Enel salva a Edesur tras la fuerte caída de ingresos en Argentina
El aumento del 9% en las tarifas es mucho menos que un paliativo y los directivos de Edesur saben que los números no les dan. En base a esto el grupo italiano Enel, que llega a más de 3 millones de personas y provee a 12 partidos de la provincia de Buenos Aires y la zona sur de Capital Federal, recibió desde europa una suma no revelada de dinero. En los últimos aproximadamente 15 años y a razón de políticas tarifarias que aspiraban al no aumento para beneficio de la gente el grupo debio erogar desde sus oficinas centrales cantidades enormes de dinero para sostener las operaciones en nuestro país.
En la audiencia pública del mes pasado donde se discutió las nuevas tarifas. Edesur pidió un ajuste mayor al 80% como para poder compensar en parte los desequilibrios financieros causado por las políticas oficiales. La suma llegó porque la pérdida del año pasado trepó al 71% es decir $6.400 millones incluso teniendo en cuenta que el resultado de esos tres meses arroja una ganancia de $246 millones en contraposición a la pérdida de $172 millones del mismo período de aquel fatídico año.
Edesur parece indicar que esa cuenta no quiere decir o no cambia demasiado la situación que arrastra la compañía la Ebitda de los primeros 3 meses del año mostró una pérdida de $162 millones, menor respecto de la de igual período de 2020. La deuda de Edesur bajo un 42% respecto de diciembre de 2020, debido a los mayores saldos de caja e inversiones corrientes.
Al respecto, Claudio Cunha, CFO de Enel en Argentina, explicó que el sector eléctrico es esencial en esta emergencia sanitaria y muy necesario para el crecimiento del país, por lo cual requiere una solución urgente por parte del Gobierno para seguir sosteniendo el suministro eléctrico.
«Las empresas de distribución de energía, como Edesur, son muy intensivas en inversiones. No existe otra forma de sostener la mejora del servicio que requieren nuestros clientes, sin recursos tarifarios o subsidios», aseguró el ejecutivo.
A pesar del preocupante escenario, la compañía mantuvo sus inversiones. De hecho, las incrementó un 7% durante el primer trimestre del 2021 en comparación con el primer trimestre del 2020. «Las inversiones de los últimos años han permitido la continua mejora en la reducción de la duración promedio de los cortes», argumentó el ejecutivo.
Generación en caída
Una situación similar se evidencia en otro de los negocios de Enel relacionado con la generación de electricidad y en el cual el grupo italiano está presente a través de Generación Costanera.
Si bien la compañía invirtió $679 millones entre enero y marzo, también registró un desplome de su resultado final, con ingresos que llegaron a los $1.892 contra los $3.575 del primer trimestre del año pasado, representando un retroceso del 47%.
En el caso del Ebitda, cayó 64% y se ubicó en los $808 millones, mientras que su resultado operativo se derrumbó un 113% al alcanzar los $155 millones, versus los $1.184 anteriores.
En cuanto al resultado del período fue de una ganancia de $77 contra los $1.414 millones del primer trimestre del 2020, lo cual refleja un desplome del 105% causado por una menor ganancia operativa, mayores costos financieros netos y una menor ganancia por el ajuste por inflación, parcialmente compensado por un menor cargo por el impuesto a las ganancias.
En el primer trimestre del año, el resultado de Central Costanera fue de una ganancia de $77 contra los $1.414 millones del primer trimestre del 2020
En el primer trimestre, Central Costanera ganó $77 contra los $1.414 millones de igual período del 2020.
«En febrero del 2020, el Gobierno redujo la remuneración de las empresas de generación a través de la Resolución 31 de la Secretaría de Energía, luego, suspendió la aplicación del ajuste mensual previsto en la misma, y, producto principalmente de este congelamiento, tuvimos una caída en los ingresos de casi 50%», destaca Cunha, para quien Enel Costanera «juega un rol importantísimo para el abastecimiento de energía en el AMBA».
Por dicha razón, reclama a las autoridades el restablecimiento de lo que estipula la regulación vigente, garantizando con eso la provisión de energía en forma adecuada.
Ocurre que la caída en los ingresos de la compañía se explica principalmente por la aplicación de la resolución a la que hace referencia Cunha y que, entre otros aspectos, mantiene los valores remunerativos de la energía y potencia en pesos. Adicionalmente el ajuste por inflación de dichos valores fue suspendido posteriormente.
Pero, como en el caso de Edesur, el holding italiano también mantendrá en Central Costanera la política de inversiones destinadas al mantenimiento de las unidades generadoras, con el propósito de optimizar la disponibilidad y confiabilidad de la planta.
Esto, según Cunha, es a pesar de que la energía generada por Costanera en el trimestre disminuyó un 15% a 1.639 GWh, respecto de los 1.917 GWh del mismo período del 2020, como consecuencia del menor requerimiento de despacho por parte de CAMMESA, principalmente, de los ciclos combinados.
De hecho, en el mismo período se registró una disminución de la demanda de electricidad del país del 2,65% con respecto a igual lapso del año anterior, debido al contexto macro económico.