Tensión nuclear: La OIEA está preocupada por las diferencias de medición en el sistema de refrigeración del centro de Zaporiyia
Desde que una explosión destruyó la represa el miércoles anterior, el nivel del agua en la embalsamadora Kajovka ha estado cayendo. Esto afecta a la central nuclear.
Desde este pasado domingo, todas las miradas están puestas en la central nuclear de Zaporiyia a medida que avanza el conflicto por el que Rusia declaró la guerra a Ucrania en febrero de 2022.
Tras meses de toma de la planta ucraniana y algunos inconvenientes menores provocados por problemas en la red eléctrica, las tensiones aumentan ahora después de que la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) notara una discrepancia en las mediciones de nivel realizadas en el agua de la torre de enfriamiento utilizada. para enfriar los reactores nucleares en el centro nuclear ucraniano en Zaporiyia, que ahora está ocupado por Rusia. La OIEA ha solicitado acceso a la instalación para investigar el asunto.
Desde la supuesta explosión que tanto Rusia como Ucrania acusan de dañar el precipicio de Kajovka el pasado miércoles, el nivel del agua en la embalsamadora ha ido descendiendo. La OIEA, que cuenta con expertos en Zaporiyia, indicó que el nivel del agua esta mañana fue de 11,27 metros, cinco metros por debajo del nivel normal previo a la rotación.
De todos modos, este organismo de la ONU afirmó que existe una discrepancia de dos metros en las mediciones debido a que el nivel está cayendo continuamente en otro punto del estanque. La profundidad del agua es crucial para determinar si las bombas que envían agua al centro del edificio pueden activarse y cuándo. Según los expertos, estas bombas pueden activarse a una profundidad de un metro o incluso menos.
Es posible que la diferencia entre los niveles medidos se deba a una masa de agua que ha sido aislada de la masa mayor del embalse. Sin embargo, no podremos saber esto hasta que tengamos acceso a la central termoeléctrica, según el director general de la OIEA, Rafael Grossi.
El nivel de agua actual permite que las bombas funcionen, aunque actualmente no están funcionando de forma continua ya que, según la OIEA, hay reservas de agua para varios meses tanto en el canal de refrigeración cercano como en la planta. Grossi, que viajaría a Zaporiyia la semana siguiente, insistió en que era fundamental que los expertos de la OIEA tuvieran acceso a la central térmica, que se encuentra a pocos kilómetros de la central nuclear, para evaluar la situación.
El director de la OIEA solicitó que se permitiera a los técnicos ver la subestación eléctrica desde la cual se ha agregado electricidad a la instalación durante los últimos meses. Grossi recordó que la línea de 330 kw estuvo desconectada durante varios meses y que la única conexión externa restante se cortó en numerosas ocasiones desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2020.
Aunque Zaporiyia no produce energía y los reactores han estado en parada técnica durante meses, se necesita electricidad externa para mantener operativos los sistemas de seguridad y evitar un desastre nuclear.