El hidrógeno es el elemento más abundante en el universo y podría ser la clave para la generación de energías renovables.

Hace pocos años se empezó a producir este elemento a partir de energías renovables como el sol y el viento que sirven para alimentar un proceso llamado electrólisis, que emplea una corriente eléctrica para separar la molécula de agua en hidrógeno y oxígeno. El resultado es el llamado hidrógeno verde, 100% sostenible. Sin embargo, por el momento, es más costoso que la energía tradicional.

El ranking global de producción de hidrógeno es liderado por Australia, la nación más grande de Oceanía porque los «aussies» están construyendo cinco megaproyectos en su territorio gracias a sus enormes recursos de energía renovable. Algunos de ellos superan los 30 mil millones de dólares de inversión.

En segundo lugar, se posicionan los Países Bajos gracias a las inversiones ambientalistas de la petrolera anglo-neerlandesa Shell. En el norte de Holanda se prevé la construcción de al menos 10 gigavatios (GW) de electrolizadores.

Completa el podio Alemania donde se está erigiendo el gigante AquaVentus, de 10 GW, en pleno mar del Norte.

En cuarto término aparece China. El gigante asiático es el principal productor mundial de hidrógeno, pero hasta ahora usó hidrocarburos para generar casi toda la energía necesaria para producción.

La quinta ubicación es compartida por Arabia Saudita y Chile. Los de Medio Oriente están construyendo la futurista «ciudad inteligente» de NEOM, emplazada a orillas del mar Rojo, en el noroeste del país. Se prevé que un proyecto de 5.000 millones de dólares instale 4 GW de electrolizadores el año próximo

Por su parte, Chile, considerado una de las mecas de la energía solar, fue el primero en la región en presentar una «Estrategia nacional de hidrógeno verde». Está erigiendo parques en Antofagasta, en el extremo norte, de 1.6 GW. En el sector opuesto de la delgada nación, en la Región de Magallanes y de la Antártida Chilena, se usará energía eólica para generar 1.25 GW de e-combustibles.

¿Qué pasa con el hidrógeno en Argentina?

En el país existen cinco empresas que desarrollan estudios para producir hidrógeno.
La que tiene más experiencia es Hychico, cerca de Comodoro Rivadavia, Chubut. Su capacidad eólica alcanzaría para instalar un parque de 2.6 GW que produciría unas 170.000 toneladas de hidrógeno al año y unas 200.000 toneladas de amoníaco para exportar a Europa o Asia. Costará unos seis mil millones de dólares.

Un poco más abajo, en Puerto Deseado, Santa Cruz, se están instalando torres de medición para otro gran emprendimiento futuro. Pronto, ingresará en una etapa inicial el proyecto exportador denominado Orkeke.

La firma alemana Abo Wind ya tiene más de 6.000 hectáreas aseguradas en la Patagonia y acumula más de 1.5 GW de potencia instalada en Neuquén donde se encuentran Alto Valle y Andinos, dos plantas con un nivel muy avanzado.

El holding austríaco RP Global se embarcó en un proyecto para exportar hidrógeno desde el sur y para ello ya compró 230.000 hectáreas de terreno.

La Agencia Francesa de Desarrollo ejecutará el proyecto de generación de hidrógeno verde termo-fotovoltaico de 200 MW en El Pongo, Jujuy.

Las ventajas de Argentina son enormes: recursos naturales como el viento patagónico y el sol de la Puna; amplia disponibilidad de terreno; infraestructura existente y mejorable; acceso directo a la costa y puertos; baja densidad poblacional e impacto ambiental socialmente aceptable.

Fuente: Diario Uno