El dinero destinado a subsidios a la energía superó al que se va a la salud
Las transferencias corrientes al sector energético fueron de $929.666,4 millones, sin contar diciembre, del cual aún se esperan datos. Esto supone un aumento de 133,8% si la comparación es interanual en el mismo período, el Ministerio de Salud utilizó un presupuesto de $140.520 millones, un alza de 97,8%. Al parecer ni el coronavirus cambió las prioridades.
La prioridad número 1 del gobierno a pesar de la pandemia y de los reclamos constantes para que se mejore el sistema de salud del país, para el gobierno lo más importante parece ser mantener la tarifa de gas a un nivel bajo y más al alcance de la gente.
Según la ASAP Asociación Argentina de Presupuesto “las transferencias corrientes al sector energético fueron de $929.666,4 millones, lo que significó un aumento de 133,8% si la comparación es interanual”. En ese mismo periodo, el Ministerio de Salud, que vacunó a la gran mayoría de la población, utilizó un presupuesto de $140.520 millones, un aumento de 97,8%.
Ese número que llegará al billón de pesos se destinaron principalmente a Cammesa, la empresa que vende la energía eléctrica mayorista que es la que subsidia en los hechos la electricidad de todo el país, que sumó $604.068 millones en 11 meses del año. Si bien pocos fuera del mercado energético conocen verdaderamente el rol de la compañía, Cammesa se ha convertido en la destinataria del segundo presupuesto más abultado de toda la administración pública, apenas por detrás del Ministerio de Trabajo, que tiene a la Anses dentro de sus cuentas.
Sólo para poner en perspectiva el peso de esta empresa, el cheque que mensualmente tiene para gastar en el comprador de gran parte de la energía importada y de los combustibles líquidos para generar electricidad, supera al de todos los otros ministerios. El más cercano es el de Desarrollo Productivo, que hasta fines de noviembre gastó $489.405 millones. El resto está lejos como el caso del de Desarrollo Social que llegó a ejecutar $193.664 millones en el mismo período y el de Educación, $242.615 millones. Nadie está cerca de los monumentales números de los subsidios a la energía.
Energía no tuvo nunca una cartera propia, sino que está debajo del organigrama de Martín Guzmán. Pero el exprofesor de Columbia no tiene peso en las decisiones. Ahí todo pasa por el secretario de Energía, Darío Martínez, y el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo. De hecho, aún está fresca en la memoria cuando Guzmán quiso despedir a este último funcionario y no tuvo poder suficiente para hacerlo.
Seguramente con las cifras de diciembre se superará el billón de pesos destinado a esta área. “Lo importante es la salud” es un dicho que suele decir muchísima gente no solo en el país sino en varios lugares del mundo. Sin embargo, este dicho no parece ser algo en concreto puesto que se gasta más en subsidios a la energía. Parece mentira que no se use ese cuantioso dinero para poner las redes eléctricas en óptimo funcionamiento y asi evitar más cortes de luz por el calor. Quizás así no tengan que cobrar una tarifa barata y los usuarios la pagarían sin tanta queja.