Los gobiernos de la región apuntan a promover la integración eléctrica en toda América del Sur
El progreso en la transición energética regional y el fortalecimiento de los lazos entre países son esenciales para atraer inversiones en el sector de energías limpias, según los funcionarios. Los empleados enumeraron sus prioridades sobre la necesidad de seguir adelante con un plan regional.
El objetivo del Consenso de Brasilia (CB) fue fortalecer los lazos entre países vecinos mientras los viceministros de Energía de las doce naciones sudamericanas se reunieron en la sede de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), en medio del debate sobre la vulnerabilidad y riesgos. de los sistemas energéticos de América Latina y el Caribe.
A la reunión asistieron representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela. Se comprometieron a promover la cooperación y la integración en diversas áreas del sector energético, con especial foco en el mercado eléctrico.
Durante este primer encuentro, los países discutieron con base en el Estudio de Interconexión Eléctrica en América del Sur elaborado por OLADE. Els delegados de los países expusieron sus objetivos, retos y posibilidades en relación a la integración energética y el imperativo de progresar en una planificación regional.
Se enfatizó la relevancia de la interconexión y la integración regional en administrar la variabilidad de las fuentes renovables, como la energía solar y eólica, y en asegurar la flexibilidad y confiabilidad del suministro durante la transición energética.
Constanza Figueroa, Coordinadora Nacional de Chile, ejerció la capacidad de Sudamérica para atraer inversiones en el sector de energías limpias y enfatizó la importancia de avanzar en la transición energética regional.
Luis Felipe Andrés Ramón, Subsecretario de Energía de Chile, por su parte, destacó la importancia del encuentro en términos de maximizar el uso de los recursos naturales, diversificar las fuentes de energía y fortalecer la seguridad energética.
Al respecto, Andrés Rebolledo, Secretario Ejecutivo de OLADE, señaló que «Suramérica y el Caribe tienen un enorme potencial en términos de complementariedad».
Un estudio sobre el impacto del cambio climático en los proyectos de infraestructura regional fue presentado ayer por OLADE. Los hallazgos mostraron que el grado de sensibilidad y vulnerabilidad variaba según el tipo de tecnología y la ubicación geográfica.
La relevancia de incluir la evaluación de riesgos climáticos en el diseño y funcionamiento de instalaciones energéticas es una de las principales conclusiones. Además, cabe destacar que las medidas de adaptación sugeridas incluyen el uso de tecnologías resistentes al calor, la gestión del uso de la tierra para minimizar la erosión y la implementación de mejores sistemas de predicción de eventos climáticos extremos.
Según el documento, «la matriz de generación eléctrica de la región de América Latina y el Caribe es predominantemente dependiente de fuentes de energía directa como la hidroenergía, que a su vez es altamente dependiente del clima, la sensibilidad de este sector y su vulnerabilidad ante variaciones climáticas extremas, son factores que deben ser evaluados y anticipados, para tomar las medidas de adaptación correspondientes, a fin de evitar desabastecimientos de energía o inclusive eventos catastróficos».