Histórica condena a un país por no realizar los esfuerzos suficientes contra el cambio climático
Dos mil mujeres plantearon una cuestión legal y un tribunal europeo falló de manera unánime a su favor. La Justicia consideró que disfrutar del medio ambiente es un derecho humano y no cuidarlo es un delito.
Dos mil mujeres festejaron por las escaleras y pasillo de la Corte Europea en Estrasburgo, Francia. En un fallo histórico, pusieron en el banquillo de los acusados a un país y lograron que lo condenaran. Las Activistas de la Asociación Suiza de Mujeres Mayores por el Clima consiguieron que Suiza -su país- fuera condenada porque la no protección del medio ambiente es la violación de un derecho humano.
Las mujeres demandaron que el gobierno de su país no hizo los esfuerzos suficientes para luchar contra el cambio climático. En consecuencia, todas las mudanzas negativas que se ven y comienzan a sufrir por el calentamiento global afectan la calidad de vida que es, para el tribunal europeo, un derecho humano básico.
La protección del medio ambiente, un derecho humano
Las mujeres suizas llevaron adelante la presentación en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) contra su propio gobierno. Primero accionaron en los tribunales de la Confederación Helvética, pero poco menos que su denuncia fue tomada a risa al ser desestimada.
Sin embargo, las activistas de la Asociación Suiza de Mujeres Mayores por el Clima no se desanimaron, sino que encontraron más impulso para sus reclamos. Fue entonces que recurrieron ante el TEDH. Si bien el Código europeo no dice nada sobre este daño al medio ambiente, el Tribunal de Estrasburgo ya ha tenido fallos por daños que provoca no actuar contra el cambio climático.
Así fue que llegó hasta esa ciudad francesa, sede del TEDH, la causa de las mujeres suizas. Finalmente, los jueces llegaron a un veredicto y por unanimidad. El aspecto más duro de la denuncia de las mujeres es que la falta de acción gubernamental las ha puesto en riesgo de morir. Por ejemplo, por las olas de calor cada vez más frecuentes y extensas en Europa.
Histórico fallo con una condena simbólica
Los 17 jueces del TEDH hallaron la herramienta para darle sustancia a su fallo. Condenaron a Suiza porque sus tribunales locales no le dieron la entidad necesaria a la denuncia y no la analizaron. «El derecho a un proceso justo es un derecho básico y eso no fue respetado por el gobierno suizo», dice la sentencia.
Sin embargo, la condena no tendrá una pena efectiva o una multa. Pero sienta un precedente histórico para el futuro, especialmente para los sistemas judiciales de los países.
Esto puede tomarse como un aviso para lo que se ha interpretado como un fallo salomónico: el mismo tribunal desestimó una presentación similar de jóvenes portugueses, pero que litigaron contra 32 países por no luchar contra el cambio climático.
El tribunal europeo rechazó este otro caso, aunque por un motivo que puede revertirse en las justicias ordinarias locales. No se pronunció sobre el tema de la contaminación ambiental por entender que la Justicia de esos países tienen instancias para ocuparse de la cuestión.
Teniendo en cuenta lo que Estrasburgo determinó sobre Suiza, se espera que los demás países ahora pongan interés en las denuncias en su contra.
Un apoyo muy especial para las suizas contra el calentamiento global
La joven sueca militante por la ecología Greta Thunberg estaba entre el público que escuchó y celebró la sentencia contra Suiza. Llegó desde los Países Bajos, en donde fue detenida por la policía por participar de un acto político que bloqueó las calles en la ciudad de La Haya, sede de la Corte Penal Internacional.
Ahora en Estrasburgo, en donde acompañó a la Asociación de Mujeres Suizas («Verein KlimaSeniorinnen Schweiz», en alemán) y contenta por el fallo, dijo: «Estos fallos son una llamada a la acción. Subrayan la importancia de llevar a nuestros gobiernos nacionales ante los tribunales».
Los jueces europeos esperan que, de una buena vez, los gobiernos tomen acciones reales y efectivas para evitar que el planeta supere el umbral de 1,5° Celsius de mayor calor, meta fijada en el acuerdo climático de París en 2015. Sin embargo, en este mismo día de la condena a Suiza, la Agencia Climática europea volvió a alertar sobre el mantenimiento de temperaturas globales por encima de ese objetivo.
“La crisis climática es una crisis de derechos humanos”, acaban de declarar 17 jueces del tribunal europeo. Falló histórico que obliga a los gobiernos a reaccionar.