La primera prueba exitosa de una turbina de gas propulsada únicamente por hidrógeno ha abierto la puerta a la descarbonización de grandes consumidores de energía como las plantas de cemento. La organización gestora del proyecto anunció el miércoles el éxito de la prueba.

Frank Lacroix, subdirector general de la compañía francesa Engie dijo orgulloso: «Acabamos de lograr un hito mundial al inyectar 100% de hidrógeno en una turbina de gas para producir electricidad».

Esta empresa es miembro del consorcio Hyflexpower junto con la alemana Siemens Energy, la británica Centrax y otras universidades europeas.

El experimento se llevó a cabo en una fábrica de papel cerca de Limoges (centro de Francia) y demuestra, según sus promotores, que «el hidrógeno puede servir como medio flexible de almacenamiento de electricidad», al igual que las baterías, lo que abre perspectivas para la rápida descarbonización de sitios industriales muy emisores de CO2.

«Ahora ya somos capaces de aprovechar la sobreproducción de energías renovables eléctricas (en forma de hidrógeno), almacenarla en un sitio y utilizarla en forma de electricidad en la industria», dice Lacroix.

Antes de alimentar la turbina, el hidrógeno se producía mediante un electrolizador instalado en las instalaciones del fabricante de contenedores de papel Smurfit Kappa.

El experimento se realizó con una turbina de gas tipo Siemens Energy SGT-400 cuyo sistema de combustión fue modificado para quemar hidrógeno, medida similar a reemplazar el combustible en el motor de un automóvil, según el experto.

A diferencia del gas, se dice que el hidrógeno es «más rápido» y «más caliente», y el control de seguridad también es más delicado.

Para controlar el conflicto fue necesario superar problemas de resistencia de los materiales y de restauración de la cámara, además de realizar «ajustes específicos», según Lacroix.

«La ventaja a largo plazo es poder convertir parques existentes de turbinas mediante modificaciones simples», dijo el director del proyecto Hyflexpower en Engie Solutions, Gaël Carayon.

Las plantas de cemento, acerías, refinerías y otras «industrias cuya descarbonización es compleja» son los principales objetivos, según Engie.

«El próximo paso será producir no solo electricidad, sino también calor», agregó Lacroix. Los principales modos de transporte internacional, el aéreo y el marítimo, podrían beneficiarse más adelante.