– Es un nuevo modelo vinculado a la generación de energía, ¿no? ¿Qué tipo de producción de energía renovable predomina en Córdoba?
– Las tipologías de las tecnologías son diversas. Quizás la que predomina por su facilidad para generar pequeños módulos es la tecnología solar. Pero la provincia está sumamente concentrada en generar otro tipo de proyectos de mayor escala, aunque actualmente la energía solar es la que menor escala requiere porque puede implementarse en pequeños territorios. Buscamos que existan proyectos eólicos, de biogás, que en general componen parte de la economía circular de la agroindustria. Sabemos que los residuos pecuarios, agropecuarios en general pueden transformarse a través de un sistema de biodigestión en biogás que después puede ser valorizado a nivel energético. El 60 por ciento de toda la generación instalada en el país hoy se encuentra en la provincia por 4 o 5 razones fácilmente identificables. La primera es que hay una decisión política que baja desde el gobernador Schiaretti y el ministro Fabián López de impulsar este tipo de cambio de paradigmas. Además, tenemos una comunicación pública muy potente. Córdoba habla de las cosas que le interesan. Por lo tanto promovemos una profunda difusión de este tipo de iniciativas. Hay financimiento accesible con tasas financiadas tanto del Consejo Federal de Inversiones como del Bancor. Y una serie de programas públicos que hacen que aquello que en el país parece ser una promesa, en Córdoba sea una realidad y una realidad que viene exponencialmente escalando, tanto que pretendemos que en un tiempo prudente la generación distribuida comunitaria, aquella que está en manos de los propios consumidores de energía, empiece a ser más relevante que la generación centralizada.
– Un tema relacionado con la generación de energía son los biocombustibles. El gobierno decretó en las últimas horas un aumento del precio. ¿Esto soluciona al menos en parte los reclamos que venían haciendo las industrias del sector?
– Sí, claro. Es una recomposición del precio positiva. Lo que existía hasta hace tres años era una ecuación, una fórmula polinómica que permitía darle previsibilidad al sector porque si se movían variables de esa polinómica el precio automáticamente se reacomodaba. Desde hace tres años siempre hay una decisión del Gobierno de manejar ese precio.Esta recomposicón lo que hace es otorgar cierta justicia sobre el valor real del combustible de base biológica y ojalá sirva además para poner en agenda lo que realmente deberíamos discutir y que es que frente a la enorme crisis energética y la falta de política pública nacional de cómo conducir esta crisis los biocombustibles pueden componer parte de la demanda energética que tiene hoy nuestra enorme flota vehicular y de transporte. Es decir, los biocombustibles pueden ser la respuesta a la crisis energética. Así que ojalá sea el reinicio de un diálogo positivo para el sector. Córdoba es la primera productora de bioetanol de maíz. Así que esto impacta directamente sobre la sostenibilidad de las plantas y sobre el desarrollo productivo. Ese desarrollo productivo intenta ampliar la capacidad productiva porque intuimos que a través de dos programas muy potentes que tiene la provincia de Córdoba puede hacer un avance muy importante. Por un lado, el programa que apunta al autoconsumo de biodiésel puro para las flotas. Esto es algo así como imaginarnos una generación distribuida que hasta recién hablábamos que era eléctrica, ahora imaginarla como el insumo del transporte, es decir pequeñas plantas produciendo el biodiésel necesario para desplazar el diésel fósil en algunos lugares de consumo. El otro proyecto se da más en el plano del desarrollo experimental, que es llevar los cortes de bioetanol de los vehículos que hasta ahora nos comunican que no son flex, a través de un dispositivo, que es un emulador, llevar el corte del 12 por ciento que hoy tienen las naftas al 85 por ciento de bioetanol. Eso permitiría crear un mercado interno que ampliaría la posibilidad de nuevas plantas de producción de bioetanol.
Fuente: Puntal