Ahora, los dólares de Portezuelo favorecen a Mendoza e incomodan al Gobierno Nacional
Actualmente, la vecina provincia tiene casi 600 millones de dólares en las cuentas creadas por el fideicomiso de la frustrada represa Portezuelo del Viento, un equivalente a casi el 20% de las flacas reservas líquidas del país.
«El presidente @alferdez defaulteó la deuda de los bonos de legislación nacional, excepto los de Portezuelo. Antes nos cagaba @mauriciomacri, ahora nos cagó un compañero», soltó en hace un tiempo el exgobernador Carlos Verna.
Más allá del destemplado Twitter, y de la polvareda que levantó en aquel 7 abril de 2020, el paso del tiempo -con un fuerte aumento del dólar al medio- pone en escena una situación casi impensada: ahora esos fondos en moneda extranjera que corresponden a Portezuelo del Viento fortalecen a Mendoza e incomodan al Gobierno Nacional, que trata de acotar por todos los medios la caída de divisas en las reservas del Banco Central.
El año que viene los pagos que la Nación debe hacerle a la vecina se multiplican. Son casi 450 millones para superar los US$ 1.000 millones en total que deben abonar como parte del plan de resarcimiento por la promoción industrial
Actualmente, Mendoza tiene casi 600 millones de dólares en las cuentas creadas por el fideicomiso de Portezuelo del Viento, un equivalente a casi el 20% de las flacas reservas líquidas del país. En medio de la crisis, hay algunos que temen por el uso de esos fondos a nivel nacional y que el cumplimiento del Gobierno nacional se altere. En realidad, el convenio está blindado para que eso pase, pero por las dudas en el Ejecutivo mendocino advierten que «hay que cuidar» esos dólares por la incertidumbre.
Desde enero próximo, los pagos que la Nación debe realizar a Mendoza se aceleran. Ni bien comience el 2023, deben transferirse 94 millones de dólares y luego comienzan los pagos de tres cifras: 113 millones de dólares en abril, casi 129 millones en julio y 111,8 en octubre del año que viene.
Los casi 450 millones de dólares que se esperan para el año que viene son los desembolsos más fuertes para llegar a los 1023 millones que estipula el convenio firmado entre Mauricio Macri y Alfredo Cornejo.
Los fondos tienen como destino exclusivo la construcción de Portezuelo del Viento u otra obra hídrica de generación de energía. Rodolfo Suarez le pidió al presidente Alberto Fernández que acelere el laudo que tiene frenado y de manera subsidiaria que se agregue una addenda al convenio para liberar esos fondos para otro uso. En ese sentido, lo que se discute es el destino, pero no los pagos que son obligatorios.
«Debemos protegerlos, sobre todo en un contexto de escasas reservas del Banco Central», reconocen desde el Gobierno de Mendoza, según publicó el diario Mendoza Online.
Promoción industrial
Esos dólares representan una deuda de la Nación con Mendoza, como resarcimiento por los perjuicios que generó la promoción industrial. En 2006 Julio Cobos y Néstor Kirchner firmaron el primer pacto con el que Mendoza desistió de una demanda ganada y la Nación se comprometió al pago de Portezuelo del Viento.
Pero recién en 2019 se hizo el convenio específico para ponerle plazos y obligaciones. Mauricio Macri y Alfredo Cornejo acordaron el pago de 1023 millones de dólares, para lo que se emitieron letras que se rescatan cuatrimestralmente.
Mendoza formó un fideicomiso que tiene a su nombre una cuenta bancaria en el Banco Nación. Allí hay otro actor clave: EMESA, la empresa provincial de Energía, que tiene bajo su tutela el fideicomiso y hasta cobra honorarios por 10 mil dólares al mes.
El destino original de los fondos era la construcción de Portezuelo del Viento, obra que se licitó, pero nunca se adjudicó. Por los problemas administrativos, ambientales y sobre todo el riesgo legal y político por la objeción de La Pampa y el resto de las provincias ribereñas, la represa pensada para el Río Grande quedó descartada.
Rodolfo Suarez priorizó El Baqueano, en San Rafael, para sumar una represa en el Río Diamante. Ese dique tendría dimensiones pequeñas y como fin casi exclusivo la generación de energía. Pero los reparos de La Pampa por el uso unilateral realizado aguas arriba siguen firmes.
«La otra alternativa que analiza Mendoza es la represa Uspallata, que tiene una complejidad mayor por la necesidad de trasladar la ruta 7. A nivel operativo y estratégico, ese dique tiene una relevancia mayor para darle más vida útil a Potrerillos y mejorar la regulación del Río Mendoza, la cuenca con mayor presión y demanda de agua. Hoy la única represa que redujo su capacidad por los sedimentos y está en su cota histórica más baja. De hecho el plan original siempre contempló la construcción de otra represa aguas arriba, hecho que no ocurrió», destacó en un artículo Mdzol.com.
Como sea, el año que viene será clave: Mendoza recibirá recursos como nunca y habrá ansiedad por la inversión. Con Portezuelo pasó una gestión y media de Gobierno y la obra no se hizo. Ahora en el Gobierno de la vecina provincia -y quienes pretenden gestionar desde 2023- tienen como objetivo que esa realidad cambie.
Fuente: El Diario de La Pampa