El gobierno nacional reinstaló nuevamente el debate sobre la privatización de Enarsa, dueña de represas claves y del gasoducto Perito Moreno.

La secretaria de Energía, María Tettamanti, confirmó que Enarsa vuelve a estar en la lista de empresas a privatizar. La medida podría tener un impacto profundo en el sector energético.

La empresa maneja represas claves en Neuquén y Río Negro. También es dueña del gasoducto renombrado como Perito Moreno, antes llamado Néstor Kirchner.

Tettamanti vinculó la privatización con la Ley Bases. «Primero hay que desprenderse de los negocios», explicó en un evento reciente.

Enarsa, creada hace 20 años, es una empresa estratégica. Fue fundada para manejar activos energéticos clave tras la privatización de YPF.

La compañía absorbió a Ebisa y quedó a cargo de represas hidroeléctricas importantes. Entre ellas, Chocón, Alicurá, Piedra del Águila y Cerros Colorados.

Las concesiones de estas represas están vencidas desde hace años. El gobierno estableció un plazo de 180 días para una nueva licitación.

La administración actual busca reconfigurar el rol del Estado en el sector energético. La privatización sería un paso hacia esa dirección, según Tettamanti.

La medida podría atraer inversiones privadas. Sin embargo, genera dudas sobre el manejo de recursos estratégicos en manos no estatales.

El gasoducto Perito Moreno también está en el centro del debate. Su conexión con Vaca Muerta lo convierte en una infraestructura clave.

La privatización podría redefinir el acceso y distribución de energía. El Estado perdería control directo sobre estas operaciones.

Organizaciones locales expresaron su preocupación por la medida. Advierten sobre el posible impacto en tarifas y gestión de recursos.

Empresas privadas ya mostraron interés en participar en futuras licitaciones. Transportadora Gas del Sur anunció un proyecto de ampliación del gasoducto.

El destino de las represas genera debate en las provincias involucradas. Los gobiernos locales exigen ser consultados en el proceso.

La transición a una gestión privada podría traer ventajas y riesgos. Mayor eficiencia operativa, pero menor control sobre tarifas y recursos.

La administración Milei definirá el futuro de Enarsa y sus activos. La decisión marcará un antes y un después en el modelo energético nacional.

Tettamanti aseguró que la concesión privada es el camino adecuado. «No tengo dudas de que esa es la solución», expresó con claridad.

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Fuente: Lu17