Una de las mayores generadoras de electricidad, con fuertes pérdidas por un ajuste que quedó muy lejos de la inflación
Registró un balance negativo de $ 29 millones debido a una actualización de sus tarifas menor a la inflación acumulada en lo que va del año
A fines de mayo, el Gobierno actualizó la remuneración que perciben las generadoras de energía eléctrica en un 29% y retroactiva a febrero.
Se trataba de un viejo reclamo de las centrales a la Secretaría de Energía que conduce Darío Martínez después de varios años de congelamiento de sus ingresos en el marco de un alto nivel de inflación que a su vez impactaba en una suba de costos.
La suba benefició centrales térmicas e hidroeléctricas como Pampa Energía, Central Puerto, AES, Enel Costanera y Orazul Energy, entre otras.
Sin embargo, no fue suficiente para que la centrales, también, por efecto de la inflación y de la depreciación del tipo de cambio, regeneren sus cajas de manera de poder costear la reposición del stock de repuestos o realizar mantenimientos programados en las plantas, entre otras acciones.
Y como se trata del único ajuste del año, es más que probable que ese aumento del 29% termine quedando en un 50% o 60% por debajo de la inflación de todo el 2021, a lo cual se suma otro problema: en febrero del 2020, el Ministerio de Desarrollo Productivo pesificó las tarifas a un segmento de la generación eléctrica para ahorrar aproximadamente u$s 300 millones anuales.
La medida afectó a generadoras Enel Costanera, una de las mayores del país y propiedad del grupo italiano Enel que, producto del congelamiento tarifario y de otras medidas restrictivas impuestas desde el gobierno nacional, vino sosteniendo las operaciones de distribución y generación en un contexto fuerte caída de ingresos y menores ganancias.
El caso paradigmático es el de Edesur, la distribuidora de electricidad que también controla y viene atravesando una compleja situación financiera que, en el corto plazo, no será paliada por el retoque de los valores en las facturas que todos los meses envía a cerca de 2,5 millones de clientes en una área de concesión de 3.300 km2 en la zona sur de Capital Federal y 12 partidos de la provincia de Buenos Aires.
En todos estos años, debió inyectar fondos desde su casa matriz para poder garantizar el nivel de servicio eléctrico a través de millonarias inversiones que también se extendieron a su generadora de electricidad.
De hecho, en lo que va del 2021, Enel Costanera incrementó en un 48% los fondos destinados a mantener su operatividad a pesar de haber sufrido una fuerte caída de ingresos y registrar una pérdida en el período.
Así lo sostuvo Claudio Cunha, Country Manager de Enel para Argentina, para quien la empresa «es fundamental para el sistema eléctrico argentino, y para Buenos Aires en particular, por su ubicación estratégica».
Según el ejecutivo, «Enel continúa modernizando esta central tan emblemática, pero no es razonable esta retracción de ingresos año tras año: sigue siendo necesaria una actualización de la regulación que nos permita garantizar la energía que la Argentina necesita».
Un claro mensaje para el Gobierno que, a pesar de las últimas actualizaciones tarifarias tanto para las generadoras como para las distribuidoras, sigue manteniendo los cepos que le impiden al holding italiano recomponer su escenario financiero.
Es que las cifras del último balance de Enel Costanera correspondiente a los primeros nueve meses del año registra una pérdida de $29 millones contra una ganancia de $3.000 millones del año pasado. También sufrió una fuerte disminución de sus ingresos que llegaron a los $7.800 millones cuando en los primeros nueve meses del 2020 habia sido de $10.431 millones, lo cual se debió principalmente a una actualización de los valores remunerativos por debajo de la tasa de inflación.
Es decir, no alcanzó la suba del 29% dispuesta en mayo pasado por la Resolución SE 440/21 para los valores originales remunerativos de la energía y potencia, retroactivo a febrero pero que no establece ninguna actualización mensual de esos precio como preveía la anterior Resolución SE N° 31/2020.
Inversiones crecientes
El EBITDA de Enel Costanera también disminuyó como consecuencia de menores ingresos registrados compensados parcialmente por los menores costos de actividades ordinarias. En este período fue de $4.252 millones contra $6.247 millones del mismo período del año pasado.
En cuanto al resultado operativo (EBIT), fue de $984 millones. Es decir una fuerte caída con relación a los $2.501 millones, producto de la caída registrada en el resto de los indicadores.
El resultado del período también disminuyó como consecuencia de la menor ganancia operativa y de un mayor cargo por el impuesto a las Ganancias consecuencia de la aplicación del sistema de alícuotas por escalas introducido por la Ley N° 27.630, que ubicó la tasa aplicable a la sociedad en un 35%, en comparación con el 30% aplicado para el ejercicio del 2020.
En el caso de las inversiones, en estos primeros nueve meses del año ascendieron a $2.342 millones, lo que representa un incremento del 48% con relación a las del mismo período del ejercicio anterior.
Los fondos estuvieron destinados al mantenimiento de las unidades generadoras, con el propósito de optimizar la disponibilidad y confiabilidad de la planta.
Los datos de Enel Costanera se dan en un contexto en el cual la energía generada por la compañía fue de 4.956 GWh, nivel ligeramente inferior (- 1%) respecto de los 4.995 GWh generados en el mismo período del 2020, como consecuencia de una menor disponibilidad de la planta por tareas de mantenimiento llevadas a cabo en las unidades generadoras.
Desde la compañía explicaron que, en los primeros nueve meses del 2021, se registró un aumento de la demanda de electricidad en el país del 4,75% con respecto al mismo lapso del año anterior causado por el aumento de la actividad comercial e industrial en el país.
Fuente: iprofesional