Avances de la iniciativa ElectroLitAr con gran potencial para la industrialización del litio
Se trata de la primera Planta Nacional de Desarrollo Tecnológico de Celdas y Baterías de Litio (UniLiB), ubicada en La Plata, Buenos Aires, que apunta al autoabastecimiento de baterías para cubrir las necesidades del sistema de defensa nacional, entre otros objetivos.
En la sede de la empresa YPF Tecnología en Berisso, Buenos Aires, se desarrolló el Workshop ElectroLitAr en el que se presentaron los avances de este proyecto que lleva adelante el Consorcio Público-Privado que conforman Y-TEC, Cequinor Conicet UNLP, Clorar Ingeniería SA y la Comisión Nacional de Energía Atómica.
El Proyecto ElectroLitAr es una línea de investigación que cuenta con financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. Le permitirá a nuestro país satisfacer las demandas locales hexafluorofosfato de litio y exportar un producto de muy alto valor agregado en el futuro.
“Conformamos una iniciativa que es traccionadora de una oportunidad para nuestro país”, destacó en la apertura del workshop el presidente del Directorio de YPF Tecnología Roberto Salvarezza, empresa que lleva adelante UniLib, la primera Planta Nacional de Desarrollo Tecnológico de Celdas y Baterías de Litio en Argentina y también la primera de su tipo a nivel regional, junto a la Universidad Nacional de La Plata.
El workshop propuso inicialmente una mesa redonda en la que se presentaron las “Perspectivas de desarrollo del Litio para la transición energética de nuestro país”.
“Es interesante esta oportunidad que nos da el litio, como también los desarrollos relacionados con hidrógeno o con energía solar, en el marco de la necesaria transición energética”, puntualizó la presidenta de la CNEA Adriana Serquis.
En su presentación, Serquis destacó el rol protagónico que se le asigna a nivel global a la nucleoelectricidad en el mix de energías limpias para mitigar los efectos del cambio climático. En este sentido, puso de relieve el aporte de la tecnología nuclear al proyecto ElectroLitAr.
“Hace muchos años la CNEA tiene grupos de investigación trabajando en diferentes tecnologías relacionadas con el litio. Dentro de esto está el desarrollo del electrolito del litio. Todo el desarrollo que hubo para el hexafloruro de uranio ahora sirve para poder hacer este desarrollo para los electrolitos de litio. Esta continuidad tiene que ver con conservar el capital humano que tenemos y que es lo más importante para preservar en este momento y poder potenciar este desarrollo de la producción de valor agregado sobre el litio”.
Seguidamente se realizó un panel con la “Presentación Consorcio ElectroLitAr: objetivo, capacidades y roles estratégicos en juego”, de la tomó parte la jefa del Departamento Fisicoquímica y Control de Calidad de Complejo Tecnológico Pilcaniyeu de la CNEA Ana Bohe.
En su charla, Bohe hizo un repaso histórico del proceso que desembocó en el anuncio que nuestro país había obtenido la tecnología para el enriquecimiento de uranio hace 40 años. “El acondicionamiento y la recuperación de las capacidades operativas del ComplejoTecnológico Pilcaniyeu resultaron una decisión estratégica tomada como parte del Plan Nuclear Argentino lanzado en 2006 que impactó más allá del sector nuclear, como vemos hoy con el aporte a los diferentes proyectos que apuntan a agregarle valor al litio”, expresó.
El cierre del workshop propuso un segundo panel para repasar los “Avances técnicos y hallazgos generados en el primer año del proyecto ElectroLitAr”. Del mismo participó el jefe de la División Control de Calidad del Complejo Tecnológico Pilcaniyeu Gastón Galo Fouga, quien describió la fenomenología del proceso de síntesis a escala laboratorio y explicó la complejidad de trabajar con sustancias corrosivas, tóxicas y con características fisicoquímicas particulares. También mostró los primeros resultados obtenidos a escala laboratorio “y cómo se fueron mejorando distintos parámetros hasta alcanzar una pureza actual del 99.3%”.
“En el tiempo que pasó desde que comenzó el proyecto hay resultados satisfactorios y muy promisorios a escala laboratorio y, por otro lado, se ha incrementado el know how en el tema. Esto es un buen punto de partida para pasar a una escala mayor”, concluyó Fouga.