Proyecto Carem: Un ejemplo de soberanía energética
El CAREM es el primer reactor nuclear de potencia íntegramente diseñado y construido en el país. “El sector nuclear está en el centro de debate cuando discutimos si Argentina tiene que ser un país agroexportador con 20 millones de personas que sobran, o si debe ir hacia un modelo de desarrollo industrial”, sostuvo la gerenta del proyecto, Sol Pedre.
Sol Pedre, Gerenta del proyecto CAREM de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), dialogó con Radio Gráfica sobre el prototipo que se perfila como uno de los líderes mundiales en el segmento de reactores modulares de baja y media potencia.
Lucas Molinari: Además de la conflictividad argentina intentamos destacar la potencia del país y siempre encontramos en la ciencia y sobre todo en las empresas públicas mucho de lo que estratégicamente se puede lograr, por eso queremos que nos expliques ¿Qué es el proyecto Carem?
Sol Pedre: El CAREM es un reactor de los que se conoce como “potencia”. Quiere decir que es para producir electricidad, es un diseño completamente argentino que estamos construyendo en nuestro país, en Lima, provincia de Buenos Aires donde están Atucha I y II, y es un reactor pequeño y modular, produce menos electricidad y eso genera algunas características muy interesantes, como el sistema de seguridad pasivo, que no requiere intervención del ser humano o electricidad para funcionar, pero además tiene un tamaño que lo hace fabricable por la industria nacional y esa es una de las características más importantes del proyecto que es la integración nacional de sus componentes.
Desde 1950 – cuando se crea la Comisión Nacional de Energía Atómica- la línea que tiene el sector nuclear es que siempre el desarrollo científico y tecnológico sea para producir trabajo de calidad. Así es que a lo largo de estas décadas fuimos construyendo capacidades de fabricación. No saltamos de la nada hacia un reactor nuclear de potencia, que vendría a ser como las grandes ligas del sector nuclear, sino que venimos del desarrollo y construcción de reactores de investigación de producción de radioisótopos y hasta de exportación de esos reactores junto a la empresa INVAP, venimos de construir y operar tres centrales nucleares de potencia en cada una con cada vez más integración nacional de componentes. Manejamos el ciclo completo de combustibles, lo que quiere decir que el combustible con que alimentas las centrales nucleares se fabrican íntegramente en Argentina, lo que es muy importante. Tener la soberanía de producir el combustible es fundamental. Estas capacidades que fuimos construyendo, ahora damos este salto de tener un reactor de potencia de producción de electricidad, de diseño y construcción en argentina.
“Una de las características más importantes del proyecto es la integración nacional de sus componentes”
Leila Bitar: Siempre que se habla de estos temas, mediáticamente se hace hincapié en la cuestión contaminante. ¿Qué influencia tiene este tipo de generación de energía en el medio ambiente?
SP: La energía nuclear es parte de la solución y no del problema ambiental. Es una energía libre de emisión de dióxido de carbono, y lo que se conoce como una energía de base, es decir, funciona todo el tiempo más allá del sol o el viento. A nivel mundial el camino que se está trazando para resolver el cambio climático incluye a la energía nuclear, porque es la manera de reemplazar las centrales que queman carbón para producir energía. Están también las hidroeléctricas, pero están solo donde existe el recurso hídrico, en nuestro caso la central nuclear se puede poner en cualquier lado. Al mismo tiempo, tienen una utilización del espacio muy reducido y con estándares de seguridad muy altos. Argentina tiene mucha experiencia acumulada de décadas en reactores y centrales que desarrollamos de manera totalmente segura. Obviamente es una actividad muy regulada y hay que tener en cuenta eso, pero es parte de la solución de manera más global junto a las energías renovables para tratar el tema del cambio climático. Por eso hoy vemos un resurgimiento de la energía nuclear a nivel mundial y en particular del tipo de reactor como los que estamos diseñando nosotros, pequeños y modulares, porque se pueden instalar en distintos puntos y se pueden hacer otras cosas con esos reactores, como calentar agua para calefacción o para procesos industriales, desalinizar agua, tiene muchos usos.
“La energía nuclear es parte de la solución y -no del problema- ambiental”
LM: ¿Cuándo se va a terminar el reactor, y qué rol juega China en CAREM y Atucha III?
SP: En el caso CAREM, es un proyecto 100% argentino, China no juega ningún rol. Nosotros desde la CNEA lo estamos llevando adelante, con el resurgimiento del plan nuclear en 2009 y 2013 se encomendó terminar Atucha II y empezar a ver la instalación de dos centrales nucleares grandes más, y es ahí donde entra China. Desarrollar CAREM que implica un desarrollo en ingeniería. Hoy hay todo un ecosistema de empresas en el sector nuclear que trabajaron para el CAREM y otras centrales, Nucleoeléctrica Argentina, CONUAR, INVAP. En su origen nacieron de la CNEA, y un montón de otras empresas metalmecánicas que están teniendo un 60% de integración nacional en los componentes, hay más de 1000 proveedores locales.
Con las centrales de potencia entra China, se había logrado un acuerdo durante el gobierno de Cristina que fue el fruto de un análisis muy amplio de cuál era la tecnología conveniente para el país, y como se conseguía el financiamiento con la mayor integración de componentes nacionales. La negociación con China en la central Atucha III la lleva adelante Nucleoeléctrica Argentina no la CONEA. Lo que es muy interesante es la transferencia de tecnología de los combustibles que van a esa central. Nosotros estamos cambiando uranio natural y agua pesada a uranio enriquecido y agua liviana, y como tenemos la tradición muy fuerte de combustible es importante mantener esa independencia, para que después esa central dure hasta 100 años. Imaginate la cantidad de trabajo y divisas que te ahorrás si producís ese combustible. El convenio de transferencia de tecnología sí lo está haciendo la CONEA, y va en la línea de mantener la soberanía tecnológica y autonomía desde el punto de vista energético.
LM: Apareció un artículo hace una semana sobre la intención de ciertos sectores del gobierno de –junto a EEUU- trabar el proyecto. ¿Qué hay de cierto en esto? Porque sabemos que hay una disputa geopolítica, aparte hubo una visita de Estados Unidos. ¿Hay que preocuparse?
SP: Si, hubo una visita, es una comisión conjunta entre EEUU y Argentina. El sector nuclear siempre está en el ojo de la tormenta, porque está en el tema de producir ciencia y tecnología para industrializar el país. Durante la historia del desarrollo nuclear argentino, hubo y hay presiones externas. Lo principal es la presión de Estados Unidos para no ir al acuerdo con la (central china) Hualong, dentro de una política más amplia. La cancillería maneja la política exterior en general y tienen las fichas en el tablero. Yo creo que con el proyecto CAREM tenemos que venir por la línea que venimos impulsando y siguiendo la mejor tradición del sector que es desarrollo argentino para la soberanía y la autonomía, lo que en los hechos significa trabajar con empresas argentinas metalúrgicas para que suban sus estándares de fabricación de componentes y seguir generando el ecosistema nuclear que después derrama en otras ramas. El ejemplo más claro es el de la industria satelital. Todas esas capacidades que tenemos en ingeniera, fabricación e integración de componentes generaron eso, no por el producto en sí, sino por la cadena de valor que se produce atrás.
“El sector nuclear siempre está en el ojo de la tormenta, porque está en el tema de producir ciencia y tecnología para industrializar el país”
LM: El proyecto CAREM surgió en los ’80 y se pudo impulsar con el gobierno de Néstor Kirchner. ¿Qué pasó con el gobierno de Macri? Porque me imagino que con los vaivenes políticos se ponen nerviosos, porque acá hay que hablar de estrategias.
SP: El sector nuclear está en el centro de debate cuando discutimos si Argentina tiene que ser un país agroexportador con 20 millones de personas que sobran, o si debe ir hacia un modelo de desarrollo industrial. Lo que sucedió fue que en el 2006 con la Ley Nuclear y en 2009 con el decreto que lanza el Carem, fue el relanzamiento del sector nuclear en general. O sea, veníamos de Menem y ahí perdimos al menos 20 años. Entre la paralización de Atucha II y el relanzamiento del plan nuclear que era integro, no solo el Carem sino terminar el Atucha II y avanzar en nuevo reactor de radioisótopos y el Carem, fue todo un paquete, pero en el medio perdimos dos o tres generaciones de ingenieros e ingenieras que hubo que rearmar, igual que las capacidades industriales estas idas y venidas para un país dependiente como la Argentina, son de un costo muy alto. En 2009 se relanza el Carem con financiamiento pero hubo hasta que construir los edificios donde íbamos a trabajar y rearmar los equipos de ingeniería que lleva mucho tiempo, por eso somos bastantes jóvenes, hay un hueco general de gente de entre 45 y 60 años que no existe acá. El gobierno de Macri para nosotros fue tremendo, perdimos salario y estuvimos dos años sin presupuesto.
LM: Hablábamos con laburantes de Atucha III que estaban en la construcción y decían que en esas tierras se plantaba soja.
SP: Si uno quiere ir a un país inclusivo con trabajo para todo el mundo y con determinadas palancas claves del desarrollo como la energía o la salud, hay que tener un desarrollo autónomo y eso tiene que ser parte de una política de estado.
LM: ¿Y con este gobierno como está el sector?
SP: Recibimos apoyo en el presupuesto 2020. En el presupuesto 2022 que no se aprobó también estaba. Ahora estamos esperando cómo sale el DNU.
LM: Es decir que están a la espera de que salga el decreto que les dé el presupuesto.
SP: Si, pero hay que resaltar el apoyo de este gobierno para el desarrollo nuclear, no estamos en la situación en la que estábamos con Macri. Necesitamos del presupuesto para continuar para seguir con los proyectos.
Fuente: Radio Gráfica