SUBSIDIOS: EL COSTO ELÉCTRICO BAJÓ UN 10% Y HUBO ALIVIO FISCAL, PERO VOLVERÁ A CRECER EN 2021
La energía eléctrica terminará este año con un costo promedio de u$s 62,5 por megavatio-hora. Ajustarían precios a generadoras en 2021 y con un precio del gas superior, el valor treparía nuevamente, con efecto sobre los subsidios.
Mantener el congelamiento de las tarifas de la energía durante todo el año le costó al Estado Nacional entregar subsidios por el equivalente a un 1,7% del Producto Bruto Interno (PBI), un porcentaje que sería igual en 2021, según el Presupuesto.
En ese renglón, el Gobierno se anotó un alivio fiscal y una preocupación por lo que viene. Los subsidios energéticos terminarán 2020 cerca de los u$s 7000 millones y treparían por encima de los u$s 7500 millones el próximo año, aunque se mantendrán constantes como porcentaje del PBI, con una suba real del 2,4%, según un análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
El oxígeno fiscal estuvo dado por el costo mayorista de generar energía eléctrica, que se abarató este año casi un 10%: pasó de un promedio de u$s 69 por megavatio-hora (MWh) a u$s 62,5.
Esto implicó una reducción del costo total del Sistema Argentino de Interconexión (SADI) desde los u$s 8500 millones a aproximadamente u$s 7900 millones, según contaron técnicos oficiales a El Cronista.
La cifra es clave para el Estado. De acuerdo a las previsiones de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) en el semestre que corre entre noviembre y abril de 2021, el porcentaje de cobertura de la tarifa es de un 54%, donde los usuarios residenciales pagan apenas un 41%. El resto es subsidios.
Calculado en dólares, el precio por MWh es de entre u$s 55 y u$s 56 y fue más alto en los meses previos.
El escenario 2020 y el incremento en 2021
En el Gobierno apuntan hitos que ayudaron a reducir la cuenta de los subsidios. Primero, en diciembre de 2019, la Resolución 12 del Ministerio de Desarrollo Productivo, con la que Cammesa volvió a centralizar las compras de combustibles.
Dos meses más tarde, a fines de febrero, definieron la Resolución 31, con la que bajaron la remuneración de las generadoras térmicas e hidroeléctricas con contratos vencidos en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y pesificaron el costo de la energía. Unos días después, la Secretaría de Energía suspendió el ajuste por inflación.
Cada una de estas dos medidas representó un ahorro cercano a los u$s 250 millones. “Nos apropiamos de la renta de los generadores”, justifican oficialmente.
La disminución en el precio del gas, tanto local como importado, completó la escena. Durante el año Cammesa implementó compras mensuales en condición interrumpible y derrumbó el precio hasta los u$s 2; como contracara, las petroleras colocaron el fluido pero quedaron sin incentivos para invertir y reponer el combustible, hasta que llegó el Plan Gas 4.
Por su lado, la pandemia del nuevo coronavirus y una estrategia de comprar spot en el mercado permitió a Integración Energética Argentina (Ieasa, ex Enarsa) comprar gas en el exterior a menos de u$s 3 en promedio.https://platform.twitter.com/embed/index.html?dnt=false&embedId=twitter-widget-0&frame=false&hideCard=false&hideThread=false&id=1283021922373115905&lang=en&origin=http%3A%2F%2Fwww.cubicfactory.com%2Fjseditor%2Fwelcome%2F201720%2Fedit&theme=light&widgetsVersion=ed20a2b%3A1601588405575&width=550px
Todo este escenario se reconfigurará en 2021, porque empezarán a desaparecer las razones que tiraron a la baja en 2020.
En el Gobierno están terminando de hacer los últimos cálculos, con las proyecciones de las importaciones de Bolivia y de Gas Natural Licuado (GNL).
Es posible que en los primeros meses del siguiente año se decida la vuelta de un barco regasificador a Bahía Blanca para cubrir el pico invernal de la demanda.
Con todo, estiman que el costo mayorista de la energía eléctrica volverá a crecer hasta u$s 65 a u$s 67 /MWh, más de un 5%, por un precio de gas natural (el principal combustible del sistema, del cual depende el 55% de la generación) superior, debido a la recuperación económica mundial y a los valores convalidados en el Plan Gas 4.
No obstante, justifican que el costo hubiera aumentado hasta más de u$s 70 si se necesitaran más combustibles líquidos (gasoil y fuel oil) para el funcionamiento de termoeléctricas y una cantidad mayor de GNL.
Un puente a las eléctricas
Este diario pudo saber que el Gobierno analiza aplicar un primer ajuste de valores para las generadoras eléctricas que fueron afectadas por la Resolución 31/2020.
Por el momento está solamente en estudio, aunque saben los técnicos oficiales que los precios no reflejan los costos y que las máquinas se podrían deteriorar en el mediano plazo, si no hay incentivos para invertir en mantenimiento y ofrecer un alto nivel de disponibilidad en el parque térmico.
Hay generadoras como Central Puerto, Enel, AES y Pampa Energía que tendrían un impacto positivo, después de ver mermados en hasta un 30% sus ingresos en este negocio.
Otro tema que ve con preocupación el sector es la deuda que acumularon las distribuidoras con Cammesa.
Una planilla oficial muestra que el total de esas firmas le debe $ 142.887 millones a la sociedad mixta que administra el mercado, con un crecimiento acelerado.
Para la OPC, el porcentaje de cobertura del costo eléctrico será en 2021 del 43%. La magnitud y la concreción de los aumentos de tarifas configurará el panorama fiscal que enfrentará el Gobierno en el sector energético.
Fuente: El Cronista.