El sindicato manifestó su preocupación por el presente y el futuro de la planta administrada por Centrales de la Costa Atlántica S.A.

El conflicto entre Centrales de la Costa Atlántica S.A. que administra la Central 9 de Julio y los trabajadores nucleados en el Sindicato Luz y Fuerza de Mar del Plata entró en una pausa por el dictado de la conciliación obligatoria por el Ministerio de Trabajo este lunes por la noche. Luego de la última audiencia en el Ministerio de Trabajo, tras una semana de paros diarios de dos horas en los sectores de manual, técnica y administración, y la amenaza de un paro por tiempo indeterminado hasta encontrar respuestas, entró en vigencia una conciliación obligatoria que paralizará la conflictividad al menos por 15 días.

No obstante, las denuncias de vaciamiento se sostienen y el secretario general del gremio, Sebastián Farías, volvió a reclamar un cambio del modelo energético y advirtió: “No sabemos cuál es el futuro de la Central”.

El Sindicato mantiene sus reclamos desde hace tiempo por un cambio de modelo energético en todas sus variantes, por un modelo con menos continuidades con la década de los ’90 y las privatizaciones, y una profundización de la administración estatal. Y en el marco de esos reclamos, incluyeron la situación energética de Mar del Plata y la zona y el conflicto en pugna.

“Tanto en las cooperativas eléctricas de la jurisdicción como en las grandes empresas como EDEA SA y Centrales de la Costa Atlántica, denunciamos el vaciamiento, la falta de inversión, los ataques a los derechos laborales, resultados del modelo neoliberal privatizador que también se sufre en nuestra jurisdicción. Para las empresas la variable de ajuste son las y los trabajadores“, dijo Farías ayer en una conferencia de prensa junto a dirigentes de la Federación de Trabajadores de la Energía de Argentina (FeTERA).

Y luego insistió: “No hay inversión ni un rumbo energético claro. No sabemos cuál es el futuro de la Central 9 de Julio y no está garantizada su continuidad para abastecer a Mar del Plata de energía. Por eso necesitamos cambiar el modelo ya que si no se modifica se van a seguir desarrollando los mismos conflictos gremiales que venimos denunciando”.

El pliego de reivindicaciones que impulsa el gremio no abarca solamente cuestiones laborales como “persecución y maltrato laboral”, la falta de mantenimiento de equipamiento y de los equipos, y la presencia de puestos laborales sin cubrir, sino también reclaman contra el cierre de sectores administrativos de la Central y el “abandono” en el mantenimiento de la misma.