El avance de las represas de Santa Cruz destraba un crédito con China por el segundo tramo del gasoducto NK
Alberto Fernandez publicó el decreto que avala el convenio de financiamiento de las centrales y sólo resta la firma de Guzmán. Era la condición que fijó Beijing para otorgar otros dos préstamos por USD 2.500 millones para terminar el gasoducto y construir nuevas líneas de alta tensión.
El presidente cumplió con el anteúltimo paso para destrabar definitivamente la obra de las represas hidroeléctricas de Santa Cruz. Como anticipó EOL en exclusiva, tras la demoradísima “priorización” de Gustavo Béliz y el aval de Martín Guzmán, el presidente publicó el decreto que autoriza el nuevo convenio de financiamiento con China.
Ahora, sólo falta la firma del ministro de Economía, quien fue facultado por este decreto 269/2022 “a suscribir, en nombre y representación de la REPÚBLICA ARGENTINA, el Acuerdo de Enmienda y Restablecimiento al Contrato de Línea de Crédito y su documentación adicional”.
Además de lo que significa el reinicio de la obra pública en ejecución más grande de todo el país, el acuerdo habilita un nuevo flujo de desembolsos por parte de China que será clave para alcanzar el objetivo de acumulación de reservas de este año fijado con el FMI.
Se trata de una cifra superior a los 3.000 millones de dólares, de los cuales más de 500 millones llegarían de forma inmediata para cubrir los trabajos que se fueron haciendo durante los últimos meses con fondos públicos del Tesoro Nacional.
Por otro lado, fuentes oficiales al tanto de las negociaciones indicaron a EOL que la firma de Guzmán destrabará una serie de nuevos créditos que China tiene bloqueados hasta tanto no se reflote la construcción de las represas.
Según pudo saber este medio, el acuerdo con Beijing está “muy avanzando” e implica un financiamiento de USD 1.300 millones para realizar la segunda parte del gasoducto Néstor Kirchner y USD 1.200 millones destinados a construir nuevas líneas de alta tensión.
El gasoducto se ha convertido en la prioridad número uno del Gobierno, que ve como la importación de gas natural anula cualquier posibilidad de acumulación de reservas con semejantes precios del GNL y quiere hacer lo posible para no repetir este escenario el año próximo.
Si bien la primera parte de la obra estaría casi totalmente cubierta con fondos del Presupuesto, el hecho de no saber cuándo se ejecutará el resto del tramo hasta San Jerónimo es un factor que genera mucha incertidumbre entre las petroleras y condiciona sus planes de inversión.
Sucede que la primera etapa solamente incrementará la capacidad de transporte de gas en 10 millones de metros cúbicos diarios y, recién cuando se termine toda la ampliación del sistema, la capacidad se verá aumentada en 44 millones de m3/d, un horizonte que otorga más certezas a la hora de hundir capital y saber que ese nuevo gas podrá llegar a destino.
Por su parte, las líneas eléctricas de alta tensión representan el otro gran cuello de botella en el transporte energético argentino. Como explicó EOL, la construcción de nuevos parques de energía renovables se ha transformado en una odisea justamente por este problema. El sistema no cuenta con disponibilidad de transporte ociosa casi en ninguno de los puntos de mayor factor de carga y eso explica el giro de YPF Luz de la eólica patagónica a la solar en el NOA y Cuyo, donde todavía queda un pequeño remanente.
La idea es tener anillado el sistema eléctrico argentino en 500 kv y para eso se empezaría por la red entre Bahía Blanca y Vivoratá y de Vivoratá a Plomer en la Provincia de Buenos Aires, la interconexión de Puerto Madryn y Choel Choel en la Patagonia, y el anillo entre La Rioja Sur, Rodeo y Río Diamante en Cuyo para luego llegar a Charlone. Sería la base para poder alcanzar el 20% de la matriz eléctrica a base de renovables para el 2025 como marca la ley, pero quedaría lejos de los 3.000 millones de dólares que pide la cámara sectorial para poder llegar a un 30% de renovables para el 2030.
Fuente: Energia Online