La mayor distribuidora eléctrica del país sigue acumulando pérdidas
En lo que va del año ya perdió casi $18.000 millones, aunque incrementó las inversiones a algo más de $21.000 millones para intentar sostener el servicio.
A pesar de los últimos aumentos tarifarios y del proceso de segmentación de tarifas, las principales distribuidoras de electricidad del país siguen afectadas por balances negativos y una fuerte incertidumbre sobre el futuro de sus operaciones.
Tal como sucedió el año pasado, el escenario se repite en lo que va de este 2023, por lo menos en el caso de Edenor, propiedad del grupo de los empresarios Daniel Vila y José Luis Manzano, considerada la mayor distribuidora de energía de la Argentina en términos de cantidad de clientes y electricidad vendida, con 3,2 millones de usuarios y el 20% de la demanda total de electricidad en el país.
Entre enero y junio pasado, la compañía registró pérdidas por $17.152 millones que, de todos modos, fueron mucho menores a los $21.227 millones que había perdido durante el mismo período del 2022.
Pero, a pesar de este resultado negativo, Edenor incrementó las inversiones que llegaron a los $27.709 millones contra los $18.637 del año pasado, lo cual muestra un escenario de incremento del dinero destinado a sostener sus operaciones con fuertes pérdidas operativas.
El detalle se encuentra incluido en el informe que la distribuidora envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV) para reflejar los resultados financieros correspondientes a los primeros seis meses de este año.
La compañía registró pérdidas por $17.152 millones que, de todos modos, fueron mucho menores a los $21.227 millones que había perdido durante el mismo período del 2022.
En ese informe, la compañía sostiene que las recientes actualizaciones tarifarias, que implicaron un incremento del Valor Agregado de Distribución (VAD) del 107,8% para abril, y del 73,7% para el mes de junio, «resultaron en una mejora en el margen bruto de la sociedad en pesos para el primer semestre del año».
A pesar de que su resultado de operación aún arroja cifras negativas, estas medidas sumadas al inicio del proceso de Revisión Tarifaria Integral (RTI) a partir de junio y que se prevé culminar en 2024, la compañía agrega que ambos hechos «conllevarán a un sano equilibrio en las finanzas».
Ingreso y margen
En el documento, Edenor agrega que la sociedad mantiene los niveles de calidad del servicio eléctrico, registrando los mejores indicadores globales de calidad de servicio técnico de su historia (SAIDI y SAIFI). Asimismo, el paper marca como récord la percepción de sus clientes del servicio recibido.
«Las cifras correspondientes al período del año anterior han sido re-expresadas para considerar los cambios en el poder adquisitivo del peso, conforme a lo establecido en la Norma Internacional de Contabilidad N° 29 y en la Resolución General N° 777/2018 de la Comisión Nacional de Valores», asegura el informe.
En este marco, los ingresos y el margen bruto reflejaron en términos reales incrementos del 14% y 4%, respectivamente, respecto del mismo período del año anterior, como consecuencia del incremento del VAD resultante de los nuevos cuadros tarifarios con vigencia durante el segundo trimestre pasado.
En el caso del EBIT, resultó en una pérdida de $30.957 millones, que refleja el incremento generalizado en los costos de operación y también aún un bajo margen bruto debido al retraso tarifario todavía existente, aunque con perspectivas hacia la mejora en el futuro cercano.
El resultado negativo, agrega el documento de Edenor enviado a la CNV, «muestra principalmente por el deterioro del resultado operativo y por una mayor carga financiera originada por el diferimiento del pago de las obligaciones con el Mercado Eléctrico Mayorista».
En el documento, Edenor agrega que la sociedad mantiene los niveles de calidad del servicio eléctrico, registrando los mejores indicadores globales de calidad de servicio técnico de su historia.
Con relación a las inversiones, durante los primeros seis meses de este año, Edenor informó que alcanzaron los $27.709 millones, que a valores constantes son un 49% mayor a las registradas en el primer semestre de 2022, lo cual demuestra que continuamos ejecutando nuestro plan con impacto positivo directo en la calidad del servicio.
En cuanto a las ventas de energía durante este primer semestre se incrementaron en un 7%, alcanzando 12.177 GWh en comparación con los 11.391 GWh vendidos durante el mismo período del año anterior, mientras que el nivel de clientes se mantuvo constante.
Segmentación sin impacto
Claramente, los nuevos escenarios tarifarios establecidos por el Gobierno y la nueva estructura de segmentación tarifaria no impactan de manera positiva en Edenor ni en el resto de las distribuidoras de luz y gas, ya que la reducción de los subsidios y el consiguiente aumento de ingresos queda en manos de CAMMESA y no en las cuentas de las compañías. En el sector explican que el cambio de ecuación no permite mejorar los ingresos y aseguran que los últimos aumentos tampoco fueron considerados como adecuados y acordes al nivel de inflación que muestra la economía argentina.
Las empresas consideran que la segmentación es un procedimiento de política energética que redistribuye los fondos que el Gobierno vuelca todos los años a mantener congelado el precio de la energía y el gas con el objetivo de darle una mayor equidad a ese reparto para evitar que todos los usuarios de los servicios públicos sigan siendo beneficiados de la misma forma sin importar sus niveles de ingresos.
Es decir, no van a ayudar a dejar atrás la complicada ecuación financiera por la que atraviesan como consecuencia del congelamiento de tarifas en un país donde los costos no dejan de subir por el impacto de la inflación que no baja del 50% anual.
Entienden que sólo será una ayuda siempre que el aumento sea mayor al ingreso de caja, pero estará lejos de resolver la incertidumbre que vienen sufriendo con respecto a la operatividad de sus servicios. Por lo tanto, la tarifa plena que pagarán los sectores de mayores ingresos no será suficiente para mejorar los ingresos de las distribuidoras que también dudan de la capacidad de las autoridades para poder cobrar el verdadero costo de los servicios teniendo en cuenta que se encuentra pisado y sin cambios desde hace ya más de 13 años, por lo cual no se sabe a ciencia cierta el valor real actual.
Fuente: iprofesional