«LA ENERGÍA NUCLEAR DEBE JUGAR UN PAPEL IMPORTANTE EN LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA DE NUESTRO PAÍS»
Un panorama general de la situación de las plantas nucleares acordadas con China, las diferentes tecnologías, y la experiencia técnica y de inversiones que ya lleva décadas en nuestro país. La importancia crucial de poner totalmente en marcha la planta de agua pesada (PIAP) en Neuquén. De qué se trata la iniciativa «Proyecto Nacional». Entrevista de Julián Saud, director de Revista Hamartia, al físico e investigador Andrés Kreiner, Secretario General de la Asociación de Profesionales de la Comisión de Energía Atómica (APCNEAN).
Julián Saud (J): ¿Qué beneficios tiene la energía nuclear para la provisión de energía en los hogares?
Andrés Kreiner (A): La energía nuclear ya está instalada en la Argentina desde hace mucho tiempo. Tenemos tres centrales nucleares en funcionamiento, tenemos un parque de esas tres centrales de aproximadamente 1700 megavatios, que es aproximadamente un 5 o 6% de toda la energía eléctrica producida en nuestro país. Y la energía nuclear, creo que puedo afirmarlo con conocimiento de causa, es una de las formas de energía, en particular, de producción de energía eléctrica limpia en el sentido de que no emite gases de efecto invernadero. Todos sabemos que el gran problema de la humanidad hoy en día es el quemado de los combustibles fósiles que están contaminando la atmósfera y están produciendo un cambio climático que es realmente algo muy, muy preocupante y que puede llegar a tomar proporciones digamos apocalípticas, sin exagerar. Ya sentimos los efectos de este cambio climático, y la energía nuclear creemos, que tiene que jugar un papel un importante en lo que se llama la transición energética. De hecho la energía nuclear está instalada a nivel internacional, hay una cantidad de países, entre los cuales se cuenta la Argentina, que apostaron y siguen apostando a esta forma de generación y creemos que la participación de la energía nuclear en lo que se llama la matriz energética de nuestro país tiene que aumentar.
Andrés Kreiner.
J: La puesta en marcha de ha cuarta central atómica, ¿qué podría sumarle a ese 5 o 6% que ya aporta es sistema nuclear?
A: Con una sola central más en realidad lo que vamos hacer es sostener ese porcentaje porque la demanda de energía particular de energía eléctrica va creciendo y si uno mira las proyecciones, una sola central más a lo sumo nos va a permitir mantener ese porcentaje. Realmente necesitamos, como mínimo, duplicarlo para llevarlo a un estándar internacional, aunque hay países muy importantes como Francia, por ejemplo, que tienen un enorme porcentaje de su producción este de electricidad basada en energía nuclear. Cuando digo enorme estoy hablando del, digamos, del orden del 70%.
J: Para nosotros llegar a ese porcentaje ¿qué implica, muchas más centrales atómicas?
A: Exactamente, implica mucha más centrales atómicas. Entonces, por lo menos, nosotros venimos desde hace tiempo… Cuando digo nosotros estoy hablando en realidad en nombre de la asociación de profesionales de la comisión de energía atómica y de la actividad nuclear. Yo soy el secretario general de esa asociación y hace mucho tiempo venimos bregando por recuperar el programa que estaba aprobado en el 2015, que consistía en la instalación de dos nuevas centrales. Una de la tecnología que nosotros tenemos, que es la de agua pesada y uranio natural. Las tres centrales nuestras trabajan con esta tecnología, es una tecnología que conocemos bien que además somos propietarios de esa tecnología. Pudimos, en particular, terminar exitosamente el proyecto de extensión de vida de la central de Embalse, que es una de las tres. Ahora la tenemos por 30 años más a un costo bastante reducido porque lo más barato y eficiente es prolongar la vida útil de las centrales que tenemos. Pero esto no es suficiente, tenemos que agregar más generación nucleoeléctrica. El plan en su momento era una central equipo CANDU, se llama así porque está sigla viene de Canadá, deuterio y uranio. Deuterio es el agua pesada y uranio es el combustible, y en el caso de agua pesada es uranio natural. Y además estaba prevista la instalación de una central de origen chino de tipo PWR, es una sigla en inglés que es Pressurized Water Reactor, es una central de otra tecnología, tecnología de uranio enriquecido y refrigerada por agua liviana, al contrario, o digamos en contraposición a las centrales que se llaman PHWR que es Pressurized Heavy Water Reactor que son las nuestras, las que tienen uranio natural y son refrigeradas y moderadas con agua pesada.
J: ¿De qué es trata el acuerdo que se firmó en 2015?
A: Hubo un acuerdo en su momento que se firmó con la República Popular de China para que china financiara primero una central CANDU este y luego financiara una central PWR, que es la tecnología que los chinos están impulsando. Si bien ellos también tienen algunas centrales de agua pesada, donde pretenden seguir quemando el combustible, porque el combustible nuclear de las centrales de uranio enriquecido cuando se descargan de una central de ese tipo todavía tiene mucho uranio, uranio 235 que es el material fisionable, y ese se puede seguir quemando en las centrales de agua pesada. Ese plan fue desbaratado durante el gobierno anterior. La tecnología nuestra fue dada de baja, literalmente, se discontinuó y se dio de baja, mandando a pérdida a inversiones muy, muy importantes que hizo la Argentina a lo largo de muchos años.
J: ¿Cómo fue que se dio de baja?
A: A través de una disposición, de una reglamentación dentro de la propia empresa Nucleoeléctrica Argentina y la otra central tampoco se materializó, se dilató la decisión y finalmente no se concretó absolutamente nada, de manera que eso fueron cuatro años perdidos. Y ahora estamos también, después de varios años idas y vueltas, estamos… Por un lado se reflotó Nucleoeléctrica Argentina, con la nueva conducción que entró en 2021, liderada por el ingeniero Antunes, que es la persona que también estuvo al frente de la terminación de Atucha II, una de las personas más capaces en este terreno que tenemos. Esto fue dado de alta, nuevamente, oficialmente se anuló aquella reglamentación o disposición y hoy en día en principio tenemos de nuevo aprobado un proyecto que se llama Proyecto Nacional, que implica la construcción por Núcleoeléctrica Argentina de una central tipo CANDU similar a la que tenemos en Embalse, en Córdoba. Y esto también tiene asociada el reflotamiento de la planta industrial de agua pesada que es una planta que la Argentina construyó con una inversión muy importante, estamos hablando de sumas superiores a los mil millones de dólares, también esa planta está parada desde el 2017. Y ahora hay una decisión y hay algún presupuesto asignado como para que vuelva a producir.
J: ¿De qué se trata esa planta que está parada?
A: La planta industrial de agua pesada, la famosa PIAP, que es la que necesitamos, por un lado, para reponer el agua pesada que se va consumiendo en nuestras centrales. Lamentablemente ya hemos tenido que comprar agua pesada en el exterior. No hay realmente un mercado de agua pesada, de manera que ni siquiera tenemos asegurada la provisión de para nuestras centrales, con lo cual es imperativo, de suma importancia, volver a poner a funcionar esta planta, porque sin en el agua pesada nuestra central no funciona. Y pensando además para el plan del Proyecto Nacional, que es una central CANDU propia, básicamente con recursos propios esta vez porque la mayor parte, estamos hablando de entre el 70 y 80% del costo, se puede hacer localmente en pesos. Sin el agua pesada estas centrales no funcionan, es un insumo esencial. En los últimos años hemos visto el una creciente demanda muy importante a nivel internacional, no solo para las centrales que están funcionando hoy en día, sino que hay una demanda de agua pesada muy importante en otros sectores como el sector electrónica y el sector médico, de manera que este el reflotamiento de la planta industrial de agua pesada es algo ampliamente justificado para sustituir importaciones, de muchos millones de dólares que necesitamos para nuestras centrales, y además es un insumo exportable de alto valor agregado porque producir agua pesada es un proceso industrial complejo que la Argentina domina, entonces esto es parte integral del programa que creemos que la Argentina debe impulsar decididamente para incrementar la generación nucleo eléctrica y por otro lado con estos beneficios adicionales.
J: Volviendo al acuerdo con China, hay dos plantas, la de tecnología que dominamos por experiencia, y la de tecnología que China propone. ¿Ambas están financiadas de manera similar?
A: No, la central argentina, en esta oportunidad, no tiene financiamiento chino. Eso se perdió porque, justamente, cuando aquel convenio que se cerró en el 2015 se dio de baja, esa oportunidad o esa posibilidad, se perdió. Sí, China está dispuesta a financiar la central que nos quieren vender pero, usted también sabe que esa central, hoy por hoy, está la negociación parada.
J: Para entender mejor, para la tecnología CANDU, que es la que conocemos a fondo, ¿solo se hace con financiamiento argentino o se le pedía financiamiento a los chinos para esto?
A: No, la idea en este momento es que el 70%, o algo más de todo el costo de esa central CANDU argentina se va a hacer en pesos con moneda local. Ahí hoy por hoy no hay una intervención de China. La intervención de China está en el otro reactor que es el que China quiere vender tanto a la Argentina como en el mercado internacional, y también esa iniciativa está en este momento parada.
J: ¿Entonces, hay presupuesto para llevar adelante esa central nuclear CANDU, o no?
A: Poco presupuesto. Digamos que, de un punto de vista legal y jurídico, el proyecto está aprobado, tiene muy poco financiamiento y esto es lo que hay que impulsar: El Proyecto Nacional. Así es el nombre que se le ha dado, Proyecto Nacional. Es el desarrollo local por, mayoritariamente, la industria nuclear Argentina de una central similar a la central nuclear de Embalse, este es el proyecto que este estamos, también desde hace muchos años, impulsando y tratando de poner de pie por lo menos ahora está aprobado como una posibilidad. Lo que hace falta es inyectar recursos significativos para poder avanzar con eso.
J: Si China aceptara financiarla, ¿sería una buena noticia?
A: Bueno, si China quisiera financiar, China u otro país quisiera financiar esa central, me parece que sería una posibilidad aceptable. Por otro lado, le digo, que si nosotros podemos construir esa central con recursos propios me parece que eso es una posibilidad muy conveniente porque todo financiamiento externo sabemos que se constituye una deuda que tarde o temprano hay que pagarla de alguna manera. Dinero que entra a la Argentina de afuera en dólares, tarde o temprano debe ser pagada en dólares. Y esto o se paga con exportaciones, o sea con productos, o se paga en dinero pero este creemos que es una buena posibilidad así como se está financiando en este momento la extensión de vida de ATUCHA I. Que es la central más antigua que tenemos, que se inauguró en el ’74, y que está llegando al fin de su vida útil. Se la puede se la puede extender y ese financiamiento se ha conseguido en el mercado local a través de una emisión de deuda pero interna. También en su momento se usó el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses para terminar ATUCHA II. O sea, hay posibilidades de obtener financiamiento local y esto tiene sus ventajas, ya sabemos que el tema de la deuda es siempre una carga muy pesada; yo no lo excluyo, digamos, porque es sería una inversión en una infraestructura importante que necesitamos porque la Argentina, como todos los países, necesita entrar de lleno en la transición energética. Tarde o temprano los combustibles fósiles va a ver que desactivarlos porque a la larga no son sostenibles y necesitamos incrementar, sin lugar a duda, las otras formas de generación. Ahí la nuclear tiene que jugar un papel en particular, por algo que no mencione pero que es bien sabido, que la generación nuclear no está sujeta a ningún tipo de intermitencias como si lo están las formas de energía renovable, como la solar y la eólica, que son formas muy interesantes pero tienen una variabilidad intrínseca y no están disponibles, obviamente, las 24 horas del día y los 365 días del año como sí lo está una central nucleo eléctrica.
Fuente: Hamartia