Edenor profundiza su crisis con pérdidas por casi $15.000 millones
La mayor distribuidora de electricidad del país continúa atravesando un complicado escenario afectada por el congelamiento tarifario y la inflación
Mientras el Gobierno estudia diferentes fórmulas para segmentar el precio de la energía y otorgar nuevos aumentos en las tarifas del servicio a partir del 2022, las mayores distribuidoras de electricidad del país siguen transitando por un camino incierto, lleno de dudas y con un horizonte que se plantea cada vez más oscuro.
Si bien a mitad de año recibieron un aumento del 9% para las tarifas que cobran a sus clientes, los problemas financieros y el escenario de fuertes pérdidas que vienen soportando desde hace ya varios años se repite con cada presentación de balance.
A fines de octubre fue el turno de Edesur, que ofrece su servicio a más de seis millones de personas en el ámbito de la Capital Federal y gran parte de la provincia de Buenos Aires y que en los primeros nueve meses del año acumuló una pérdida de $14.836 millones, lo cual representa un incremento del 180% contra los $ 5.326 millones que perdió en igual período del 2020, durante la pandemia del Covid-19.
Ahora, se conocieron los estados financieros de Edenor, que atiende a más de nueve millones de clientes en un área de concesión que comprende 20 municipios del noroeste del Gran Buenos Aires y la zona noroeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La mayor distribuidora del país, ahora controlada por una sociedad liderada por Daniel Vila; José Luis Manzano y Mauricio Filiberti, acumula un rojo de $13.341 millones entre enero y septiembre pasados, contra un resultado también negativo de $2.701 millones de igual lapso del 2020.
Las razones que justifican semejante deterioro de las cuentas de tanto de Edenor como de Edesur suelen ser las mismas: tarifas congeladas, aumentos insuficientes, gastos creciente, inflación, devaluación y, en el último año, las medidas sanitarias y restricciones impuestas para combatir la pandemia del Covid-19.
En el caso de la ex compañía de Pampa Energía, a pesar del cambio de propietario, de la mayor demanda de electricidad y de los aumentos tarifarios autorizados por el Gobierno, su crisis financiera se mantiene.
Según el informe que su directorio envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV), los resultados de estos primeros nueve meses del año reflejan una caída del 19% de sus ingresos en términos reales producto del congelamiento tarifario en un contexto inflacionario y con un volumen de energía vendido que se incrementó.
También se vio afectada por el impacto del cambio en la alícuota del impuesto a las Ganancias, lo que supuso una pérdida adicional de $7.473 millones, y por un mayor cargo financiero originado por el diferimiento del pago de su deuda con el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), todo lo cual fue compensado en parte por una mayor ganancia por exposición a la inflación en estos primeros nueve meses del año.
El documento explica que el margen bruto, dato que mejor representa los ingresos de la compañía y que se conoce como Valor Agregado de Distribución (VAD), cayó 14% respeto del mismo período del año pasado, afectado por el cepo a las tarifas.
En cuanto a su EBIT, el balance refleja una pérdida de $515 millones, en línea con la disminución del margen bruto.
A pesar de esas cifras negativas, las ventas de la compañía mejoraron, con un incremento del 6,8%, alcanzando los 16.489 GWh en comparación con los 15.427 GWh del 2021, con un marcado aumento en los clientes residenciales.
Del mismo modo, Edenor ha logrado mejorar sus niveles de calidad de servicio, según destaca la compañía en su balance, junto con una mejora en la eficiencia en el uso de sus recursos.
De hecho, los indicadores que reflejan estos datos se ubican en torno al 14% y 16% respectivamente, comparados con los mismos datos del año pasado.
A su vez, la empresa logró menores pérdidas de energía, que disminuyeron a 3.619 GWh contra los 3.865 GWh del 2020.
En lo que respecta al plan de inversiones, Edenor destaca que sigue mostrando resultados que se reflejan en una continua mejora en la calidad del servicio, al reducir la duración y frecuencia de los cortes desde el 2014, y superar así los requerimientos regulatorios previstos en la última revisión tarifaria integral en febrero del 2022.
Según la empresa, alcanzaron los $10.347 millones en estos primeros nueve meses del 2021, sin representar cambios significativos con respecto al mismo período del 2020, y a pesar de las adversas condiciones económicas actuales y la complicada situación financiera que atraviesa la compañía.
«La sociedad continúa garantizando el servicio eléctrico a todos sus clientes», destaca el informe enviado por Edenor a la CNV, en el cual también hace referencia a las medidas
esfuerzos llevados a cabo para proteger a su personal y clientes de la pandemia del Covid-19.
Apoyo inversor
Con este nivel de pérdida, Edenor es actualmente la distribuidora de servicios de luz y gas que peor performance financiera evidencia durante lo que va del año.
Frente a este escenario cobra mayor relevancia el apoyo que obtuvieron sus accionistas a fines de julio pasado para estirar los plazos de recompra de una serie de Obligaciones Negociables (ON) que vencen el 25 de octubre de 2022 por un total de u$300 millones de los cuales en circulación todavía quedan u$s98 millones.
Se trata de una «Solicitud de Consentimiento» que fue lograda para diferir la obligación de pago contenida en el contrato de fideicomiso del 25 de octubre de 2010 firmado entre Edenor y The Bank of New York para lanzar la recompra de ONs a tasa fija de 9,75% con vencimiento a fines de octubre del año próximo.
Concretamente, y gracias al apoyo mayoritario de los tenedores de estas ON, alcanzó la dispensa de la cláusula de cambio de control, concluyendo el proceso en tiempo y forma. Es decir, todos los vencimientos y condiciones de la ON 9,75% 2022 se mantienen sin ninguna variación con respecto a los términos originales.
Casi de manera simultánea, la compañía anunció el de una oferta pública de adquisición obligatoria de acciones Clase B y Clase C que cotizan en los mercados de capitales en el marco de una operación a la que está obligada por las normas legales que rigen la compra de la compañía que pertenecía a Pampa Energía por parte de la Empresa de Energía del Cono Sur. (Edelcos S.A.).
Se trata de una sociedad en la que participan indirectamente Vila, Filiberti, Manzano, Global Income Fund Limited y Andina PLC, la energética dueña de Edemsa, la distribuidora eléctrica de Mendoza, y de la generadora hidroeléctrica Ameghino.
Vila, por su parte, es accionista y presidente del directorio de América, el segundo grupo de medios de la Argentina, y, a su vez, accionista de Andina, además de haber comprado el diario El Cronista. En tanto, Manzano es accionista y presidente de Integra Capital, accionista de Grupo América y de Andina PLC.
En el caso de Filiberti es accionista y presidente de Transclor, el mayor fabricante local de cloro y referente en la producción y distribución de productos electroquímicos.
Mientras que Global Income Fund Limited es un fondo de inversiones con experiencia de inversión en la Argentina, en los sectores de telecomunicaciones, televisión por cable, energía, petróleo y gas.
En diciembre del año pasado, la compañía que todos estos grupos y empresarios formaron anunció el acuerdo para quedarse con Edenor de la cual se hizo cargo de manera concreta en julio pasado.
El grupo se quedó con la tenencia accionaria mayoritaria de Edenor que estaba en manos del Grupo Pampa Energía, de Marcelo Mindlin.
La operación implicó el traspaso del 51% de las acciones clase A, por u$s100 millones, de los cuales u$s5 millones corresponden a el «precio en especie», compuesto por 21,87 millones de acciones Clase B de la empresa; y u$s95 millones, al precio en efectivo, que acordaron saldar de la siguiente forma: u$s5 millones a la firma de la transacción; u$s50 millones al cierre; y u$s 40 millones, financiados a un plazo de un año.
Pero por motivos regulatorios, la operación también obligó a Edelcos a poner en marcha una OPA (Oferta Pública de Adquisición) para comprar las restantes acciones de clase B y C de valor nominal $ 1 cada una y con derecho a un voto por acción actualmente en circulación. Es decir, el otro 49% que flota en la bolsa.
Este último paso requería la autorización de la Comisión Nacional de Valores (CNV), que hace unos días se pronunció a favor permitiendo al directorio de Edelcos iniciar el proceso de rescate de estas acciones para lo cual destinará $13.000 millones.
Según la oferta que el consorcio ya presentó a los tenedores de estas acciones, el precio ofrecido por Edelcos es de $29,34 que, según la empresa, es calculado «conforme los métodos de valuación previstos en las normas de la CNV».
A los efectos del cómputo del plazo de objeción del precio que está previsto en el artículo 96 de la Ley 26.831 del mercado de capitales, Edelcos informó que la totalidad de la documentación de la oferta fue entregada el 29 de octubre pasado.
La operación también abarca el 27% de las acciones de Edenor que está en manos del Estado Nacional, a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses, que se creó en el 2007 pero que tomó relevancia desde el 2008 al recibir los activos financieros que habían acumulado las AFJP durante los 15 de vigencia del sistema de capitalización privado.
Cuando se constituyó el FGS, se copió el modelo de los fondos de pensiones que actúan como garantía de sustentabilidad de los sistemas previsionales públicos y de reparto, como los que tienen Estados Unidos, España o Suecia.
El rescate de todas estas acciones se oficializará la semana próxima, unos días después de que Edenor presente el balance correspondiente a los primeros nueve meses de este año.
Fuente: iprofesional