Energía renovable: el sector podría atraer inversiones millonarias, pero un cuello de botella limita su crecimiento
La crisis energética en Europa puso en el debate público la necesidad de acelerar el desarrollo de Vaca Muerta y, principalmente, de aumentar la producción de gas. De hecho, el ministro de Economía, Martín Guzmán, concentró su agenda en la posibilidad de instalar a la Argentina como una potencial fuente de gas natural licuado (GNL). En el corto plazo, mientras tanto, hay otra fuente energética que pide atención. Es la generación eléctrica a través de fuentes renovables.
“La generación renovable se puede duplicar en tres años. Los bancos de desarrollo europeos, principalmente los que están en el norte de Europa, quieren invertir en operaciones de descarbonización. La financiación y la demanda están. Podría haber inversiones de US$4000 millones en dos años solo con los proyectos Renovar”, dijo Bernardo Andrews, CEO de Genneia y flamante presidente de la Cámara Eólica Argentina (CEA).
Contar con el financiamiento no es un tema menor en la Argentina, cuyo riesgo país está arriba de 1800 puntos, lo cual significa que tiene el mercado de crédito internacional cerrado. Para proyectos de energía renovable, el país es una fuente de atracción por sus competitivos factores de carga. Esto significa que los parques eólicos y solares están mucho tiempo generando electricidad gracias al viento y el sol, por arriba del promedio general. En otros países de la región, como en Brasil, Chile y Uruguay, los propios bancos locales buscan financiar esos proyectos.
Sin embargo, el principal cuello de botella del sector que limita su crecimiento es la falta de transporte para trasladar la energía generada a los centros de consumo. Esta restricción afectará también a las represas de Santa Cruz, ya que si no se construyen más líneas de transmisión, no se podrá aprovechar toda la energía limpia que aportarán las grandes centrales hidráulicas.
“Nosotros podemos duplicar la generación eólica desde Puerto Madryn, que tiene una excelente calidad, pero no hay nodos de transmisión. Hasta se pueden dar ciertas garantías para que sean las mismas empresas las que construyan las líneas de transporte eléctrico”, señaló Andrews.
Lo mismo podría suceder con la energía solar en San Juan, La Rioja y Catamarca, donde también faltan inversiones en subestaciones eléctricas y líneas de transmisión para destrabar los proyectos. De hecho, los gobernadores del norte buscaron atraer inversiones para este sector en su gira por Dubai.
Las empresas de generación eólica y solar, donde se destacan también Pampa Energía, YPF Luz y PCR, piden que el regulador dialogue con el actor privado para destrabar esas limitaciones. Y señalan que los proyectos Renovar funcionaron tan bien que se pueden replicar para la infraestructura del transporte eléctrico.
En la actualidad, las compañías indican que las obligan a construir parques de generación renovable por prioridad de despacho. “Se podría diseñar una estructura donde los que quieren aportar a la construcción aporten una solución para las líneas de transmisión”, señalan en reserva.
Con los precios actuales del gas, las energías renovables se volvieron competitivas en comparación con la generación térmica, que utiliza hidrocarburos como su materia prima. “Las renovables hoy son más competitivas que todas las convencionales. Cuestan entre US$50 y US$70 por MWh, con financiamiento a largo plazo”, indicaron. Por otro lado, cada vez hay más empresas que demandan energía renovable, dado el interés genuino de descarbonizarse.
En los últimos meses, se sumó un nuevo escollo para el sector: por las restricciones al acceso de divisas, hay equipos e insumos de aerogeneradores parados y hasta servicios programados frenados. La Cámara Eólica Argentina incluso le envió una carta al presidente del Banco Central, Miguel Pesce, advirtiéndole sobre esta situación que frena la expansión de corto plazo.
Actualmente, hay 189 proyectos de energía renovable habilitados comercialmente, que tienen una potencia instalada de 5175 MW. De ese total, en los últimos cuatro años se inauguraron 133 proyectos por 4335 MW, que fueron impulsados por el nuevo marco regulatorio Mater (el mercado mayorista donde operan los grandes usuarios) y el programa Renovar. De los 133 proyectos, 54 son parques eólicos por 3098 MW y 34 son solares fotovoltaicos por 1053 MW; el resto son los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos (PAH) de hasta 50 MW y bioenergías.
Las energías renovables ya son la tercera fuente de energía en la Argentina (donde hay una potencia instalada de 42.989 MW), luego de la térmica (25.398 MW, 59% del total) y la hidráulica de gran porte (10.834, 25%), que no es considerada “renovable”, según la ley de fomento nacional para el uso de fuentes renovables. En cuarto lugar, quedó representada la energía nuclear, con una potencia instalada de 1755 MW (4%).
Fuente: La Nación