Brasil: Bolsonaro privatizó Eletrobras y anuló protección social a despedidos
Se trata de la mayor empresa eléctrica de América Latina. Además agregó algunos vetos que permiten eliminar una protección social por un año para los trabajadores que sean despedidos, que había sido aprobada por el Congreso.
La sanción de la ley fue publicada en el Diario Oficial de la Unión y los 14 vetos aplicados por Bolsonaro configuran un mensaje hacia el mercado financiero, que reclamaba por una mayor reducción de exigencias a los futuros nuevos accionistas de Eletrobras. El costo de la energía eléctrica será un 15% más caro que el actual con la privatización, a raíz de que el oficialismo en el Congreso, con ayuda de liberales derechistas opositores, han retirado medidas de control de impacto de precios.
En contraposición el Gobierno indica que la tarifa se puede reducir en hasta 7,36%, aunque la privatización ocurre en un duro momento de la energía hidroeléctrica de Brasil, su principal fuente, a raíz de la peor sequía de los últimos 91 años en las cuencas del sur y sudeste del país, incluida la del Río Paraná.
Según determina la ley la privatización será por venta de acciones de la empresa, que tiene capital abierto y cotiza en la Bolsa de San Pablo, aún siendo estatal: el plan es que Eletrobras deje de tener el 60% del paquete accionario y lo reduzca al 45%.
Con este acto, el presidente del vecino país, retiró toda la cobertura social por despidos que generará la privatización que había articulado el Congreso, incluso su base oficialista, en un contundente mensaje al mercado financiero. Prohibió ademas que los futuros despedidos puedan adquirir acciones de la empresa con descuento como parte de su indemnización y también eliminó la cláusula que permitía que los futuros despedidos pudieran ser empleados por otras empresas u órganos del sector público vinculado a la energía por “aumentar costos”.
La venta de Eletrobras se concreta mediante paquete accionario, como ocurrió también con la gigante de las estaciones de servicios de la petrolera Petrobras, llamada BR Distribuidora, hoy en manos de fondos de inversión que poseen la mayoría accionaria.
El Senado de Brasil ha estado llevando a cabo audiencias televisadas sobre el manejo de la pandemia por parte del gobierno, durante las cuales se supo que el gobierno de Bolsonaro ignoró las repetidas ofertas para comprar vacunas, incluso de Pfizer. Más explosiva aún fue la afirmación de un testigo de que, a pesar de que se le advirtió que un acuerdo de vacuna propuesto estaba lleno de dinero extra para funcionarios corruptos, Bolsonaro hizo la vista gorda.Bolsonaro lo niega, pero un juez de la Corte Suprema aprobó recientemente una investigación sobre el asunto.