Hay que observarlo con detenimiento para comprobar que es un camión. El último diseño del estudio Art Lebedev es un semirremolque con un perfil extremadamente delgado.

Te presentamos a Gruzovikus (que significa camión en ruso), el camión eléctrico y autónomo que transporta mercancías del punto A al punto B, y que luce fabuloso mientras lo hace pese a no tener cabina. Es el resultado de 43 días de trabajo del equipo de Art Lebedev Studio, y sigue siendo el concepto más sorprendente e impresionante hasta el día de hoy, unos pocos meses después de que se hiciera público.

Gruzovikus, un concepto de camión que mira más allá del futuro

Claramente, el futuro del transporte es eléctrico y autónomo. Este camión los tiene a ambos, con una buena dosis de estética. Es increíblemente delgado, hasta el punto de que forma una L cuando se lo ve de lado. No tiene ventanas ni puertas, porque no las necesita. Solo tiene una pantalla gigante de ordenador que alberga los sensores y las cámaras, y todo lo necesario para que los viajes de larga distancia sean seguros.

“Un semirremolque normal hoy en día parece un ladrillo loco: tiene cualidades aerodinámicas horribles. Gruzovikus tiene una pantalla aerodinámica en la parte delantera que separa los flujos de aire que vienen en dirección contraria mientras protege los laterales de la suciedad y carga el eje delantero, lo que añade estabilidad al equipo”, dice Art Lebedev Studio en el sitio web oficial.

Al ser eléctrico y autónomo, es extremadamente eficiente y económico de utilizar. A diferencia de los camiones actuales, este vehículo puede circular sin descansos, salvo en los momentos en que se necesiten revisiones de mantenimiento. Un gestor de flotas también podría reducir costos reduciendo el personal de mantenimiento: podría supervisar y gestionar una flota entera de estos camiones sin siquiera salir de la oficina, desde su ordenador.

“El Gruzovikus está equipado con visión artificial pasiva: cámaras, sensores y radares registran la distancia a los objetos cercanos mientras el ordenador central activa instantáneamente una respuesta a los cambios en las condiciones del tráfico”, explican los diseñadores. “El Gruzovikus permite reducir significativamente el coste del transporte: no necesita pagarse y no requiere descanso”.

Como no hay cabina, el Gruzovikus puede transportar cargas más pesadas, ya que el remolque puede ser más largo. El estudio de diseño imagina que el transporte del futuro podría ser muy parecido a esto. Si así fuera, sería lo más bonito.

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Fuente: Transporte Mundial