Eficiencia energética: carbón, sustentabilidad y la mala prensa de la energía nuclear
Desde el CEDyAT afirman que el cambio climático “es producto de años de despilfarro y malas prácticas”, pero “a diferencia de lo que podemos creer, el problema no son las nuevas tecnologías, sino el peso de las viejas”.
Cada 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética para concientizar sobre la importancia del uso racional de la energía y las consecuencias de su derroche para el planeta.
En este contexto, el especialista en energía y medioambiente, y director ejecutivo del Centro de Desarrollo y Asistencia Tecnológica (CEDyAT), Fabián Ruocco, aprovechó la ocasión para reflexionar sobre la problemática que atravesamos y la necesidad de impulsar buenas prácticas de eficiencia energética y el desarrollo de energías verdes.
Ruocco aseguró que el cambio climático que estamos viviendo “es producto de años de despilfarro energético y malas prácticas en el uso de la energía”, a la vez que consideró que “a diferencia de lo que podemos creer, el problema no son las nuevas tecnologías, sino el peso de las viejas”.
“El uso -y abuso- de un sistema energético basado en la quema de carbón para el desarrollo de energía data de la Era Industrial y aún se mantiene vigente. Hoy implica cerca del 40 % de la producción mundial y representa casi el 50 % de las emisiones a la capa de ozono, provocando graves consecuencias y los desastres que vivimos en términos climáticos. Esto incluye destrucción completa de ecosistemas, acidificación de los océanos, derretimiento de los casquetes polares y aumento del nivel del mar”, analizó el especialista.
En este contexto, es fundamental implementar prácticas que permitan limitar el consumo y potenciar la eficiencia energética, algo que sólo puede suceder con el compromiso de Estados y ciudadanos. El problema puede dejar de acrecentarse si se asumen las medidas necesarias y se adoptan fuentes limpias.
“Si bien la energía nuclear no ha contado con buena prensa, se presenta como una alternativa idónea para descarbonizar el sistema energético y como recurso sostenible, reemplazando en todo lo posible a los combustibles fósiles por los cuales estamos quemando nuestro futuro”, mencionó Ruocco.
Y puso de relieve que “esto es algo que la Unión Europea reconoció el pasado 2 de febrero de 2022, incluyendo al gas y a la energía nuclear como actividades económicas ‘verdes’ o ‘limpias’, propiciando el cambio de los combustibles fósiles sólidos o líquidos, incluido el carbón, hacia un futuro climáticamente neutro”.
Si bien hoy el calentamiento global del planeta por el momento no tiene solución, mientras los Estados –con el apoyo científico- impulsan nuevas fuentes alternativas de desarrollo energético, nosotros -como usuarios- podemos realizar nuestro aporte adoptando buenas prácticas de consumo que reduzcan el derroche energético. Desde el CEDyAT brindan algunas recomendaciones:
– Limitar el consumo al uso: apagar los dispositivos mientras no se estén escuchando, viendo o usando como la TV, computadora, los ventiladores, la calefacción, las luces, etc.
– Desconectar cargadores y liberar enchufes de conexiones que no se están utilizando.
– Al momento de usar el aire acondicionado, aplicar la función ECO o mantener el termostato entre los 24 y 25 grados.
– Iluminar la casa con luces led o de bajo consumo, y sólo prenderlas cuando es necesario, aprovechando la luminosidad natural del día.
– Comprar electrodomésticos de con etiqueta energética “A”, “A+” o superior.
Estas medidas no sólo aliviarán los montos en las boletas de servicios, sino que contribuirán a limitar el impacto del uso energético en el medioambiente, reduciendo el avance del cambio climático.
Fuente: ANDigital