Axel van Trotsenburg, gerente de operaciones del organismo, reivindicó la iniciativa de Uruguay, en manos de Azucena Arbeleche, de empujar una agenda medioambiental e introducirla en la política económica.

El Banco Mundial destacó, en el marco de la COP27, el plan de bonos verdes impulsados por el Ministerio de Economía como una forma de empujar una agenda medioambiental e introducirla en la política económica.

En este sentido, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche explicó las acciones de Uruguay sobre el cambio climático, articulado con la emisión del bono soberano sostenible indexado a factores climáticos, opción que crece en popularidad para países emergentes que necesitan de financiamiento. Para dicho instrumento,

Uruguay registró un total combinado de US $4.000 millones en pedidos de unas 190 cuentas, que por la naturaleza de la obligación, atrae compradores de mercados emergentes no tradicionales.

La ministra destacó la larga trayectoria del país en iniciativas ambientales, con objetivos coyunturales como: movilidad eléctrica, el desarrollo del hidrógeno verde y la protección de recursos naturales. En tal sentido aseveró que “Uno de nuestros desafíos es cómo incrementar la producción agroindustrial y al mismo tiempo reducir las emisiones de carbono”.

Al respecto, Von Trotsenburg preguntó a la titular de cartera acerca del bono soberano sostenible y su potencial, así como su eventual mecanismo de réplica. En cuanto a cuestiones financieras, Arbeleche afirmó que es difícil saber el potencial del bono en el mercado de capitales, pero que los incentivos son la forma de allanar el camino.

Acerca de la réplica de la iniciativa en otros países, la ministra apuntó a los organismos multilaterales para lograr dicho objetivo. Agregó que organismos como el Banco Mundial tienen fondos que permiten desarrollar vías para promover la inversión de los países más desarrollados en estos instrumentos.

Fuente: Ámbito