El primer avión eléctrico con todo detalle
Profesionales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en colaboración con Aviem Aeronáutica, con sede en General Rodríguez, Buenos Aires, desarrollarán el primer avión eléctrico del país.
Luego de cuando el fuselaje llegue a sus talleres, la Facultad de Ingeniería de esa unidad académica se encargará de colocar las baterías de litio para la propulsión eléctrica de la aeronave. El avión tiene un peso de 750 kilos y la carga útil de 180 kilos, lo que le permite transportar hasta dos personas con autonomía durante una hora de vuelo.
El Programa Potenciar Economía del Conocimiento, liderado por el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, ha seleccionado el proyecto para obtener financiamiento.
El propósito de este desarrollo es experiencia en la selección y función de sistemas de propulsión eléctrica de aviones, al mismo tiempo que impulsar la posible producción de componentes en el país.
DESPARADOS POR EL SECTOR PÚBLICO Y PRIVADO, PROBIÍTICOS
El acuerdo que proporciona la licencia de tecnología una empresa reconocida por el Conicet para mejorar la sanidad y productividad en animales fue formado por primera vez por la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC).
La primera empresa tecnológica con vinculación público-privada en Córdoba fue creada con conocimiento generado en conjunto por la unidad académica y el Conicet. Esto posibilita que la licencia de uso de diez años sea hecha por la primera empresa reconocida por el Conicet en la provincia, Biofeed Teech.
Se trata de la licencia de levadures probióticos para el desarrollo de aditivos biológicos como la sustitución de antibióticos que favorezcan el crecimiento, y su campo de aplicación es la nutrición animal.
EQUIPO ACUÁTICO AUTÓNOMO PARA TRANSPORTAR RÍOS Y LAGOS
La Universidad Nacional del Sur (UNS) junto con investigadores del CONICET desarrollaron un nuevo vehículo acuático que cuenta con autonomía de superficie y permite conocer el estado del agua en estanques, lagos, ríos y yeguas.
El aparato fabricado en Bahía Blanca con fibra de vidrio pesado menos de 10 kilos cuestó dos mil dólares, eso que le hace diez veces menos que los productos a disminuir en el mercado.
Es capaz de obtener datos georreferenciados de manera eficiente con control remoto y resaltar su capacidad para operar en aguas poco profundas, algo que no todos pueden lograr en tanques de aguas poco profundas o ambientes acuáticos.
Además, a través de una aplicación es posible determinar su ubicación, verificar el estado de los sensores y habilitar o deshabilitar el registro de datos a través de una conexión Bluetooth. Programación es posible para que navegue de manera automática hasta 500 metros, identifique el lugar del espejo y relevar la topografía subacuática.