El Gobierno Nacional dio un paso crucial para avanzar en un esquema de precios de luz basado en horarios flexibles. ¿Cuál sería?

La Secretaría de Energía busca reorganizar su política tarifaria tras la crisis del desabastecimiento del gas. Su objetivo original era actualizar las tarifas de usuario para reducir los subsidios estatales; sin embargo, esto se abandonó después de un aumento lateral. Ahora, están buscando alternativas para retomar el rumbo sin causar tanto malestar social.

En el área concesionada a EDENOR y EDESUR, el Ente Nacional Regulador de la Energía (ENRE) llevó a cabo un primer paso hacia un nuevo esquema con este fin. Se trata de la creación del Comité de Estudio de Dispositivos Inteligentes, cuya tarea es analizar la adopción de medidores de consumo capaces de rastrear el uso de luz de cada usuario en tiempo real e identificar ciclos de alta demanda.

Instalar estos medidores inteligentes en el conurbano bonaerense para establecer dos precios diferentes de la energía eléctrica: uno más caro para las horas picos y otro, más barato, para las horas de baja demanda es la idea que barajan en la cartera que dirige Eduardo Rodríguez Chirillo . La estructura tarifaria «innovadora» que adaptaba «el suministro eléctrico a las necesidades del usuario, con precios convenientes» se entendía sobresalir desde Energía.

Aunque es parte de una prueba piloto, hay unos 100 mil medidores inteligentes instalados en diferentes puntos del país, según cifras del ENRE. El propósito del regulador es sustituir una nueva tecnología por los aparatos más antiguos antes del 31 de diciembre de 2028.

Lavar ropa a la madrugada

Desde Energía, señaló que este esquema tarifario por franjas horas prometía que los consumidores pagarían más o menos por el uso de energía eléctrica «según consume en momentos de mayor o menor exigencia general del sistema». De esta forma, se fomentaría el uso de productos electrónicos de alto consumo (como máquinas de lavandería) en horas de baja demanda.

«La tarifa se convierte entonces en una variable económica que condiciona el consumo y eventualmente educa al usuario sobre la utilización eficiente de un recurso limitado», aseguraron.

Por ejemplo, el cronograma de horas pico del consumo de luz fue conocido por la Secretaría. El periodo laboral de mayor consumo y, por consiguiente, de tarifa más cara serían los días 9 a las 14 y las 18 a las 22. El de menor demanda serían los sábados, domingos, feriados y días laborales entre las 0 y las 8.