La mayor distribuidora de electricidad del país, con fuerte caída de ingresos
A pesar de la suba de tarifas y de la segmentación, los ingresos de la compañía cayeron por el atraso tarifario en relación a la inflación.
Edesur es la mayor distribuidora de electricidad de la Argentina, teniendo en cuenta que ofrece sus servicios a cerca de 2,5 millones de clientes, llega a más de dos millones de hogares y su área de concesión es de 3.300 km2 distribuidos en la zona sur de Capital Federal y 12 partidos de la provincia de Buenos Aires.
A pesar de esta dimensión y de que el Gobierno estableció un sendero de aumentos de las facturas que pagan sus clientes a través de la segmentación tarifaria, la compañía viene arrastrando un problema estructural en sus ingresos.
Es más, en los últimos dos años acumuló pérdidas cercanas a los $30.000 millones ($18.790 millones en el 2021 y $9.156 millones en el 2020), números que sirven para entender el preocupante escenario que atraviesan las distribuidoras cuyo negocio depende de los vaivenes de la política oficial.
Este escenario y los años de congelamientos terminó por desgastar las estrategias comerciales de las empresas que deben aceptar competir en un negocio donde las ganancias se encuentran reguladas pero los costos crecen a la misma velocidad que la inflación.
En el caso de Edesur esta política oficial la llevó a convertirse en la distribuidora con las tarifas más bajas de la Argentina y de Latinoamérica.
«Nuestra distribuidora sufre un problema estructural en sus ingresos, ya que el retraso de VAD genera un EBITDA negativo», admite Claudio Cunha, country Manager de Enel Argentina, en un comunicado enviado por la distribuidora a la Comisión Nacional de Valores (CNV), para informar los resultados de su balance correspondiente a los primeros nueve meses del 2022.
El ejecutivo se refiere al llamado valor agregado de distribución (VAD), que refleja el costo marginal de la prestación del servicio, e incluye los costos de desarrollo e inversión en las redes, de operación y mantenimiento y de comercialización, así como también las depreciaciones y una rentabilidad justa y razonable sobre el capital invertido.
Para Claudio Cunha, Edesur «sufre un problema estructural en sus ingresos, ya que el retraso de VAD genera un EBITDA negativo»
El valor que asuma este término es decisivo para que la obligación de servicio sea económicamente factible, lo cual en estos momentos no se aplica ya que las compañías no pueden actualizar sus ingresos de acuerdo al incremento de sus gastos, ya que los fondos adicionales que provendrán de los retoques tarifarios se trasladarán a las arcas del Estado nacional y no a las cajas de las distribuidoras.
En este sentido, cabe recordar que el mes pasado se publicó la Resolución del Ente Nacional de Regulación de la Electricidad (ENRE) 314/2022 en la cual se publicaron los nuevos cuadros tarifarios aplicables a partir del 1° de septiembre que contemplan los precios estacionales para los usuarios residenciales de Nivel 1, Generales, Alumbrado Público, T2/Peaje y T3/Peaje menor a 300 kW establecidos por las Resolución SE 627 y 629/2022.
La medida indica que, para los usuarios residenciales de los Niveles 2 y 3 y para las Entidades de Bien Público, continúa vigente el cuadro tarifario dispuesto en la Resolución ENRE N° 221/2022, que la categoría residencial aumenta en promedio un 40%, mientras que el resto de las categorías registran una suba de entre el 21% y el 33%, y que, al no haber habido modificación de la remuneración de la distribuidora, la participación del VAD se sitúa en el orden del 20% de dicha tarifa media (considerando el efecto impositivo).
También se debe mencionar que el 21 de septiembre se publicó otra Resolución del ENRE, la 435/22, que estableció el nuevo cuadro tarifario y el esquema de facturación para los clientes residenciales de Nivel 3 y una nueva tarifa media con vigencia retroactiva al 1° de septiembre. La norma indica que adicionalmente, la nueva tarifa media de Edesur es $8.808 por kWh, mostrando una suba del 12,4% respecto a la de agosto, pero la aplicación efectiva de esos precios diferenciados fue diferida hasta este mes de octubre.
De todos modos, Edesur lleva invertidos $20.000 millones entre enero y septiembre pasados con el objetivo de continuar mejorando el servicio. Lo hace a pesar que en los primeros nueve meses del 2022, sus ingresos registraron una disminución del 6% como consecuencia, principalmente, del atraso tarifario en relación con la inflación interanual, mientras que las ventas de energía, en términos físicos, presentaron una mejora del orden del 5%.
En el caso del EBITDA acumula una pérdida de $9.712 millones debido a la caída en los ingresos junto con los mayores costos operativos registrados y a una mayor provisión por el deterioro de los créditos por servicios.
De todos modos, Edesur lleva invertidos $20.000 millones entre enero y septiembre pasados con el objetivo de continuar mejorando el servicio. Lo hace a
Edesur lleva invertidos $20.000 millones entre enero y septiembre pasados con el objetivo de continuar mejorando el servicio
Mejoras en los resultados
El balance también refleja que el resultado operativo (EBIT) de la distribuidora propiedad del grupo italiano Enel se vio afectado por la caída registrada en todos sus indicadores.
De todos modos, la compañía pudo mejorar su resultado final respecto del de igual período del año anterior, con una ganancia de $5.011 millones contra una pérdida de $27.155 millones.
Sin embargo, este cambio no fue impulsado por una mejor posición de su caja sino fundamentalmente por factores externos como el ajuste por inflación, junto a un menor cargo del impuesto a las Ganancias, todo lo cual fue compensado parcialmente por mayores costos financieros netos.
En este sentido, su deuda neta mejoró con respecto a la de diciembre de 2021, pasado a $2.415 millones de los $6.866 millones del 2021, debido a los mayores saldos de efectivo e inversiones corrientes junto con menores saldos de deuda financiera.
En el caso de las inversiones, la compañía informa que «ascendieron a $19.763 millones en los primeros nueve meses de este año que, junto a las que vino realizando, han permitido disminuir la duración promedio de los cortes en aproximadamente 60% en los últimos cinco años».
Indicadores operativos
El balance de Edesur refleja además que durante los primeros nueve meses de este año, la demanda acumulada de energía eléctrica en su área de concesión aumentó 3,2% con respecto a igual período del 2021, habiendo alcanzado 16.013 GWh.
«Analizando la demanda por tipo de usuario, se evidencia que la demanda chica o residencial refleja un incremento del 3%, demanda ligada en mayor o menor medida a la temperatura», señala el trabajo.
A su vez, detalla que el sector comercial (consumos intermedios) y sector industrial, evidenciaron incrementos del 1,3% y 9,7% respectivamente, impulsando el crecimiento de la demanda post pandemia. En cuanto a las ventas de energía de 12.400 GWh tuvieron un incremento del 5% con respecto a igual período del año anterior (11.800 GWh), debido al aumento del consumo eléctrico en todas las categorías de usuarios.
También gracias a que la compañía registró un aumento de 46.402 clientes en comparación con igual periodo del año anterior, debido principalmente al crecimiento de los clientes de tarifa T1 o de pequeñas demandas de uso residencial.
Con respecto a las pérdidas acumuladas de energía al 30 de septiembre fueron del orden del 20%, manteniéndose dicho porcentaje en comparación con el mismo período de 2021.
Fuente: iprofesional