De la mano de BYD, el gigante asiático planea dominar el mercado de autos eléctricos en Occidente. La imperdible oferta por uno de sus vehículos.

La batalla que China libró contra las automotrices occidentales en la carrera por el auto eléctrico económico parece llevar ventaja asiática. Con un ritmo y volumen de producción difícil de sostener para los estándares de las marcas en Europa, el país asiático avanza cada vez más rápido en el dominio de ese nuevo segmento de movilidad.

Al respecto, una de los más recientes ejemplos es el caso del BYD Dolphin, un vehículo eléctrico que se vende en España por tan solo 20.000 euros y que pone en jaque al resto de la competencia. Se trata de un hatchback del segmento C que no escatima en prestaciones a pesar de su bajo precio.

Si bien esa suma corre por cuenta de un sistema de financiación, la realidad es que las marcas chinas han mostrado flexibilidad a la hora de poner precios competitivos en el mercado europeo. Algo que se repite con el Dolphin, que no deja de ser un auto eléctrico, clase que todavía es más costosa que los ya antiguos vehículos a motor térmico.

Entre sus características más destacadas está el motor eléctrico de 204 caballos de fuerza, con hasta 427 kilómetros de autonomía para una sola carga.

Para frenar el aluvión chino, la Unión Europea planteó en horas recientes la imposición de una carga tributaria de hasta el 36,3% para los vehículos eléctricos que provengan del país asiático. La medida, que encarecería considerablemente las ofertas de China para el mercado europeo, tendería a favorecer a las marcas europeas que luchan contra altos costos productivos y condiciones desfavorables para abaratar sus autos eléctricos.