La Secretaría de Energía avanzó durante 2024 en una reducción del 38% en los subsidios a las tarifas de luz y gas en términos reales, descontando la inflación. 

Según un informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IIEP) de la UBA-Conicet, los subsidios representaron el 76% de las transferencias a privados en 2024. Aunque crecieron un 107% interanual en valores nominales, la inflación los redujo en un 38% real.

El ajuste también afectó otros sectores como el transporte y el agua, donde las subvenciones cayeron un 39% y 59% respectivamente. En comparación con el punto más alto de los subsidios, registrado en junio de 2022, la baja acumulada alcanza el 58%.

El Gobierno planea modificar el esquema vigente de segmentación de tarifas, que divide a los usuarios en tres niveles según sus ingresos. A partir de mayo de 2025, solo habrá dos categorías: hogares con subsidio, que contarán con una tarifa social, y hogares sin subsidio. Este sistema busca focalizar la ayuda estatal en quienes realmente la necesitan y se asemeja al esquema implementado entre 2016 y 2019 durante la gestión de Mauricio Macri.

Además, se prevén ajustes tarifarios mensuales durante el verano para acompañar la inflación y desacelerar los precios. La Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT), que determinará los cuadros tarifarios de 2025, incluirá audiencias públicas convocadas por los entes reguladores de electricidad (ENRE) y gas (Enargas).

El informe detalla que, tras los ajustes, los hogares de ingresos bajos (N2) reciben una bonificación del 74% sobre un bloque de consumo subsidiado. En el caso de los usuarios de ingresos medios (N3), la bonificación es del 59%, pero el bloque de consumo subsidiado se redujo de 400 kWh mensuales a 250 kWh. El excedente, en ambos casos, debe abonarse al costo pleno.