Investigadora de la CNEA recibió la Distinción Franco-Argentina en Innovación
Se trata de la doctora Guillermina Urretavizcaya, del Centro Atómico Bariloche, por el desarrollo de un prototipo generador de energía eléctrica basado en virutas de descarte de aleaciones de magnesio recicladas, a partir del uso de hidrógeno.
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva entregó la Distinción Franco-Argentina en Innovación a la doctora Guillermina Urretavizcaya -investigadora del CONICET en el Departamento Fisicoquímica de Materiales, de la Gerencia de Investigación Aplicada del Centro Atómico Bariloche (CAB – CNEA)- por el desarrollo de un prototipo de generador de energía basado en descartes industriales reciclados, a partir del uso de hidrógeno.
Esta distinción que otorga la cartera científica tiene como fin difundir productos y procesos que mejoren la calidad de vida de la sociedad. “Es una gran alegría este reconocimiento al trabajo realizado por todo el grupo a lo largo de tantos años y, al mismo tiempo, significa un nuevo empuje para enfrentar los desafíos que vienen gracias al apoyo financiero para continuar con el proyecto”, expresó Urretavizcaya.
Generar energía aprovechando residuos
El motivo de la distinción fue el desarrollo de un prototipo de generador de hidrógeno basado en descartes industriales. “El hidrógeno lo obtenemos a partir de la reacción con agua de virutas de descarte de aleaciones de magnesio (MG) recicladas. Esta reacción química se llama hidrólisis y los únicos productos son hidrógeno e hidróxido de magnesio, una sustancia inocua para el medio ambiente”, explica Urretavizcaya.
“Por el contrario -agrega la investigadora-, las virutas de aleaciones de magnesio son un pasivo ambiental, principalmente porque el Mg es pirofórico (puede prenderse fuego espontáneamente). Entonces, con este proceso convertimos el Mg en hidróxido de Mg y, además, producimos hidrógeno. De esta manera, hay una doble ventaja”.
Pero para que la reacción de hidrólisis ocurra en un tiempo apropiado es necesario acondicionar, previamente, las virutas descartadas, las cuales se obtienen del maquinado de ánodos de sacrificio (como los que se usan en los termotanques, por ejemplo) y de cajas de cambio de automóviles (cedidas por la empresa Volkswagen).
Este proceso de acondicionamiento de las virutas -que fue desarrollado por los investigadores del CAB en su laboratorio- consiste en la molienda mecánica con agregado de aditivos. “Esto nos ha permitido obtener un material con muy buen rendimiento y velocidad a escala de laboratorio. El hidrógeno que se produce de esta forma puede aprovecharse para alimentar una celda de combustible, que es un dispositivo que convierte el hidrógeno y el oxígeno en agua y produce energía eléctrica. Con esa energía se podría alimentar un dispositivo pequeño o cargar un celular”, resume la investigadora.
De esta forma, el proyecto contribuye a la difusión de la tecnología del hidrógeno y propone el aprovechamiento de virutas de descarte para producir energía limpia. A su vez, se reduce un pasivo ambiental y se produce electricidad sin liberación de gases que contribuyen al efecto invernadero.
Actualmente, trabajan en el prototipo cuatro especialistas del Centro Atómico Bariloche. “Tenemos, además, una colaboración con un grupo del Institut de Chimie de la Matière Condensée (ICMCB) de la Universidad de Bordeaux, Francia, en esta temática”, indica la investigadora.
Según Urretavizcaya, los próximos pasos serán acondicionar el material hidrolizable para ser usado en el generador. Además, se trabajará para completar el diseño y la fabricación del prototipo, integrado por el generador y la celda de combustible.
Sobre la distinción
Organizada por el Institut Français d’Argentine (IFA) en la República Argentina, con el apoyo de la empresa Total Energies, junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, la Distinción Franco-Argentina en Innovación tiene como objetivo estimular y difundir los procesos de transferencia de conocimientos y tecnología, aplicados a productos y/o procesos que mejoren la calidad de vida de la sociedad y busquen promover las innovaciones tecnológicas en el área de energías, tecnologías del agua y otros.
La Distinción SENIOR -en la cual fue premiada Guillermina Urretavizcaya- consiste en un premio de €12.000 (doce mil euros) más un subsidio en pesos argentinos destinado a cubrir los gastos de traslado Argentina-Francia y manutención por un máximo de siete días para la estadía de investigación en un laboratorio/Universidad/centro de investigación, polo tecnológico y/o empresa de base tecnológica que desarrolle temas relacionados al proyecto ganador.