El Ente Nacional Regulador de la Electricidad convocó a ambas compañías a su primera jornada de audiencia pública para discutir los ajustes tarifarios y solicitar actualizaciones mensuales y automáticas. Eduardo Rodríguez Chirillo, secretario de Energía, declaró que el sector energético “está al borde del colapso”.

Previo a la implementación de la Revisión Tarifaria Integral (RTI) por parte de la Secretaría de Energía, Edenor y Edesur presentaron sus propuestas de «readecuación de ingresos» y solicitaron la aplicación de un mecanismo de actualización mensual «en un contexto inflacionario como el existente «.

El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) convocó a ambas compañías a la primera jornada de audiencia pública y presentó sus planos que fueron formulados en el marco de la audiencia pública virtual convocada para este viernes. El ENRE llevará a cabo una otra consulta el lunes 29 de enero para analizar las solicitudes de las empresas transportadoras de todo el país.

El interventor del ENRE, Darío Arrué, anunció que la audiencia pública comenzó con un retraso de una hora y 45 minutos respecto al horario de la convocatoria (8:30), y experimentó un desarrollo accidental «por problemas técnicos ajenos a nuestra voluntad».

El primer expositor fue el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, quien señaló que se necesita una «readecuación de la estructura tarifaria de forma transitoria», con un límite temporal que no podría exceder el año en curso ni la necesidad de una revisión tarifaria integral quinquenal.

En este sentido, abogó por reasignar los subsidios en el marco de una «nueva conceptualización» para concentrarlos en los sectores socialmente más vulnerables.

“Cierta categoría de usuarios está convencida que paga la tarifa plena, pero es artificialmente plena, y creen que subsidian a otros usuarios, pero nada de eso es cierto y real”, manifestó, al tiempo que criticó que luego de “dos décadas de disfuncionamiento energético” se haya generado una tarifa “carente de toda razonabilidad”, con “un fomento del consumo sin control” que dejó al sistema “al borde del colapso”.

Además, señaló que en 2023, los aportes a la generación solicitarían del Estado una erogación de US$ 4.800 millones; En caso de no cambios, la proyección aumentaría ese monto a US$ 5.230 millones en 2024.

El empleado necesitaba saber que la tarifa del año anterior «sólo cubría el 45% del costo total» y el 30% del VAD (Valor Agregado de Distribución).

Junto a Mariela Beljansky, la subsecretaría de Planificación Energética, Rodríguez Chirillo se disolvió, señalando como «propuesta de cambio» la determinación de la totalidad de los ingresos del grupo colaborador y no sólo del usuario del servicio.

Según Beljansky, «los aumentos de tarifas, en lugar de aumentar la inflación, la reducirán». Es una corrección de precio relativa.

El pedido de los distribuidores

Las presentaciones de Edenor y Edesur no contemplan específicamente un aumento en el monto que corresponde al valor de distribución; en cambio, cada empresa describe la necesidad de una «readecuación de ingresos» como resultado de atrasos arancelarios.

La principal distribuidora de energía del país, Edenor, pidió hoy ante la audiencia pública $521.303.000 de ingresos anuales. Esto supone un aumento medio del 89% en la facturación del 80% de su clientela.

Con «una actualización mensual», Edesur, por su parte, proyectó que al 31 de diciembre de 2023 las necesidades de ingresos serían «de al menos 330 mil millones de pesos adicionales a los actualmente reconocidos en concepto de CPD (Costo Propio de Distribución). »

Respecto a ese tema se expresó Edesur, que sostuvo que “por simple lógica” y para que el pedido tenga validez, “en un contexto de alta inflación en los sucesivos meses debe necesariamente estar acompañada de una forma de actualización que mantenga los ingresos en términos reales frente a las variaciones de costos que no pueden ser calculados en esta instancia”.