Brasil liberó agua de sus represas y mejoró algo el caudal del Paraná ¿Hasta cuándo durará la bajante?
El país vecino necesitó generar energía eléctrica y utilizó agua de sus embalses. «Pasamos de muy malo a malo», dijeron los meteorólogos.
La necesidad de energía eléctrica por parte de Brasil derivó en un efecto que alivió a la dura situación en el Litoral argentino, afectado por la bajante del río Paraná, la más intensa y prolongada desde 1944. Algunas de las represas que el país vecino tiene a lo largo de la extensión del río y sus afluentes movilizaron el agua de sus embalses y eso implicó que las poblaciones aguas abajo se vieran beneficiadas por la crecida tan esperada. Se trata de una articulación permanente entre países en la que se coordinan las gestiones y que incluiría, para la primavera, la exportación de energía eléctrica desde Argentina hacia Brasil.
El contexto está muy claro y en el corto plazo no hay perspectivas de cambio. “Se mantiene la tendencia general de bajante. Lo que hay que comprender es que se trata de un sistema hídrico de una gran extensión geográfica que abarca vastas zonas de Brasil y Paraguay, y que las cuencas están con niveles de humedad tremendamente bajos. Y eso implica que una recuperación real se va a dar a raíz de sucesivas lluvias que ocurran con un volumen de precipitación importante”, explicó el ingeniero Juan Carlos Bertoni, presidente del Instituto Nacional del Agua (INA).
Sin embargo también es cierto que el río Paraná vio en los últimos días modificarse sus niveles en las aguas y se percibió una recuperación de los caudales. ¿Cuál fue el motivo? ¿Se prolongará en el tiempo?
“Se debe a dos aspectos: el principal fue el desembalse de algunas represas de Brasil, producto de la necesidad local de generar hidroelectricidad. Fue un aumento del caudal turbinado, que fue progresivo, y que se dio hacia fines de agosto y que continúa hasta la actualidad. Brasil debió mover el agua, que luego nosotros la recibimos en Argentina», sostuvo Bertoni ante el llamado de A24.com Agro.
Y le sumó otro argumento, pero de menor incidencia: la represa de Itaipú que comparten Brasil y Paraguay recibió algunas lluvias localizadas, y el agua de esas precipitaciones elevó rápidamente el nivel del embalse.
“Esa cuenca incremental aportó agua y por eso Itaipú generó mejores caudales. En suma, los dos motivos explican la mejora en los niveles que se percibieron en los puertos del Litoral argentino”, expresó el funcionario.
Hay que remarcar un aspecto muy importante: esto es temporario”, remarcó Bertoni.
Impacto en el transporte
Desde la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (CAPyM) contaron qué se notó en la zona de Rosario, región en la que una decena de puertos privados conforman un verdadero polo agroexportador que es fundamental para el ingreso y egreso de buques de gran calado, de tránsito permanente en aguas internacionales.
“Se notó inmediatamente aquí en la zona de Santa Fe y Entre Ríos. Estos factores más las últimas sudestadas permitieron que pasemos de los casi -35 centímetros en Rosario a tener 17 centímetros. Una diferencia importante, pero lamentablemente sabemos que esta agua «extra» va a pasar y que vamos a seguir con la situación de bajante. Le prendemos una vela a las lluvias en la cuenca alta para que nos den una mano”, expresó Guillermo Wade, gerente de CAPyM.
Por eso, más allá de las buenas noticias que llegaron en forma de agua desde Brasil, para el sector agroexportador la situación es bien conocida: hoy en día un buque internacional de tipo “Handymax” se pierde de cargar 9.400 toneladas en sus bodegas. Y para los “Panamax”, de mayor porte, la pérdida de carga está en el orden de las 11.500 toneladas.
“Calculamos cerca de un 21% menos de lo que se podría trabajar en tiempos de aguas normales”, graficó Wade.
Lo mismo remarcaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). «La carga de los buques que salen de los puertos de la Hidrovía viene mostrando una sostenida baja. En agosto el promedio de cargas se ubicó en torno a 28.400 toneladas por buque cargado con maíz, el número más bajo en al menos tres años y uno de los más bajos que se hayan registrado», señalaron esta semana en un informe.
Esto tuvo un efecto lógico en los puertos del Sur de Buenos Aires: a principios de este mes se supo que Quequén fue récord en agosto en tratamiento de granos y de carga en buques. ¿La razón? Ese 21% que los puertos del Litoral no pudieron cargar fue llevado por tierra a la zona de Bahía Blanca y puertos aledaños.
Sin embargo eso no fue gratis. El sector exportador absorbió la logística extra de las operaciones terrestres. Traducido en costos, desde BCR sostuvieron que entre marzo y agosto la pérdida se ubicó en torno a los US$ 315 millones.
Vale recordar además que la bajante del río Paraná afecta seriamente no solo a la Argentina, sino también a Paraguay. El país vecino cuenta con las barcazas que circulan en el denominado «Paraná medio» como su vía para concretar su comercio internacional. Por eso la crisis hídrica afecta también a la armonía entre naciones en el Mercosur.
¿Hasta cuánto durará la tregua?
“Estimamos en unas semanas de duración este nuevo fenómeno gracias a las aguas de Brasil. Pero no podemos asegurarnos de que se extienda, porque depende de ellos. Los niveles, una vez que termine de circular el agua, volverán a ser bajos”, puntualizó Bertoni.
Algunas de las posibilidades es que las lluvias de septiembre y octubre en territorio brasileño contribuyan a la situación. Y por eso, en el INA realizaron un informe en el que hablan de “tres escenarios posibles” de cara a lo que resta de 2021 y parte del verano.
Escenario I: continuación progresiva de la tendencia de bajante según registros recientes. “Es el escenario que, a corto plazo, es el más probable de ocurrir”, remarcaron.
Escenario II: más crítico que el escenario anterior, representando una situación intermedia. “Resultaría el más probable de ocurrir de acuerdo a la situación de las cuencas superiores de aporte y del estado de los embalses de aguas arriba”, indicaron.
Escenario III: más crítico aún, tendiente a aquello registrado en el año 1944 (bajante más severa registrada). Presupone lluvias muy débiles en el inicio del verano 2021/22. “Representa las situaciones que podrían presentarse en caso que el escurrimiento proveniente desde aguas arriba tienda progresivamente a la situación de Caudales Naturales, siendo más restrictivos que en las últimas semanas. Dado que resulta aún incierto establecer la situación más probable de ocurrir hacia el verano, este escenario completa el abanico de posibilidades que podrían presentarse en el largo plazo, caso las lluvias del final de la primavera e inicio del verano resulten particularmente débiles”, detallaron.
De “muy malo” a “malo”
Para el meteorólogo Leonardo de Benedictis las lluvias que se dieron en Brasil y el mayor volumen de agua “es pasar de muy malo a malo”.
“Brasil empieza en octubre su etapa de lluvias, y se espera que a finales de ese mes comiencen, aunque por debajo de los niveles normales. Eso puede llegar a impactar en los caudales si se mantiene. Sin embargo es difícil que pasemos de a un nivel bueno, aunque tendremos una mejora”, sostuvo el especialista en charla con este medio durante el Primer Congreso Agroindustrial Argentino, en Marcos Juárez.
Uno de los temas vinculados a lo climático que fueron de importancia para el agro argentino en los últimos días tiene que ver con las importantes lluvias de principios de septiembre que le dieron un gran espaldarazo al trigo. ¿Podrían beneficiar a los niveles del Paraná?
Bertoni lo desechó de plano. “Son lluvias de importancia agronómica, relativamente leves, que precipitaron con intensidad baja que favorecen la infiltración pero no generan escurrimiento. Fueron muy buenas para la zona núcleo, pero no tienen ninguna trascendencia hidrológica de corto plazo en el río Paraná”, detalló.
La represa argentino-paraguaya de Yacyretá, cerca de Ituzaingó. Se podría exportar energía a Brasil en primavera.
La represa argentino-paraguaya de Yacyretá, cerca de Ituzaingó. Se podría exportar energía a Brasil en primavera.
¿Exportación de energía a Brasil?
Las negociaciones entre los funcionarios argentinos y brasileños, en la que también suelen participar las autoridades paraguayas, forman parte de la habitualidad en el manejo de la cuenca. Si bien las últimas aperturas por parte de Brasil en sus compuertas para generar energía respondieron a una necesidad de aquel país, lo cierto es que cada movimiento es informado a sus pares de las otras naciones. Tanto la Cancillería, como los responsables de las áreas hídricas y CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) son las que llevan adelante las gestiones con sus pares brasileños.
En ese marco es que está la chance de que Argentina pueda enviar energía eléctrica rumbo a Brasil en tiempos de primavera.
Una fuente consultada por este medio reconoció las gestiones y explicó que las mismas se dan en el contexto de “negociación y colaboración permanente” entre países.
“La idea es que se realice una vez que termine el frío aquí y antes de que arranque la temporada de calor. Esto es recíproco porque estamos ambos países afectados por la misma problemática”, puntualizó.
Fuente: A24