US$10.000 millones por subsidios energéticos para este año
Según un estudio privado en 2020 sumaron US$6700 millones. La energía debería subir 40% (con un impacto en la factura final del 20%) para cumplir las proyecciones del Presupuesto. De este monto, el 75% corresponde a la electricidad.
Hace años que en Argentina se discute cómo resolver las tarifas de servicios públicos. Ante la decisión de que no acompañen la evolución de los costos, es inevitable que el Estado termine subsidiando. El trabajo de Alejandro Einstoss y Julián Rojo, del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, de los últimos 10 años, permite prever lo que podría pasar de continuar la actual dinámica: el año pasado los subsidios energéticos sumaron US$6700 millones y en el actual podrían llegar a US$10.000 millones.
Los autores del documento estiman que, para cumplir con el presupuesto, la energía debería subir 40%, lo que tendría un impacto en factura final del 20% y permitiría una cobertura de subsidios con lo proyectado por el ministro Martín Guzmán.
El problema surge cuando se proyecta una posible evolución de los subsidios en base a los costos de generación y demanda estimados oficialmente sin nuevas subas de tarifas: para fines de este año los subsidios cubrirán el 70% del costo de generar energía, lo que demandará partidas presupuestarias adicionales no previstas en el presupuesto del orden de los $140.000 millones.
El documento dice que “De continuar la actual política de congelamiento sumergirá al sector y a la macroeconomía en una segunda ola de subsidios, pero esta vez con una economía sin superávits y escasas o nulas posibilidades de financiar subsidios de la magnitud del 2015. El dispendio de subsidios descontrolados tuvo un costo superior a los US$100.000 millones (en la última década), que se financió devorando el superávit fiscal y el superávit comercial, que hundieron la macroeconomía en una estanflación hasta el momento indomable”.
En 2011, las transferencias anualizadas alcanzaban los US$6600 millones; en un contexto de congelamiento tarifario de largo plazo y demandas políticas en un año electoral, llegaron a US$10.000 millones en diciembre de ese año. El pico fue en julio 2015, con US$17.000 millones ,y abarcó la totalidad de la segunda presidencia de Cristina Kirchner. Juntos por el Cambio los redujo un 75% y en diciembre 2019 eran US$4700 millones.
En el acumulado anual a abril último llegan a US$6700 millones, pero presionados por los consumos de invierno; el aumento de las importaciones tanto en volumen para cubrir el derrumbe de la producción local de gas natural del 11,4%, como por precios internacionales que duplican los de 2020, y, en particular, por el congelamiento de los precios de la energía.