Para incentivar la movilidad eléctrica Volvo instalará 50 cargadores en la Argentina
El importador de Volvo, Jaguar, Land Rover y Geely en el país anunció una inversión por más 100 millones de pesos para modernizar su red comercial y ese monto incluye 50 cargadores para autos eléctricos, en lo que significa el crecimiento de una infraestructura que haga posible la expansión de este tipo de vehículos.
Eximar -el importador- detalló que serán colocados en 25 puntos estratégicos del país con el objetivo de “impulsar la electrificación”. Además, anunciaron que para esta primera etapa del proyecto de electrificación de Volvo se asociarán a una pyme argentina, aunque no definieron cuál.
La noticia hace pensar en que la marca sueca planea ofrecer alguno de sus vehículos electrificados en el país. En ese sentido, cuenta con el XC40, un modelo que ya se vende en el país pero que en Europa cuenta con versiones híbridas enchufables y eléctricas.
Actualmente en Argentina la red de cargadores para autos eléctricos es muy reducida (en estaciones YPF y Axion). Este tipo de infraestructura es clave para el desarrollo de los autos eléctricos y es uno de los puntos más importantes a tener en cuenta para garantizar que los “full electric” puedan circular en el país.
Mientras tanto, del otro lado del Océano el plan de electrificación del parque automotor en Europa no se detiene y la Comisión Europea propuso que a partir de 2035 no se vendan más vehículos con motores nafteros o diésel, es decir, que en los concesionarios solo haya modelos eléctricos.
El paquete de medidas ya fue presentado y se someterá a debate. El objetivo final es que Europa alcance la neutralidad de carbono en 2050.La norma no contempla la prohibición explícita de las mecánicas tradicionales, pero establece límites de contaminación tan bajos que literalmente solo se pueden lograr con eléctricos o vehículos a hidrógeno (que también utilizan motor eléctrico).
Según el plan oficial, los fabricantes de automóviles deben reducir las emisiones de CO2 de sus autos y comerciales en un 55% para 2030 en relación a los niveles de 2021, y emisiones nulas para 2035.
Según estimaciones, la reducción del 55% equivaldría a un consumo promedio menor a 2 litros cada 100 kilómetros, es decir, algo imposible de lograr sin una electrificación total o casi total. Por otro lado, la inversión para lograr que un motor a combustión emita eso es tan alta que no tiene sentido para las automotrices.
La norma además establece que los estados miembro deben garantizar el acceso a cargadores cada 60 km en las rutas, como una forma de incentivar y hacer realmente posible el uso del auto eléctrico. Al menos en las Trans-European Transport Network (TEN-T), las autopistas principales del continente.
Los puntos de recarga deberían tener una potencia total de 300 kW en 2025 y ser de 600 kW para 2030. En el caso de los camiones la red de carga debería tener una potencia de 1.400 kW en 2025 y 3.500 kW en 2030.