Desdolarización: negocian con eléctricas mejorar pagos para garantizar energía
El Gobierno negocia un aumento en la remuneración de la generación eléctrica. Será para que las empresas puedan invertir en mantenimientos y asegurar la provisión de energía.
Desdolarización: negocian con eléctricas mejorar pagos para garantizar energía
De cara a un invierno desafiante por la crisis energética mundial y ante la posibilidad de que la actividad económica se paralice por la falta de gas natural en las industrias, las autoridades negocian desde hace unas semanas con las generadoras eléctricas un aumento en la remuneración de las plantas de «energía base», que fueron desdolarizadas al inicio de este gobierno.
El incremento, que será retroactivo a febrero, permitirá que las empresas AES, Enel, Central Puerto y Pampa Energía dispongan de mayores fondos para inversiones en mantenimientos prioritarios de sus usinas.
Según pudo saber El Cronista en diálogo con fuentes del sector, el ajuste sería de entre 20% y 30%, con la chance de subirlo un 10% más a partir de junio. Este diario intentó validarlo con fuentes oficiales, pero no obtuvo respuesta.
De acuerdo a lo que reportan estas compañías en sus balances, la «energía base» significa aproximadamente un 30% de sus EBITDA. La actualización será otra vez menor que la inflación, por lo que el Tesoro licuará el peso de este gasto dentro del presupuesto. Es un ajuste fiscal por otra vía.
La central Costanera, una de las que tendría una mejora en sus ingresos
El dinero extra con el que contarán las generadoras deberá ser usado para mantener las centrales como Puerto Nuevo y Costanera, híper necesarias para garantizar el suministro en Buenos Aires y equilibrar el sistema, en ausencia de disponibilidad hidroeléctrica y otras fuentes de energía.
La operación sería igual a la de la Resolución 440/2021, que modificó la 31/2020 y retocó en 29% los ingresos.
En febrero de 2020, el Ministerio de Desarrollo Productivo había pesificado los pagos de las plantas que tenían los contratos vencidos con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) y poco después congeló la remuneración, en medio de la pandemia, para bajar en unos 300 millones de dólares el costo del Sistema Argentino de Interconexión (SADI).
Como las tarifas no cubren la totalidad de los costos -combustibles, remuneraciones por generación, contratos y transporte, entre otros-, más de la mitad del funcionamiento del SADI se sostiene mediante subsidios, que el año pasado alcanzaron el equivalente a u$s 7300 millones (abonados en pesos) para el sector eléctrico.
Las centrales termoeléctricas «amortizadas», sin contrato vigente con el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) representaron más del 60% de la generación térmica total en los últimos años y menos del 35% del costo, según información pública.
Fuente: Cronista