Los años 2022 y 2023 marcaron el inicio de la carrera de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP); en ella se graduaron David Williams Rogers, el primer argentino, y Valentina Marletta, la primera mujer. El impacto fue tan gran que provoca un aumento significativo en la carrera: con 427 inscriptos, fue la Ingeniería más elegida.

El ciclo lectivo 2024 registró un incremento del 32% en relación a las inscripciones de los últimos diez años, con más de 2.000 alumnos registrandos se encargando en alguna de las 13 carreras que se dictan en la Facultad de Ingeniería de la UNLP.

En relación an esto, Rossana Di Domenicantonio, secretaria de Articulación Educativa y Seguimiento Académico, mencionó que el ámbito aeroespacial se desarrolló de manera sostenida y que este año «explotó» el número de inscriptos, sumando: «Es la más numerosa en cantidad de inscriptos en la Facultad este año, seguida por Ingeniería en Computación con 321 e Ingeniería Industrial con 263.»

Recordemos que la carrera cambió su nombre de Aeronáutica a Aeroespacial en 2020 y contaba con apenas 120 alumnos inscritos en promedio.

Demanda laboral y currícula actual: diversas razones, incluyendo la importancia de Di Domenicantonio como profesora titular de «Matemática para Ingeniería» (Mate Pi), han sido factores clave en el crecimiento de inscriptos: son carreras estratégicas para el país y tienen una gran demanda. laboral de profesionales en cualquiera de sus disciplinas.

La secretaría demostró que programas de estudios como Aeroespacial o Energía Eléctrica incluyen elementos de contenido vigentes en su plan de estudios. Es importante ressaltar que los primeros 4 ingenieros en energía eléctrica del país, se graduaron de la Facultad el 21 de diciembre pasado.

David Williams Rogers, el estudiante que abrió el camino

David Williams Rogers, platense, se convirtió en el primer licenciado en Ingeniería Aeroespacial en la historia de la educación argentina en menos de 24 años. La nueva especialidad que eligió el barrio de Gonnet, un barrio platense, alcanza especificidades que van más allá de la atmósfera: alcanzan la extensión del espacio exterior.