Más de 300 estudiantes universitarios participaron en el CAE del encuentro sobre desarrollo nuclear y vinculación tecnológica
Becarios universitarios de los programas Manuel Belgrano y Progresar fueron recibidos en el Centro Atómico Ezeiza de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), donde recorrieron la obra del Reactor Nuclear Multipropósito RA-10, entre otras instalaciones. Los estudiantes también conocieron las oportunidades laborales y de capacitación vinculadas al sector nuclear.
Con la presencia de ministro de Educación de la Nación Jaime Perczyk, rectores de diferentes universidades nacionales y autoridades de la Comisión Nacional de Energía Atómica encabezadas por su presidenta Adriana Serquis tuvo lugar la firma de actas de entrega de equipamiento informático para los Espacios Progresar de las universidades nacionales que participan del programa.
El acto se desarrolló en las instalaciones del Centro Atómico Ezeiza y formó parte del «Encuentro sobre desarrollo nuclear argentino y vinculación tecnológica universitaria» del que participaron becarios de los programas Manuel Belgrano y Progresar que renovaron sus becas o se incorporaron a los mismos.
«Nos enorgullece que el ministro Perczyk haya elegido este lugar para este acto, ya que para nosotros la formación de recursos humanos es uno de los pilares institucionales. De la misma manera, hoy tenemos las estrategias de la no violencia en el ámbito laboral y la no discriminación en todos sus sentidos. El aumento de la diversidad de género en todos los ámbitos de la educación lleva a una mejora en la diversidad de equipos y en la carrera laboral», señaló en la bienvenida la presidenta de la CNEA Adriana Serquis.
“Hay una decisión política de este gobierno de que haya 36 mil becas Manuel Belgrano porque nosotros queremos que estudien e investiguen en el país”, resaltó el ministro Perczyk al participar del acto por el que más de 22 mil becarios que ya hicieron el 60% de su plan de estudio renovaron la beca. “Junto a las Universidades tenemos que aportar para transformar la sociedad argentina y los jóvenes deben ser protagonistas de eso”, subrayó.
Los becarios presentes fueron especialmente invitados por la presidenta de la CNEA a recorrer las instalaciones del Centro Atómico Ezeiza y conocer la oferta de los institutos Balseiro, Sabato y Dan Beninson. «Nos enorgullece poder seguir formando profesionales de excelencia, a la vez que personas con el espíritu y la idea de que todo el trabajo que hacemos es en pos de la soberanía tecnológica de nuestro país y aportando a mejorar la calidad de vida de todas y todos los argentinos», indicó Serquis.
En nombre de las universidades nacionales presentes, el rector de la Universidad Nacional de San Martín (UNSaM) Carlos Greco puso de relieve la defensa del «derecho a la educación como una política de Estado, así como la CNEA también se conformó a partir de una política de Estado alrededor de la energía nuclear».
«Este acto ‒continuó el rector de la UNSaM‒ tiene que ver con un capítulo de la construcción de la educación como un derecho: viene a complementar lo que desde el punto de vista sistémico es la oferta del sistema universitario. Es la posibilidad de ampliar el acceso a la universidad, que la universidad esté donde la sociedad necesita. Año a año hay una demanda creciente de estudiantes de nuestros barrios que acceden a la educación superior gracias a que el sistema se expande”.
Por su parte el ministro Perczyk también anunció que este año “sumamos a las áreas estratégicas a la filosofía porque la Argentina necesita pensar hacia dónde vamos” y destacó “el compromiso de las y los 22 mil estudiantes que renovaron la beca en más de 270 títulos que cursan”.
Formación en el más alto nivel
En esta visita de los becarios universitarios al Centro Atómico Ezeiza se les informó sobre la oferta académica de excelencia que brindan los tres institutos de formación de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Los institutos Balseiro, Sabato y Dan Beninson ofrecen carreras y especializaciones orientadas a la capacitación de profesionales y técnicos con el fin de desarrollar y fortalecer las actividades y proyectos del sector nuclear argentino. Su característica distintiva es que los estudiantes reciben una beca completa y estipendio mensual y acceden a una formación académica de excelencia.
“La formación de recursos humanos tiene mucha importancia en el sector nuclear. Por ello, los estudiantes de las carreras de grado de los tres institutos tienen becas de dedicación exclusiva, para que puedan dedicarse full time al estudio”, detalló la presidenta de la CNEA Adriana Serquis.
El Gobierno nacional incluye a las carreras que se dictan en los tres institutos de la CNEA en el Programa de Becas Estratégicas Manuel Belgrano, que promueve el acceso, la permanencia y la finalización de estudios de grado en áreas consideradas clave para el desarrollo económico del país.
“Por otro lado, los jóvenes graduados, técnicos y estudiantes próximos a graduarse, cuentan con las becas de CNEA Aprender Haciendo, que ofrecen formación en temas científicos y tecnológicos desde la práctica. Esto les permite el aprendizaje en tareas específicas del sector nuclear, como por ejemplo el manejo de radioisótopos para el área de medicina o el manejo de equipamiento sofisticado que requiere una especialización muy específica que se da solamente dentro de la institución”, explicó Serquis.
Por su parte, la gerenta de Área Académica de la CNEA Florencia Cantargi, señaló que “los egresados de los institutos Balseiro, Sabato y Dan Beninson son los que después nutren al plantel profesional de nuestra institución. Los estudiantes que nos visitaron tuvieron la oportunidad de acercarse al mundo del trabajo en el sector nuclear, conociendo laboratorios y los grandes proyectos para los que después se contratará personal, como el RA-10». En esta línea, mencionó el próximo llamado a concurso para incorporar a 234 profesionales altamente capacitados.
Los institutos de la CNEA
Para acceder a las carreras de grado de los institutos de CNEA hay que contar con todas las materias aprobadas de los dos primeros años de estudios de Ingeniería o carreras afines.
Creado en el año 1955, el Instituto Balseiro (IB), ubicado en el Centro Atómico Bariloche (CAB), fue el primero de los centros académicos creados por la CNEA. En el año 1998 se concretó su formalización a través de un convenio con la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo).
El IB dicta cuatro carreras de grado: Licenciatura en Física, Ingeniería Nuclear, Ingeniería Mecánica e Ingeniería en Telecomunicaciones. Además, ofrece carreras de posgrado que incluyen los doctorados en Física, Ingeniería Nuclear y Ciencias de la Ingeniería, y las maestrías en Ciencias Físicas, Ingeniería y Física Médica. También cuenta con una Especialización en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear.
Desde 1993 se sumó el Instituto Sabato, que funciona en el Centro Atómico Constituyentes (CAC) y nació a través de un convenio con la Universidad Nacional de San Martín (UNSaM). Allí se dicta la carrera de Ingeniería en Materiales y, entre los posgrados, la maestría en Ciencia y Tecnología de los Materiales, una especialización en Ensayos No Destructivos y los doctorados en Astrofísica, Ciencia y Tecnología (Mención Física) y Ciencia y Tecnología (Mención Materiales).
El más joven de los centros de formación es el Instituto de Tecnología Dan Beninson (IDB), fundado en 2006. Está emplazado en el Centro Atómico Ezeiza (CAE) y surgió mediante otro convenio con la UNSaM. Allí se dictan la Tecnicatura Universitaria en Aplicaciones Nucleares y la carrera de Ingeniería Nuclear con Orientación en Aplicaciones. La oferta de posgrados incluye el doctorado en Tecnología Nuclear y las especializaciones en Reactores Nucleares y su Ciclo de Combustible, Radioquímica y Aplicaciones Nucleares y Física de la Radioterapia.
En todos los casos, los estudiantes realizan prácticas e investigaciones en los laboratorios e instalaciones con un adecuado equipamiento científico y tecnológico.
También cuentan con la posibilidad real de inserción laboral, ya que al finalizar sus carreras se les abren oportunidades tanto en CNEA como en distintas empresas vinculadas al sector nuclear. Además, los egresados pueden trabajar en áreas asociadas a la medicina nuclear, tanto para diagnóstico como para tratamiento, y en el campo energético nacional e internacional.