Nicolás Caputo deja la energía: vende su participación en Edesur y Central Puerto
Nicolás Caputo, el empresario íntimo amigo de Mauricio Macri, deja sus negocios energéticos. Acaba de vender su participación en Edesur y en Central Puerto, donde permanecía a través de la controlante Sadesa (de la que posee 23%).
Nicolás Caputo, el empresario íntimo amigo de Mauricio Macri, deja sus negocios energéticos. Acaba de cerrar la venta de su participación en Edesur y en Central Puerto, donde permanecía a través de la controlante Sadesa (de la que posee 23%).
La salida del rubro energético de Caputo, que también ya había dejado Transportadora del Gas del Norte (TGN), llega luego de haberse desprendido también de los negocios de la construcción, lo cual lo aleja ahora de los dos sectores más observados por el vínculo cercano que mantienen con el sector público.
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También coincide con el anuncio de Enel, dueña de Edesur, que venderá la operación local de la distribuidora que atiende a 2,5 millones de usuarios en la Ciudad de Buenos Aires y el sur del conurbano bonaerense.
Según pudo saber El Cronista, el empresario ya lo comunicó a sus socios y accionistas de las compañías donde aun participa. De los compradores sólo se sabe por ahora que se trata de capitales extranjeros.
La compañía donde la familia Caputo continúa más firme es Mirgor, la fabricante de piezas electrónicas proveedoras de la industria automotriz donde mantiene su participación del 12% (a través de Il Tevere). En esa firma, Caputo convive con el Fondo de Garantías de ANSES (22%) y un 30% en manos de inversores individuales del mercado 30%.
Mirgor tiene plantas en Tierra del Fuego y y siete unidades de negocios. Además de piezas electrónicas para autos que vende a casi todas las terminales del país, fabrica o ensambla televisores y aires acondicionados, celulares (de Samsung) y retail. También tiene negocios vinculados con el software y el agro.
La compañía, incluso, acaba de comprar una empresa proveedora de acero: Outokumpu Fortinox, una de las líderes del acero inoxidable con cerca del 30% del mercado en el país.
El alejamiento de Nicky Caputo de los negocios vinculados a contratos con el Estados comenzó en 2018, cuando TGLT compró la constructora que llevaba su apellido, fundada en 1938. Como contó El Cronista, la venta de Caputo a TGLT incluyó el 50% que la empresa tenía en SES, una sociedad dedicada a obras de arquitectura, ingeniería y servicios de mantenimiento integral, a través de la que se canalizaban muchos de sus contratos públicos, un negocio al que la constructora había reducido su exposición directa cuando Macri asumió la jefatura de Gobierno de la Ciudad.
Fuente: Cronista